ᴀᴘʀᴇɴᴅɪᴇɴᴅᴏ ᴀ ᴠɪᴠɪʀ [EN EDICIÓN]

Capítulo 21 La carta

El frío de su corazón fue lo que más me atrajo, porque a pesar de que yo he ido viajando de invierno a invierno, te juro que jamás había estado donde la nieve se haya enamorado tanto de mi sangre.

–Luis Alberto Padilla Pardo.

Claro que me terminé enamorando y no fué para nada fácil.

Hay reacciones y excepciones de mi parte, es raro para mí sentir tantas cosas por alguien.

Una de esas sensaciones es la siguiente:

Quisiera saber porque sé dónde se encuentra. Es como si fuese un imán natural.

Giro la mirada hacia dónde creo que está, y efectivamente no me he equivocado.

Está parado a unos centímetros de mí, con esa aura de rareza que lo caracteriza, creo que sintió mi mirada sobre él, también giró su cabeza hacia dónde me encuentro, giré hacia otra parte que no fuesen sus ojos.

Al instante mis mejias se calentaron y estoy segura que también se tornaron de rojo.

Odio esa reacción creo que es tan obvio que estoy nerviosa y claro, no quiero que se de cuenta.

Cada vez que tenemos el más mínimo contacto visual mis ganas de salir corriendo aumentan. A veces me pongo tan nerviosa que me voy para cualquier parte, muchas veces no puedo pronunciar las palabras.

            
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Amo estar fuera de casa y observar la hermosa vista que se encuentra en el cielo, esa mezcla entre el negro y el brillo de la luna y estrellas, una sensación increíble se transmiten en mis ojos.

Es algo único, apreciar cada parte de la vida y las maravillas que hay en ella.

En lo primero que pienso es en él, fui por un pedazo de papel y una pluma para escribir lo que no puedo decir con palabras.

Ese cielo me inspiró, no puedo decirle todas las palabras que vienen a mi mente, así que prefiero escribirlas, prefiero que él pueda leer a través de mi alma y de mis pensamientos. Así que sin más dejo que mis sentimientos hablen.

Aquí estamos. En el instante de mi vida que no pensé que pasaría, perdí el control y pasó. No lo culpo tampoco me culpo a mí.

Las cosas pasan instantáneas y sin avisar. Intenté tantas veces convencerme de que se puede evitar el corazón , pero me fue imposible.

El corazón es tan fuerte cuándo de sentir amor se trata.

Con el tiempo empecé sentir cosas por él.

Me dije a mi misma que solo era una confusión, eso no era verdad.

La lucha entre mi cerebro y mi corazón fue tan fuerte. Mi cerebro se negaba admitirlo, dijo tantas veces que no sentiríamos más. Claro, quede como una mentirosa.

Primero fui sincera conmigo misma y admitir que me enamoré.

Lo hice…

Y lo noté desde aquel momento que mi mirada lo buscaba entre tantas personas, en ese preciso momento en dónde nadie más se roba mi atención, el instante en dónde mi corazón se aceleraba. Me sentí nerviosa al verlo y darme cuenta de mis sentimientos hacia él, mis mejías se tiñeron de rojo al pensar en él.

Antes de todo puso sus más grandes defectos en mis manos dándome el poder de elegir si quedarme o no. Conocí su lado complicado a lo mejor no del todo, pero se cómo funciona.

Su personalidad muchas veces es divertida, es social, inteligente. Por otro lado, tiene carácter fuerte, directo, cambios de humor que me suelen confundir y es muy raro para mostrar sus sentimientos.