Narrador
La joven peli negra, trataba a mas no poder dirigirle la palabra al castaño, aun después de que el joven le robara un beso, y el momento de tensión y silencio en el auto no la alejaban de esa incomodidad.
-¿No estas incomoda? – a su lado, Sofia estaba más pegada a la puerta del copiloto que en le asiento completo.
- No, de hecho, estoy muy cómoda – mira por la ventana con nerviosismo.
- Si fue por el beso, me disculpo, no pude resistirme ante tal belleza frente a mi – se detiene en un semáforo.
- N-No hay problema – juega con sus manos – pero si se llega a enterar la señorita Gloria, se va a enojar mucho.
- Lo que ella piense no me importa – se pone en marcha.
- Pensé que era su novia, actuaba muy celosa el otro día – lo mira con detenimiento.
- No me importa en realidad, nunca la vi con otros ojos para que se comporte así – se detiene en otro semáforo.
- Me sorprende que alguien como usted este soltero – se tapa la boca maldiciéndose mentalmente.
- Oh ¿Acaso llame tu atención? – la mira de reojo con una sonrisa maliciosa.
- N-No... D-Digo tal vez – juega con la correa del bolso – ¿Porque me beso?
-Quería probar – se encoge en hombros – los labios tienen un sabor único, curiosidad tal vez.
Se pone en marcha nuevamente, le gustaba ver a la joven nerviosa, ver a las mujeres derretirse ante el, ensanchaba su orgullo varonil, era una clara señal que todas caen rendidas a sus pies, pero Andrew, no aguantaba sus dramas después de "eso".
- Yo note lo mismos con los suyos – lo mira de reojo con un tono cálido en sus mejillas, causando una sonría picarona del castaño.
- ¿Y que sabor notaste en los míos? – da vuelta en una esquina.
- U-Uno frio, refrescante al parecer y picante – pasa su dedo índice por sus labios – no se... como explicarlo.
- Vaya, entonces soy picante – ríe divertido – no quieres probarlos para detallarlos mejor.
- ¿Qué? N-no, no, no – se aleja a la puerta nuevamente, haciendo que el castaño explote a carajadas.
- Tranquila, no lo are sin tu consentimiento, no soy un degenerado – aparca al lado de un edificio – así que aquí vives.
El lugar no era muy llamativo, era uno de los barrios pobres de la ciudad, de milagro las estructuras de veían sólidas, sin contar los alcohólicos que se paraban a cada esquina de la puerta, albureando a las mujeres que pasaban a su lado.
-Ya se me hacia raro que quisieras bajarte hace tres cuadras – la mira nuevamente.
- Solo no quiero que le hagan nada a tu auto en este lugar, soy algo peligrosos – toma su bolso – Gracias por traerme.
- No hay de que, será mejor dejarte en tu puerta – mira con seriedad a los hombres que miraban en su dirección, en especial a Sofia.
- No es necesario – Andrew niega así negación – ¿No te are desistir a la idea?
- Así es – sale del Camaro.
Con los nervios en punta por parte de Sofia, Andrew camino a su lado escoltándola a la puerta del edificio, bajo las miradas de los hombres frente a esta, tres en especial miraban como la joven pelinegra había bajado de un Camaro en buen estado, junto a un joven guapo, un robusto camino a ellos con las manos en las secretas.
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LA MIRADA DEL CUERVO
Diversos"Las miradas hablan, cuentan el alma de su portador, desbordando las amociones que emanande su ser... Per no la de él, su alma esta encerrada, atratapada en su propio infierno. Su mirada habla del vacio, los secretos, los misterios, pero sobre todo...