|| 𝟒 ||

15 3 0
                                    

◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR

◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇


Ya en la noche, con su traje de vigilante, se plantó por encima de los camiones y utilizó sus garras para cortar la malla de metal. No fue muy difícil usando su ya descomunal fuerza, por lo que entró sin que lo detectaran. No encontró mucho, pero era el suficiente como para protegerlo en las áreas más vulnerables.

―Y listo―dijo orgulloso de su trabajo terminando―. Cuidado Nueva York, llegó la hora de que conozcan al verdadero SPIDER-MAN.


◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇

La vida de un héroe no siempre era de color rosa, donde te esperas que todo salga bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La vida de un héroe no siempre era de color rosa, donde te esperas que todo salga bien. Y eso es algo que Rubén apenas estaba comenzando a entender. Después de todo, cuando el bien se alza en lo más alto siempre habrá el mal que trate de oponerse a él.

Justo ahora, ya en su nuevo atuendo estrenado apenas hace unos días, el joven arácnido estaba persiguiendo un autobús que había perdido el control, causando pánico y caos a los peatones y demás conductores. Estando cerca del vehículo, lanzó una telaraña hacia este pero desafortunadamente, a la velocidad a la que iba, no le permitió aferrase.

Sin más alternativa, el joven decidió perseguirlo a pie. No fue tan complicado ir casi a la misma velocidad, pues lo único difícil era esquivar los autos que iban en la dirección contraria. Ya estando cerca, se adhirió a un costado del vehículo. Revisó la ventanilla del conductor y este estaba misteriosamente inconsciente. Viajó hacia la parte trasera del vehículo y lanzó una extensa línea de red a las llantas traseras.

El autobús se zarandeó por unos instantes antes de finalmente parar en seco. Al poco tiempo llegó la policía, dándole la señal para que se fuera de allí columpiándose por los aires.

―Tengo contacto visual con el objetivo en el sector A―dijo un señor misterioso a través de un comunicador―. Velocidad máxima registrada a 100 kilómetros por hora. Fuerza máxima y respiración controlada. Se dirige al noroeste, al sector D.

En otro lado

Cerca de un callejón se escuchaba la voz desesperada de una chica. Pedí auxilio a quién sea pero rápidamente fue alcanzada por un matón con un pasamontañas. Spider-Man vio a la damisela en apuros y no tardó en acudir a su rescate. Aterrizó en la pared y lanzó una telaraña al criminal, evitando que apuñalara a la chica con un pequeño cuchillo.

Acto seguido tiró a su dirección, mandando al criminal volando por los aires, solo para que este fuera recibido por un fuerte puñetazo que lo dejó noqueado al instante. Sin más, le dijo a la chica que corriera y fuera por un policía antes de retirarse a otro sitio.

𝐒𝐏𝐈𝐃𝐄𝐑-𝐌𝐀𝐍: 𝐓𝐈𝐄𝐑𝐑𝐀 𝟒𝟑𝟏𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora