Dentro del auto, Andrew junto a Dona se dirigían a la mansión McGorie, bajo los regaños y advertencias de su acompañante golpeaba el volante con su pulgar tratando de no rodar los ojos o recibiría un jalón de orejas por parte de Dona.
-No se te ocurra dejar sola a Gloria, no hullas como un cobarde, la forma en que le hablaste no fue muy linda – arregla su maquillaje – vas a hablarle bien y hacerle cumplidos.
- Dona solo voy a disculparme, no voy a una cita – llega a la mansión – por cierto ¿Porque tenientes que venir?
- Para asegurarme de que te comportes... y por qué Mina me invito al pasar la tarde – termina de arreglarse, después aprieta su brazo con fuerza.
- Dona...
- Ya te lo dije, no iré al médico, estoy bien, solo es la edad – soba su brazo – No me mires así, sabes que es la edad.
- Solo quiero que estes bien Dona – besa la mano de la mujer – me muero si te pierdo.
- Ese es el mismo miedo que tengo Andrew, pero la muerte es inevitable – acaricia la mano del joven – por eso te pido que unas tu vida con alguien, me duele ver que tu miedo al amor te haga infeliz – toma la barbilla de Andrew – no evites mas el tema hijo, tienes que olvidar el pasado y afrontar el futuro.
Andrew evita la mirada compasiva de Dona, no le gustaba que lo mirara así, le hacía sentirse pequeño, inútil... incapaz de hacer las cosas bien.
-Mina está esperando en la entrada, vamos – sale del auto con rapidez, con el suspiro cansado de Dona tras su espalda.
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-Lamento el drama que causo mi nieta con tu novia, Andrew – bebe de su taza de té.
- No es su novia – responde Gloria con los brazos cruzados.
- Callada niña – regaña su abuela.
Andrew podría explotar a carcajadas por el aspecto de Gloria, pero Dona pisaba su pie con la advertencia de recibir un golpe con su zapato llegando a casa, era vieja, pero era una mujer letal.
-En efecto, Gloria tiene razón – baja la taza a la mesa del centro – Shara no es mi novia, solo tuvimos un encuentro casual, y una cosa llevo a la otra, hasta que nos vimos interrumpidos por Gloria.
- ¡De todas las de la fiesta! – se pone de pie – ¿Porque con ella?!
- Gloria, siéntate y cállate – la sienta de golpe.
- pero abuela, ella es...
- ¡Cállate! – riñe con molestia – perdona el drama Andrew.
- No tiene por qué Sra. Mina, sé que Gloria siempre es así – toma una galleta – vaya que delicia, ¿las hizo usted?
- ¡Las hice para ti! ¡Ay! – recibe un golpe de su abuela.
- Las hizo una de nuestras empleadas, una adorable chica ¡Sofia! – llama a alguien.
- Si como no – murmura Gloria entre dientes.
En eso unos pasos apresurados, llegan corriendo a la sala, dejando ver a una dulce joven con uniforme rosa, y zapatos planos, con melena oscura, hecha una trenza que seguro le llegaba a la cintura.
-Me llamo Sra. McGorie – limpia sus manos con el delantal.
- Si linda, puedes traer más de tus deliciosas galletas y más té – al joven Andrew le fascinaron.
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LA MIRADA DEL CUERVO
Diversos"Las miradas hablan, cuentan el alma de su portador, desbordando las amociones que emanande su ser... Per no la de él, su alma esta encerrada, atratapada en su propio infierno. Su mirada habla del vacio, los secretos, los misterios, pero sobre todo...