La noche transcurría tranquila. En la nueva aldea del Sonido, nadie temía ser sorprendido de noche porque los guardias fronterizos se encargaban de mantener todos a salvo, además eran muy pocos los que solían acercarse a esa parte del bosque.
Unos pocos locales se mantenían abiertos hasta entrada la madrugada, pero de resto las calles se sentían muy tranquilas.
Solo en una casa, una de las más grandes y cercanas a la base del Otokage, se escuchó un grito desgarrador, que despertó a una joven de largos cabellos y ojos blanquecinos. Fue un grito tan horrible que no pudo evitar sentirse asustada, su respiración estaba agitada, y su corazón se estrujó temeroso. Le costó un poco ubicarse, pero recordó dónde estaba y de inmediato se puso alerta.
-¡No! -Otro grito desolado resonó en la casa, colocándola en guardia y haciendo que se dirigiera fuera de la habitación, hacia el pasillo de donde provenía aquellos murmullos y sollozos- ¡Ya basta!
No había duda, lo que escuchaba venía de la habitación de Sasuke, por lo que sin pensarlo dos veces fue hasta él, para comprobar que estuviese bien.
No sabía que era lo que pasaba, o por qué el Uchiha gritaba como lo hacía, pero ciertamente no esperaba lo que encontró. De las miles de ideas que pasaron por su cabeza, la más factible le pareció un ataque, jamás se imaginó que se trataría de una pesadilla.
Sasuke se removía en la cama de un lado a otro, de manera frenética sin control alguno. Sus manos arañaban su cuello, como si se asfixiara, mientras sus piernas pataleaban como podían. Debido a la luz de la luna que se filtraba por la ventana, pudo distinguir el sudor que cubría su frente.
Él estaba sufriendo.
Hinata corrió hacia la cama, con cuidado tomó de los hombros al vengador, y lo agitó como pudo para que despertara, pero no había cambio alguno, incluso un manotazo por parte de él la alejó unos segundos.
-Sasuke-san, está bien, no pasa nada... es solo una pesadilla -Hablaba en voz baja, cerca de su oído mientras intentaba despertarlo- Despierte, solo es una pesadilla.
La voz de la Hyuga era arrulladora, poco a poco los gritos dejaron de escucharse hasta que Sasuke abrió los ojos de golpe, encontrándose con la joven frente a él, preocupada. La respiración de él era irregular, su pecho subía y bajaba con fuerza como si no encontrara inhalar oxígeno suficiente.
-¿Está bien Sasuke-san? Respire, solo fue un mal sueño, estará bien... -La dulce voz de la joven lo trajo al presente, dándose cuenta que estaba en su habitación, y había tenido una de sus usuales pesadillas.
Sabía que todo estaba en su mente, pero no impedía que sintiera un miedo real, un dolor desgarrador al recordar la muerte de su familia, culpa por sus mala decisiones y el camino de oscuridad que había tomado. Lo ahogaba, por eso buscaba postergar el dormir lo más que podía, y solo lo hacía cuando su cuerpo no era capaz de tolerarlo más, y caía inconsciente en la cama o en el sofá de su oficina.
Su mirada desolada, se enfocó en el par de orbes blanquecinos que no dejaban de estudiarlo. Parecía verdaderamente preocupada, acariciándolo sin darse cuenta por su cabello, tratando de calmarlo. Esas acciones de la Hyuga, no hacían más que hundirlo en su miseria, recordarle que él mismo había elegido su destino, y se tenía bien merecido ese castigo psicológico al que estaba sometido diariamente.
En su mente, no era merecedor del consuelo de nadie. Y aun así, por una vez, solo un momento, quiso que alguien lo sostuviera. Que lo sostuviera alguien tan puro como ella, que ahuyentara los demonios que no lo dejaban en paz.
Guiado por esos anhelos, se dejó caer en el pecho de la joven que yacía de rodillas sobre su cama, rodeándola por la cintura, y cerrando sus ojos para solo percibir su aroma floral. Hinata se quedó paralizada, simultáneamente que sus mejillas tomaban un furioso color rojo, ante la cercanía que en ese momento tenía con el Uchiha. Podía sentir su respiración agitada cerca de su cuello, y como sus pechos quedaban aplastados por el fuerte torso del joven, nunca en su vida había tenido tal contacto con un hombre, por lo que era totalmente compresible su nerviosismo.
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La Sombra del Sonido
FanfictionSus corazones se hallaron, bajo la sombra del sonido. . . Después de la guerra, a pesar de haber decidido regresar a la aldea de La Hoja, Sasuke no se sentía a gusto ni bien recibido. Era de esperarse pues había cometido muchos errores durante su vi...