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Parecía que la ansiedad había pasado a formar parte de su vida diaria en éstas últimas semanas.  Xiao Zhan vivía bajo la agonía de no saber cuando se le iba a ocurrir a Wang Yibo pedirle esa noche que habían acordado.

Apenas habían pasado tres días desde que habían firmado el contrato, sin embargo no habían recibido señal alguna de Yibo. Desde el momento en que cruzaron las puertas de su oficina, Aaron no volvió a hablar de ello, aunque  Xiao Zhan podía sentirlo, el ambiente alrededor de ellos no era como antes, su esposo se esforzaba bastante por lucir calmado y desinteresado, pero por las noches lo sostenía con fuerza entre sus brazos y pecho, como si temiera que desapareciera en cualquier momento y aferrándose de ese modo podría evitar perderlo.

El sonido de un mensaje en su celular le distrajo de sus pensamientos, haciendo que rodara por la cama vacía para poder tomarlo del buró. Aaron se había ido a trabajar hace varias horas pero  Xiao Zhan no tenía ganas de levantarse de la cama aquel día. Desbloqueó el celular para mirar el mensaje de texto de un número desconocido. Su corazón latió con fuerza y se enderezó en la cama cuando lo abrió y comenzó a leer.

"Estimado señor  Xiao, espero que esté teniendo un buen día. Me comunico con usted para acordar la hora de nuestro encuentro ésta noche.

Wang Yibo."

¿Esa misma noche? ¿Ni siquiera preguntaría si estaba libre? Por supuesto que Wang Yibo tendría la intención de disponer de él cuando quisiera y como quisiera, era un descarado que compraba y conseguía todo lo que quería. Respondió de vuelta con un mensaje corto.

"A las 7"

Por supuesto, la respuesta que recibió a cambio le hizo enfurecer.

"Me parece más conveniente a las 6. Pasaré por usted  a la hora en punto.

Wang Yibo."

  — Cretino— musitó, bloqueando el celular y arrojándolo sin mucha fuerza hacia la cama. Ni siquiera le dejaba elegir la hora de reunión ¿Y a eso le llamaba "acordar"? Era un maldito imbécil millonario y atractivo.

Se dejó caer de nueva cuenta en la cama, cubriéndose con las sábanas completamente y temiendo, temiendo por lo que sucedería esa noche, por lo que podría pasar al regresar al día siguiente por la mañana. No estaba completamente seguro de si Aaron podría superarlo, pero él lo había aceptado con más facilidad que él mismo, y una parte de sí le hacía odiar el hecho de que Aaron no se hubiera negado un poco más. Le había dejado ir con tanta facilidad y eso le dolía, muchísimo.

  ~*~ 

Aaron fue a casa tan rápido como pudo en cuanto recibió el mensaje de  Xiao Zhan diciéndole que Yibo se había puesto en contacto con él. No era ni siquiera la hora de la comida cuando cerró la puerta a su espalda. 

 Xiao Zhan estaba en la cocina, preparando su propia comida cuando escuchó la cerradura. Volteó a la entrada para ver a Aaron apareciendo por ella, con las cejas fruncidas y los labios entreabiertos. Se miraron durante unos segundos en silencio, antes de que el alto acortara la distancia y lo atrajera entre sus brazos, sujetándolo con fuerza contra su pecho y besando su cabeza.

  — ¿Qué fue lo que dijo?

— Solamente mencionó que ésta tarde pasaría por mí a las 6.

El silencio se apoderó de ellos una vez más, hasta que el timbre repiqueteó en toda la casa. Alguien estaba llamando a la puerta.  Xiao Zhan se apretó más fuerte contra Aaron, esperando que quien fuera que estuviera del otro lado se marchara lo antes posible. Pero el timbre seguía sonando con insistencia.

Fue él quién se alejó de su esposo para atender la puerta, encontrándose con un mensajero que extendía una caja de regalo con un moño al centro. El mensajero preguntó por él y le hizo firmar de entregado, entonces se despidió y marchó rápidamente antes de que  Xiao Zhan pudiera procesar exactamente lo que estaba pasando.

𝑷𝒓𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝑳𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒍  [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora