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— W-Wang Yibo, espera un momento, por favor.

El castaño permitió que Xiao Zhan se acostumbrara a su miembro, mientras tanto, masturbó su erección para brindarle un poco de placer. Xiao Zhan se sintió extrañamente deseoso de más, el dolor en su entrada se fusionó con el placer que Wang Yibo le proporcionaba al tomarlo con su mano, por lo que elevó las caderas ligeramente. El castaño salió un poco de su interior pero Xiao Zhan se quejó por el dolor. No, aún no estaba listo.

Los segundos pasaron y fue el mismo Xiao Zhan  quien buscó los labios contrarios. Se besaron con tanta intensidad que Xiao Zhan comenzó a sentir su excitación de nueva cuenta, al cabo de unos momentos Wang Yibo había comenzado a embestirlo, primero lento y poco a poco aceleró el ritmo, entrando y saliendo de su cuerpo, llenando a Xiao Zhan por completo.

Prontamente la posición en la que se encontraban no les complacía. Fue Xiao Zhan quien se dio la vuelta, alzando ligeramente las caderas para Wang Yibo.

  — Espera un momento — le oyó decir. Una de las palmas del castaño se colocó sobre su glúteo derecho, acariciando suavemente mientras Wang Yibo tomaba una almohada y, pidiendo a Xiao Zhan que despegara un poco más sus caderas de la cama, la metió bajo su cuerpo, de esa forma Xiao Zhan se mantendría con las caderas hacia arriba sin necesidad de que él se esforzara.

Wang Yibo sonrió, azotando una mano sobre el trasero de Xiao Zhan, quien dio un sobresaltó y jadeó, mirando hacia atrás para ver a Wang Yibo.

  — Tienes un trasero hermoso, cielo.

El corazón del pelinegro latió con rapidez ante el comentario y la forma en la que Wang Yibo le había llamado. Rió ligeramente y alzó una vez más las caderas, meneándolas de un lado a otro ante la mirada fija de Wang Yibo.

— Todo tuyo — al menos, sólo al menos, por esa noche.

Wang Yibo lo azotó un par de veces más con su palma. Sus glúteos picaban debido a los golpes, aunque éstos no hubieran sido demasiado fuertes. Xiao Zhan se sorprendió cuando Wang Yibo le separó los glúteos de pronto y se hundió en él de una sola estocada. Gimió su nombre altamente y sus caderas se alzaron solas. En esa posición, Wang Yibo podía llegar más lejos en su interior.

Lo embistió con fuerza y rapidez, y luego de pronto cambiaba la velocidad y lo penetraba con lentitud para luego comenzar de nueva cuenta rápido y hondo. Le volvía loco que Wang Yibo cambiara de velocidad de esa formaba, le llevaba al límite y le hacía gemir su nombre cada vez que iba lento.

Su miembro rozaba deliciosamente contra la almohada en cada embestida, debido a que Wang Yibo le empujaba en cada una de ellas por la fuerza.

  — Voy a, ngh, Wang Yibo voy a correrme, estoy cerca.

Su voz sonaba tan quebrada y vibrante, jamás se había sentido así anteriormente. Wang Yibo envolvió su mano derecha en el miembro de Xiao Zhan y la izquierda en su cabello, halando ligeramente de él para que Xiao Zhan se pusiera sobre sus manos y rodillas. Su cabeza hacia atrás debido a que el castaño no había soltado su cabello.

Maldita sea, podía imaginarse la escena desde fuera, le tenía justo como le quería, como una perra en celo; en cuatro, con las caderas alzadas hacia su pene, su cabello siendo jalado por él, su miembro a punto de explotar siendo bombeado y jadeando por aire.

  — A-Aah, Wang Yibo — gimoteó, sintiendo que aceleraba el ritmo de las embestidas y la mano sobre su miembro, sin poder reprimirlo más, se corrió sobre la almohada del adverso. Su interior se contrajo involuntariamente y sólo le bastaron unas cuántas penetraciones más a Wang Yibo para correrse él mismo en el interior del adverso.

Ambos se sentían exhaustos, jadeaban por aire mientras se recostaban boca arriba sobre la cama. Xiao Zhan nunca había tenido un sexo así de bueno. Se llevó una mano a la cabeza y suspiró ligeramente.

— ¿Te he hecho daño, cielo? — le escuchó decir.

— No, uhm, sólo me tomó por sorpresa que jalaras de mi cabello.

Wang Yibo rió ligeramente, acostándose de lado para poder ver el rostro de Xiao Zhan — Sacas un lado salvaje en mí — le dijo sonriendo, antes de tomarlo por la cintura y acercarlo a él, abrazándolo contra su pecho.

Xiao Zhan se  permitió acurrucarse, sólo por esa noche, quería disfrutar del calor del cuerpo ajeno.

— No estás pensando dormirte ya,  ¿Verdad?

Elevó una ceja ante el comentario de Wang Yibo y alzó el rostro para ver la sonrisa en su cara. El chico cubrió su mejilla con la mano y le besó lenta y suavemente, tan diferente de momentos atrás.

— Oh, cariño, no pienso dejarte dormir temprano ésta noche.

Si era sincero, a Xiao Zhan no le importó en lo más mínimo. 

𝑷𝒓𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝑳𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒍  [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora