|| 𝟗 ||

2 1 0
                                    

◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR

◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇


Spider-Man estaba tirado en el suelo, sin señales de movimiento y dejando un pequeño charco de sangre en el suelo. Rápidamente Connors se acercó y volteó el cuerpo del arácnido, solo para encontrarlo sin su máscara.

― ¡¿Rubén?!


◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇◆◇

El reconocido genetista de la universidad Empire State no era una persona que se metiera en muchos problemas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El reconocido genetista de la universidad Empire State no era una persona que se metiera en muchos problemas. Sin embargo, en estos momentos no sabía qué pensar sobre el pasante que había contratado. Ya había oído de las hazañas de Spider-Man y ciertamente no tenía un opinión significativa con respecto a él.

Sabia que ayudaba a las personas pero que también era un vigilante ilegal y que era buscado por la policía. Vio directamente a la herida del joven y rápidamente encontró un par de gazas de repuesto para detener el sangrado.

― ¡Curt! ―dijo su esposa desde el otro lado de la puerta― ¡¿Ya encontraste las muestras?!

El doctor lo dudó por unos cuántos segundos. <<Tengo que decirle a Martha y a Meera la verdad>> pensaba el doctor. Sin embargo, en ese momento una mano lo detuvo firmemente de su bata de laboratorio.

―Doctor Connors...― dijo un debilitado Rubén―. N-No les...No les d-diga...Por favor.

―Pero necesitas ayuda―contestó el genetista―. Si te quedas aquí no podré salvarte.

La voz de la doctora Connors se oyó de nueva cuenta.

― ¡¿Curt pasa algo?!

El chico resopló reincorporándose poco a poco, sosteniendo las gazas que cubrían su herida.

―No, por favor. Nadie más debe saberlo, señor. Estaré bien, he pasado por mucho peor. Puedo sanar más rápido de lo normal...

Curtis Connors dudó en creerle al chico pero por alguna extraña razón no pudo negarse a su petición. Miró directamente a sus ojos y por unos momentos pudo divisar a su hijo Billy. El señor refunfuñó antes de levantarse, buscar las pruebas de laboratorio y dirigirse a la puerta y abrirla.

―Será mejor que digas todo, Rubén―le dijo antes de salir del almacén.


Un par de horas más tarde

Connors se encargó de mantener alejada a su esposa y a la otra pasante lejos de la bodega. Justo al terminar el turno les dijo que recibió una llamada de Rubén, diciendo que no pudo venir porque tuvo un accidente ligero y se lastimó el hombro. Meera de preocupó notoriamente pero Curtis le dijo que llegaría en un momento a su departamento.

𝐒𝐏𝐈𝐃𝐄𝐑-𝐌𝐀𝐍: 𝐓𝐈𝐄𝐑𝐑𝐀 𝟒𝟑𝟏𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora