Spider-Man localizó la última bomba. Estaba detrás de un vidrio en el suelo. Rompió el vidrio e intentó alcanzarla pero su brazo no era lo bastante largo para eso. Faltaban solo cinco segundos para que todo estallara.
Rápidamente lanzó una red para finalmente alcanzarla. Se levantó y con la red en su mano lanzó la bomba hacia el exterior del edificio, justo dónde los Pterodax habían entrado en primer lugar.
Dos segundos...Un segundo... ¡BOOOOOM!
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Una explosión en las alturas asustó a todos las personas cerca del edificio. Varios vidrios se quebraron en los alrededores y muchos tuvieron que cubrirse, pero nadie había salido lastimado. La mayoría de los rehenes de Imperio Uno habían salido del edificio y los últimos estaban cruzando la salida.
Madeline buscaba desesperadamente entre todas las personas. Miraba y jadeaba de un lado a otro, preguntando si habían visto a Rubén en la salida. Sin embargo, cuando estaba empezando a llorar, miró de nueva cuenta a la salida y lo vio.
― ¡Robbie! ―gritó al chico antes de abrazarlo―. Estaba preocupada por ti...
Rubén correspondió el abrazo un tanto nervioso. <<Hay por Dios, me está abrazando>> pensó con sus mejillas sonrojadas. Pronto Madeline se separó y lo miró limpiándose unas cuantas lágrimas.
―E-Estaba buscando la salida―le respondió a la pelirroja―. Que bueno que Spider-Man llegó a tiempo.
―Sí, enserio no entiendo porque el Daily Bugle lo crítica mucho. Oye... perdí el disco. Lo siento...
―No te preocupes. Solo me alegra que te haya gustado...
MJ miró al chico detenidamente mientras hablaba. No podía dejar de pensar en todo lo que había pasado, además de lo que él tuvo que pasar para salvarla. Una calidez invadió su corazón, al mismo tiempo que se perdía en aquellos ojos oscuros. <<Sí... Talvez si sea lindo después de todo>> dijo mentalmente.
―...y, ah, ¿cómo estás tú? ―terminó de decir el chico.
Madeline no lo pensó dos veces y acercó su labios a la mejilla de Rubén. Este se quedó pasando, congelado al instante mientras sentía como su piel y sus bellos se erizaban ante la acción de la chica.
―Estoy bien―le respondió―. Espero verte más seguido, Robbie. Adiós...
A pesar de que la acción fue momentánea, Rubén la sintió por mucho más tiempo. Con forme la pelirroja se alejaba, este se tocó el lugar exacto donde fue besado, deseando poder experimentarlo otra vez.
