1.- 'tis the damn season

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"I'm stayin' at my parents' house and the road not taken looks real good now"

Las voces fuera de la habitación en la que Elizabeth se encontraba hacían que los nervios y el pulso aumentaran. Habían venido familias cercanas a la familia real ¿Y por qué no deberían hacerlo? El quinto en la fila de sucesión estaba por comprometerse: el Duque Damián Kana.

Él y Betty se habían conocido tres años atrás, en el baile de cumpleaños de Inés. Su madre, lady Berenice, había insistido en presentarlos. "Es una oportunidad que no puedes desperdiciar" le dijo a su hija mayor quien nunca desobedecía a su madre ya que se le había inculcado que era su responsabilidad mantener el estatus de su familia.

En ese tiempo Elizabeth había querido ir a la universidad, pero al contarle a su madre esta se horrorizó y contestó que la universidad sólo servía para encontrar marido y que para ella no era necesario asistir. Así que de nuevo cedió a los deseos de su madre.

Y ahí estaba otra vez. Con los nervios de punta y el corazón acelerado, esperando a hacer su gran entrada. Sus hermanas estaban en la habitación con ella. Sasha y Lilly intentaban acomodarle el cabello para que fuera lo más perfecto que se pudiera mientras que Tessa no paraba de caminar en círculos, parecía incluso más nerviosa que su hermana mayor.

Las puertas se abrieron lo cual provocó un pequeño sobresalto en las hermanas. Damián, el próximo prometido de Elizabeth entró a la habitación, sonrió causando que Betty se relajara un poco.

Damián y Elizabeth eran una pareja muy querida por la nobleza. Damián era el chico que parecía príncipe (y quien no estaba tan lejos de serlo) con buenos modales, listo y apuesto, pero sobre todo títulos y tierras y esa era la parte favorita de la madre de Betty. Elizabeth por otro lado era la típica chica buena, obediente que siempre pone a su familia primero. No les había costado mucho encontrarse, pero para ella había sido difícil aceptar salir con el duque ya que siempre tuvo la esperanza de que algún fantasma de su pasado reviviera.

Habían comenzado a hablar de matrimonio unos meses atrás. Damián sugirió que cuando se comprometieran lo harían en público porque él sentía que era su deber, de ambos. Era lo que la sociedad esperaba de ellos, en especial sus familias. Para Elizabeth no fue ninguna sorpresa aquella petición.

— Mi madre está por llegar, ya sabes, debe de estar buscando a mi padre —respondió Elizabeth levantándose de su silla y arreglándose cada arruga de su vestido.

Damián asintió y extendió su mano para tomar la de su prometida. Ambos se pararon frente a las puertas y antes de abrirlas voltearon a verse. No había palabras pero Betty sabía que la mirada de su novio preguntaba si estaba lista, y no lo estaba, pero aún así asintió. Se paró lo más recta que pudo con la cara y el mentón levantado y sonrió. Las puertas se abrieron.

La pareja fue anunciada paralizando el baile por completo y atrapando miradas de todo el salón. Bajaron las escaleras mientras la gente no les quitaba los ojos de encima. Cuando finalmente estuvieron al final de las escaleras la música continuó y la mayoría de parejas regresaba a bailar o cotillear.

Elizabeth vio de reojo a su familia bajando las escaleras. Su padre otra vez no estaba y su madre no parecía afectada por este hecho, pero Betty sabía que no estaría contenta. Sus hermanas sonreían mientras bajaban excepto Tessa quien aún lucía nerviosa aunque trataba de ocultarlo.

Inés, la mejor amiga de la infancia de Betty, se había acercado a la pareja del momento. Parecía genuinamente feliz por el pronto compromiso de sus dos amigos. Inés comenzó a platicar con Damián mientras su amiga fingía escuchar su conversación, Elizabeth se encontraba perdida en sus pensamientos, no lograba quitarse ese sentimiento de inquietud, pero no sabía porque había aparecido.

Folklore: This LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora