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La ola de calor que se extendió por su espalda le hizo despertar por completo. Odiaba sentir calor por las mañanas y despertar todo pegajoso por el sudor, sin embargo aquella calidez no se debía a la temperatura.

Abrió sus ojos, pestañeando ligeramente para desprenderse el sueño. La razón del calor que estaba sintiendo era que tenía un cuerpo pegado al suyo.

Su espalda estaba pegada piel con piel al torso de alguien más, y sólo hasta que se percató del brazo que rodeaba su cintura y posaba su mano contra su pecho, que recordó los eventos del día anterior. Rápidamente un furioso calor se apoderó de sus mejillas, reviviendo en su mente las escenas de la cena, el beso en la azotea y posteriormente el increíble y desenfrenado sexo que había compartido con Wang Yibo.

No había parado en toda la noche, su trasero dolía con sólo pensar en moverse, y no solamente por dentro, el castaño había azotado su trasero tantas veces a lo largo de la noche que estaba seguro de que sus manos se habían quedado marcadas en sus glúteos.

Se removió un poco, con total cuidado para no despertar a Wang Yibo y verlo dormir. Lucía totalmente pacífico, relajado. Sus labios estaban entreabiertos y el cabello totalmente revuelto. Maldición, incluso a esa hora de la mañana el muchacho era condenadamente apuesto.

Trató de moverse un poco más, tomando la mano de Wang Yibo para retirar su brazo y poder levantarse cuando éste soltó un ligero gruñido y apretó con más fuerza su brazo a su alrededor.

—  ¿A dónde crees que vas? Aún es muy temprano. 

Xiao Zhan se sobresaltó al escuchar su ronca voz debido al sueño. Soltó el brazo del castaño y negó, buscando rápido una excusa.

— Debo ir a trabajar.

— Mentiroso, sé que no trabajas. Vuelve a dormir.

Xiao Zhan suspiró, no porque Wang Yibo no lo dejara ir, sino porque realmente sentía el deseo de querer quedarse entre sus brazos un par de horas más. Pero no iba a perder su cordura, no con Wang Yibo.

— Debo irme ahora, la noche ha acabado.

El brazo alrededor de su cintura se tensó durante unos segundos antes de aflojarse y finalmente dejarlo ir. 

En silencio, se sentó en la orilla de la cama, buscando su ropa en el suelo y separándola de la del alto. Se vistió tan rápido como pudo, cerrando la camisa negra con rapidez sin querer mirar a Wang Yibo, quién seguía inmóvil en la cama pero le seguía con la mirada en cada movimiento que hacía.

— Al menos quédate a tomar el desayuno conmigo.

Xiao Zhan le miró mientras se ponía de pie, caminando lentamente hasta él sin importarle estar desnudo. Su mano se envolvió en su mejilla y se inclinó para darle un suave beso. Xiao Zhan sintió sus piernas temblar cuando se separaron.

— Y-Yo no, lo siento, no puedo quedarme más tiempo.

Dio dos pasos hacia atrás pero Wang Yibo lo tomó por la cintura, evitando que se alejara más.

— No puedes, pero eso no significa que tú no quieras.

Su corazón se detuvo tras escucharle porque era cierto, sabía que no podía, no debía quedarse, pero su interior ansiaba pasar un poco más de tiempo con el castaño. Le estaba volviendo completamente loco. Era un error, él estaba casado, y amaba a Aaron, joder.

— Fue una noche fantástica, pero se ha acabado, esto es todo, debo y... Quiero marcharme.

Wang Yibo le miró detenidamente, llevando una mano de nueva cuenta a su mejilla y deslizando el pulgar por su labio inferior —Daría lo que fuera por no haberte conocido así.

El corazón de Xiao Zhan dolió en su pecho, sabía lo que Wang Yibo quería decir. Inconscientemente una parte de él también deseaba haberlo conocido antes.

— Al menos permíteme llevarte a casa, cielo.

Wang Yibo continuaba llamándole "cielo" desde la noche anterior, haciendo que su corazón se acelerara y sintiera mariposas en el vientre.

Aceptó la propuesta, tratando de engañarse con la idea de que se evitaría tomar el transporte público y así estaría más rápido al lado de Aaron y su aventurilla con Wang Yibo se terminaría de una vez por todas, pero en realidad había aceptado porque sólo estaba buscando pasar más tiempo con el adverso.

~*~

Estacionó el hermoso coche fuera de su casa y ambos permanecieron en silencio e inmóviles durante unos segundos antes de que Xiao Zhan desabrochara su cinturón de seguridad.

— Adiós Wang Yibo, gracias por traerme.

Se bajó del auto y cerró la puerta. Creía que el "adiós" era la despedida final, pero si tan sólo hubiera esperado un segundo más, habría escuchado el prometedor "Hasta pronto, cielo" que Wang Yibo murmuró como despedida.

Al entrar a su casa su corazón se desplomó hacia el suelo, sin poder comprender porque sentía que estaba dejando que una parte importante de él se fuera en el auto con Wang Yibo.

Buscó alrededor con la mirada sólo para encontrar a Aaron parado en la puerta de la cocina, sosteniendo una botella de vodka y mirándole fijamente.

—Estás aquí.

Dejó la botella sobre el suelo y corrió a su encuentro, tomándolo entre sus brazos con fuerza y apretándolo contra su pecho.

El recibimiento estaba mil veces más alejado de lo que él había imaginado en su mente. Aaron apestaba a alcohol y apenas podía mantenerse en pie, y su corazón no se sentía aliviado al estar entre sus brazos como había pensado que pasaría.

— Cielos, no tienes idea de lo mucho que necesitaba que regresaras.

—Vamos a la cama, Aaron, necesitas descansar.

El alto asintió antes de depositar besos por todo su rostro y cuello, haciéndole reír ligeramente.

Ya estaba en casa, olvidarían esa noche y seguirían con sus vidas, tal como había deseado.

𝑷𝒓𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝑳𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒍  [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora