Facultad (Amy x Luck)

Mi nueva habitación

Narra Luck:

Sentado en una roca en el infierno mientras miraba a todas partes esperando a mi padre, Satán. Soy un demonio de élite A, hijo del mismo Satán y tratado como rey del infierno, fuí elegido como sucesor de Satán.

Mi padre me cito aquí para darme mi primera misión, pero se le hizo tarde, lo cual es algo raro en él. Luego de lo que sentí fue una eternidad lo veo llegar.

- Hola hijo, perdón por la demora - dice sonriendo.

- No pasa nada, conozco tu trabajo. ¿Cuál será mi misión? - digo rápido, la verdad estoy emocionado por esto, hasta que le escucho.

- Tu misión será ir a una escuela donde las criaturas sobrenaturales conviven con humanos, pasarás como un humano más igual que ellos. Cuando sea el momento te daré el siguiente paso.

- Papá, tienes que estar bromeando.

- No lo hago, tus cosas llegarán mañana - dice para chasquear los dedos y hacerme aparecer en la puerta de un edificio que se veía sombrío. Maldigo para mis adentros y veo a un chico gordo acercarse.

- Hola, soy Matt, ¿Cómo te llamas? ¿Eres nuevo? - me bombardea de una.

- ¿Acaso te importa? ¿Alguna vez te callas? - digo para intentar entrar, pero el me obstaculiza el paso.

- No lo haré hasta que me digas tu nombre, y luego te dejaré en tu habitación.

- Está bien, me llamo Luck - digo de mala gana para luego dar un suspiro, sintiendo que fue mala idea decirle mi nombre.

- Ok Luck, vamos a tu habitación - dice empezando a caminar pero sin cerrar la boca, esto es desesperante.

De pronto escucho la voz de una chica, al mirar, es un asqueroso ángel, lo raro es que su cabello es rojo intenso y no platinado, pero talvez se lo tiñó, con tantas cosas raras que hacen los humanos, talvez ella quiso experimentar.

Hablan un rato pero no presto atención, miro al chico pensando en una forma de escapar de él y no vuelva a encontrar me, es bastante pesado con todo lo que habla, hasta que la chica se refiere a mí.

- Oye chico nuevo, no lo mires así - dice en un tono de enojo, podría divertirme un poco con esta niña.

- Tú no eres quien para darme órdenes, y no me llamo chico nuevo. Además, si le hago algo, qué podrías hacer tu??? - le digo mirándola de forma desafiante.

- No le vas a hacer nada, y si no quieres que te llame chico nuevo debes decirme tu nombre - dice, se le nota que está haciendo lo posible por no explotar.

- No te voy a decir mi nombre niña tonta - digo, mi sonrisa arrogante sale a flote y noto como sale más de quicio.

- Matt, como se llama??? - pregunta al hablador sin quitarme la mirada de encima.

- Se llama Luck - le dedico una mirada de muerte y pone expresión de miedo, bien, sabe que puedo ser peligroso y me teme - perdón Luck, pero no puedes llegar y ponerte en guerra con todos.

- Mira Luck - empieza  a decir acercándose - no sé cómo se manejan las cosas de dónde vienes, pero si le tocas juro que haré que te echen de aquí y te voy a dar caza.

- Tu y cuántos más niña tonta - digo terminando de cerrar la distancia entre nosotros con esa sonrisa arrogante que tanto me caracteriza y le molesta.

Veo como su mano se levanta y retroceso un poco, voy a dejarle espacio para que se desarrolle su enojo, cuando de repente siento su palma en mi mejilla, la miro sorprendido y siento como mi enojo aumenta.

- Solo el mismo Satán logró pegarme una vez, ahora te enseñaré con quién te estás metiendo - digo para crear una bola de poder de color rojo en mi palma derecha sin moverme.

- No - dice Matt tomándome la mano y desconcentrandome - mejor vamos a tu habitación.

Y es como Matt me arrastra por el pasillo, trato de calmarme en el camino, no quiero mostrar todos mis poderes ahora, por suerte me detuvo.

Sigue hablando, pero no le prestó atención, puse toda mi concentración en calmarme, pero luego me la cobraré. El me entra en una habitación y la veo fijamente. Solo hay una cama y un escritorio y está totalmente en blanco.

- ¿Es en serio? Está en blanco - digo mirando al chico.

- Tu la decoras como quieras bobo, ahora me voy para que te instales y empieces a decorar - dice para salir y por fin dejarme solo.

Suspiro y me acuesto en la cama mirando al techo, tratando de recordar algún truco para decorar sin esfuerzo. Esto va a estar jodido.