Prologo

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¿Sera verdad, que asta el ser mas infame y ruin, sienta el mas mínimo amor? no lo creo hay momentos en que ninguno es capaz de sentir nada. Y nadie puede cambiarlo. No es tan fácil entrar en un corazón que ya se encuentra sellado por la amargura y el dolor, y la soledad, es la única que puede hacerme compañía. La soledad, des pues de Dona es mi única compañía. Qué razón hay es mejor estar solo, que mal acompañado.

-¡¿Tanto odio nos tienes?! ¿Qué te hace pensar que todas somos igual a ella?

- ¡Todas son unas lacras – escupe con cizaña - se conforman con destruir hasta el ser mas puro e inocente y convertirlo en un maldito monstruo! – suelta un golpe a la pared.

- Déjame ser yo quien te abra los ojos, yo jamás te lastimare – acuna su rostro. – Déjame ser yo quien te ame.

- No, no soy capaz de amar – se suelta – de sentir el más mínimo afecto por una mujer, soy un cuervo, soy solo un carroñero – la mira con neutralidad – así como ustedes son unas sanguijuelas chupa sangre – recibe un golpe por un par de ojos llenos de decepción y dolor, pero llenos de amor.

LA MIRADA DEL CUERVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora