Capítulo 13 El miedo

274 50 7
                                    

“Ni la muerte, ni la fatalidad, ni la ansiedad, puede producir la insoportable desesperación que resulta de perder la propia identidad.”

                -HPN Lovecraft

 

Es demasiado fácil juzgar a una persona que no puede salvarse así mismo de una situación en la que se ve simple alejarse.

Pero es un proceso tan duro y tan complicado, que cuándo lo obtienes te sientes libre, te sientes fuerte.

Eso sentí el día que puse todo de mí para alejarme y para decir ya no más, me quité las cadenas del maltrato que tanto pesaban al caminar y al vivir.

Las personas me preguntaban ¿Qué pasó?, a lo que yo no quise dar explicaciones porque vi como algunas personas no me creyeron, como me juzgaron por no haber buscado ayuda, y sé que fue mi gran error, pero ya no se pueden cambiar las cosas.

Una persona aparecería en mi vida para mostrarme que aún se puede confiar.

Y sé que se irá, porque eso pasa cuando algo bonito sucede en la vida de alguien

Me encuentro leyendo un libro de fantasía, muy concentrada ignoré los mensajes que están llegando.

Los protagonistas están a punto de besarse cuando el sonido de mi teléfono me saca de mi concentración, odio que me hablen cuando estoy leyendo.

Con frustración tomo el teléfono para ver de quien se trata, y es mi hermana, ruedo los ojos y antes que pudiese hablar me corta.

 ¡Interrumpió mí lectura!

Un mensaje de Instagram apareció en mi barra de mensajes.

-Hola me llamo Cristhian, perdón si te molesto. Estoy reclutando personas para realizar un proyecto online sobre ventas, veo que tienes muchos seguidores y ese es un requisito para poder generar el puesto.

- ¿Eres un secuestrador? - tenía que preguntar.

- ¡No!, y de ser así creo que no te diría. Pero nada más quiero personas que quieran participar, el pago está muy bueno.

- ¿Entonces no vendes órganos? - la precaución, ante todo.

- ¡QUE NO!

Claro que no aceptaría así de rápido, investigué sobre el nombre de la empresa y sobre el chico. Y efectivamente llevan años realizando este tipo de ventas, para poder acabar mi libro en paz, acepté su propuesta.

Envió algunos documentos y la página donde recibiría las reuniones, pero no me molesté en entrar y no leí los documentos.

Mas tarde recibí un mensaje de él indicando que era hora de entrar a la reunión.

Sinceramente olvidaba entrar, así que fue lo mejor decirle que ya no sería participe.

Extrañamente seguimos en contacto, sin darnos cuenta entramos en confianza y a diario nos enviamos mensajes reía mucho con ellos, sentí que lo conocía de años.

Un par de meses más tarde decidimos quedar, así que nos encontraríamos en un punto en específico. Por precaución lleve a mi hermana.

Cuando llegamos al lugar lo busqué con la mirada, y efectivamente si era real, y también se veía inofensivo, así que me acerqué con muchos nervios.

A unos pocos pasos de él, tropecé con algo y caí al suelo.

¿Tan mala suerte tengo?

Rápidamente me levanté y por suerte él no se percató de mi caída.

Buenooo, a veces soy bien torpe cuando alguien me gusta, y otras veces no puedo pronunciar las palabras.

Nos saludamos, hablamos por algunas horas. Me agradó su forma de ser, noté que es de los chicos amorosos, detallistas y tiernos.

Salimos por unos meses, pasamos tantas cosas juntos, aprendí mucho de él y él de mí. Sanó cosas que él no rompió.

Convirtió lágrimas en sonrisas.

Insultos en halagos.

Pesadillas en hermosos sueños.

Devolvió color a mi vida, devolvió brillo.

Por un año demostró que aún existen personas con buenas intenciones, con hermosos sentimientos. Me sorprendió con flores, con cartas, con comida.

Y no estaba con él por los detalles, estaba con él, por la seguridad que me brindó.

Me vio llorar las veces que intentó abrazarme, en mi quedó un miedo al contacto físico, miedo de mostrar quien era, miedo de mostrar cariño.

Me costó tanto que una persona se acercara a mí y me diera un simple abrazo, fue duro para mí la vez que me preguntó el motivo de mi reacción.

Muchas veces veía para todos los rincones de la casa creyendo que había alguien vigilándome.

Con él me siento libre, fuerte.

Se que en cualquier momento se irá.

Y así fue.

 

Espero estén disfrutando de esta historia, quiero confesarles que fue un reto para mí compartir algo tan personal como partes de mi vida.

Pero me siento agradecida por el apoyo que en tan poco tiempo recibí, mil gracias.

💜

 

 

ᴀᴘʀᴇɴᴅɪᴇɴᴅᴏ ᴀ ᴠɪᴠɪʀ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora