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— ¡Carajo, Aaron! ¿Por qué no me lo dijiste antes?

Dylan, un viejo amigo de Xiao Zhan del que Aaron se hizo muy cercano, había acudido a su casa en cuanto contestó la llamada del último. Se encontraban sentados en la mesa de la cocina, con dos botellas de soju vacías y una a la mitad de su capacidad. 

  — No lo sé, Dylan, Xiao Zhan y yo no habíamos querido hablar del tema, maldición.

El alto rubio se sirvió un poco más del líquido transparente y bebió de una sola toda la bebida.

— He visto a Wang Yibo en las noticias, amigo, no es alguien con quién dejaría que Li Xian se marchara así como así.

— Ya lo sé, imbécil, sé que no debí aceptar esa estupidez, no sé en qué carajo estaba pensando.

— Ese maldito está podrido en dinero y es guapísimo, también he oído que tiene una actitud encantadora ¿Es verdad?

— ¡Por supuesto que sí, Dylan! En realidad estoy aquí alcoholizándome porque escogió a Xiao Zhan en vez de a mí — Aaron le propinó un puñetazo en el brazo antes de beber más soju — No necesito que me digas que el maldito imbécil es el sueño de toda chica y hombre gay ¿Sí?

El rubió se sobó el brazo mientras sonreía ligeramente. Sabía que no debía, pero la situación le parecía un poco de película. Aaron siempre había sido muy celoso en cuanto a los hombres que se acercaban a Xiao Zhan con dobles intenciones, así que no entendía porque había accedido a ello. Personalmente, Dylan creía que el jodido contrato y la empresa para la que Aaron trabajaba no valían la pena, pero por supuesto, no se lo dijo a él.

Aaron sentía que en cualquier momento moriría, no podía seguir soportando la idea de Xiao Zhan en brazos de alguien más, había sido un completo idiota, jamás debió dejar que su esposo pasara la noche con otro.

  — Vamos por él.

El adverso se atragantó con su bebida y dejó el vaso en la mesa, tosiendo un poco antes de hablar — ¿Acaso sabes a dónde fueron?

Él negó. No, maldición, no sabía en donde carajos podrían estar en esos momentos.

— Hombre, si fuiste tú quién le pidió a Xiao Zhan que lo hiciera, debes soportarlo. Antes de que se conocieran ya habían tenido otras parejas y se habían acostado con más personas, es lo mismo, no, incluso es menos que eso, al menos Zhan no tiene sentimientos por ese Wang Yibo, es sólo sexo.

Dylan intentaba animarle pero su forma de subir los ánimos era muy extraña y peculiar. Por supuesto que él  no podía entenderlo, no sentía el fuego en el interior quemando sus huesos, su sangre, sintiendo que le volvía loco.

—  Vamos, Li Xian saldrá del trabajo pronto, pasemos por él y vamos a algún bar, no te quedes aquí encerrado.

Él no estaba seguro de que eso fuera la solución, ya sea aquí o en un bar, su mente seguía reproduciendo la misma imagen, la misma frase; "No lo es ésta noche, Aaron", ese maldito imbécil. De todas formas, la preocupación en los ojos de Dylan le hizo asentir y levantarse a tomar su billetera, le acompañaría durante un rato y luego regresaría a casa a esperar el regreso de Xiao Zhan.

  ~*~ 

La casa de Wang Yibo era más sencilla de lo que hubiera imaginado, aunque seguía estando bien ubicada en uno de los fraccionamientos más ricos de China. El decorado interior, de alguna forma, era acogedor y moderno, le hacía sentir extrañamente cómodo.

  — ¿Quieres una copa de vino?

— Creo que ha sido suficiente vino por hoy — musitó con una media sonrisa, mirando los cuadros colgados en el largo pasillo que llevaría a alguna parte al interior de la casa.

𝑷𝒓𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝑳𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒍  [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora