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Estaban en la orilla del río Han, recargados contra el capo del costoso auto, compartiendo una botella de soju. A Xiao Zhan la escena le parecía surreal y  no pudo evitar que una pequeña risa escapara de su interior.

  —  ¿Qué es eso tan gracioso? — preguntó Wang Yibo mientras  le daba un trago a la botella y se la pasaba a Xiao Zhan, quien la recibió con una sonrisa antes de contestar.

— Jamás pensé que fueras de la clase que bebe soju.

Las cejas de Wang Yibo se alzaron ante el comentario y rió ligeramente — También soy un amante de la cerveza.

Xiao Zhan rió más alto, mirando a Wang Yibo antes de beber de la botella. Habían estado ahí por dos horas aproximadamente, hablando de todo y nada al mismo tiempo. Era sorprendente la manera en la que se sentía tan cómodo con Wang Yibo, tanto dentro como fuera de la cama. Charlar con él era tan malditamente fácil, y tenía una sonrisa encantadora que no se borraba de su rostro.

Media hora más tarde Xiao Zhan ya había descubierto que Wang Yibo tenía un lado sencillo, le había contado la forma en la que se había vuelto millonario, siendo que era un simple chico que vivía en los suburbios de la ciudad. Al contrario de lo que Xiao Zhan pensaba, Wang Yibo seguía siendo ese chico sencillo en el interior, sin embargo le había dejado en claro que no dejaba que cualquiera conociera ese lado.

El sol comenzaba a ocultarse y Xiao Zhan buscó su celular en los bolsillos de su pantalón para ver la hora, fue hasta entonces que se percató que había salido de casa sin él.

  — Maldición, ya es bastante tarde y no traigo el celular, Aaron va a estar muy enfadado cuando regrese.

Se puso de pie y dejó la botella de soju en el suelo. Wang Yibo tomó su mano con rapidez, entrelazando sus dedos.

— Al menos esperemos un poco más para terminar de ver el atardecer.

Xiao Zhan negó con las cejas fruncidas por la preocupación — No, debo regresar ahora mismo, Aaron ha estado muy...

Se interrumpió a sí mismo al darse cuenta de lo que estaba diciendo y cómo estaba actuando delante del causante de sus problemas con su marido.

Wang Yibo se puso de pie a su lado, con las cejas fruncidas y los labios apretados.

— ¿Él te ha estado tratando mal? — Xiao Zhan negó, sin embargo no le miró a los ojos y eso desató la rabia en el interior de Wang Yibo — Dímelo, cielo, ¿Te ha dicho o hecho algo?

El pelinegro se sintió sobrecogido ante la preocupación que pudo percibir en la voz de Wang Yibo y dejó que la calidez se apoderara de su corazón. 

— No, es sólo que él... Sólo no puede continuar después de esa noche.

El castaño suspiró y le atrapó entre sus brazos, acunándolo contra su pecho con suavidad. Xiao Zhan cerró los ojos, enrollando sus brazos en la cintura de Wang Yibo y dejando que el momento lo envolviera lentamente.

— Por favor, prométeme que si te pone un dedo encima o te hace sentir inferior me llamaras.

La cabeza de Xiao Zhan dio vueltas ¿Por qué él acudiría al hombre que ocasionó todo aquello si había problemas con Aaron? Cualquier persona cuerda sabría que debía evitar a toda costa cualquier contacto con Wang Yibo, sin embargo asintió contra el pecho ajeno antes de que se dejaran ir el uno al otro.

— Te llevaré a casa ahora.

El viaje de regreso fue silencioso, sin embargo, a mitad del transcurso Xiao Zhan sintió la mano de Wang Yibo moverse a su lado, buscando la suya. Despegó la vista de la ventana para bajarla y ver su propia mano, decidiendo girarla para entrelazar sus dedos con los del castaño sin decir una sola palabra y regresó sus ojos a la ventana, continuando el viaje en silencio pero con las manos entrelazadas.

𝑷𝒓𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂 𝑳𝒂𝒃𝒐𝒓𝒂𝒍  [𝒀𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora