Capítulo 5: La ilusión de un hogar

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Ya se había extendido el rumor de que el líder Uchiha había salido herido del enfrentamiento, por lo que todo el pueblo estaba preocupado por él, y deseaban que se recuperara tan pronto como pudiera. Algunos incluso enviaron regalos a la Base Principal, que luego fueron transportados hacia la Casa Uchiha, donde su líder ya había sido trasladado ese mismo día. Tan testarudo como era, no quiso permanecer una noche más en el Hospital, ni que la Hyuga se quedara en una incómoda silla, así que tomándola de la mano desaparecieron ante la incrédula mirada de Tsukimi, y la sonrisa divertida de Shiro, para aparecer en la lúgubre sala de Sasuke.


Hinata, en contra de su personalidad dulce, lo había regañado. No estaba en condiciones para usar su chakra de esa manera, sabía el esfuerzo que requería y no estaba contenta con que el joven poseedor del Sharingan no se cuidara a sí mismo.


Sin embargo, aquella molestia no duró mucho, puesto que se encargó de atenderlo y cuidarlo. La noche empezaba, y debía asegurarse que se alimentara, por lo que lo dejó en la sala y se fue hacia la cocina.


Por su parte, Sasuke estaba encantando de ver ese carácter en la Hyuga, y tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no sonreír frente a ella mientras lo reñía, y no aumentar más su enojo.


Mientras Hinata cocinaba, tocaron la puerta y ella fue a ver de quién se trataba. Frente a ella estaban Shiro, Kenji, y cinco hombres más que no reconocía, pero todos hicieron una reverencia ante ella, como gesto de saludo, que la hizo sonrojar.


-Disculpe las molestias, Señora. Pero hemos venido por lo que ordenó el Señor en el hospital -Explicó Shiro, recordándole a la joven lo que había escuchado ese mismo día.


-Por supuesto, pasen -Se hizo a un lado, dejándolos pasar para luego guiarlos hacia la sala, donde Sasuke leía unos papeles. Al verlos, se dispuso a dejarlos a un lado para comenzar la reunión con sus hombres- Los dejaré solos.


Hinata se fue a la cocina, pues sabía que tendrían temas serios que tratar. Decidió que prepararía té para ellos, y así lo hizo, lo cual fue gratamente recibido por todos los hombres que estaban en la sala, Sasuke se lo agradeció en un susurro cuando estuvo frente a él, recibiendo una bonita sonrisa de Hinata antes de volver a la cocina.


Tanto Shiro como Kenji, no tenían dudas de que ese par sentían más que una atracción, y esperaban que su líder y también amigo, fuera lo suficientemente inteligente para no dejar ir a esa mujer que le hacía tanto bien.


Sumergidos en el tema de los ninjas renegados, todos prestaron atención a los planes de su líder. Estuvieron de acuerdo en casi todo, pero al llegar al punto en el que mencionó que partiría a La Hoja, todos alegaron que no debía ir solo. De hecho, decidieron que lo acompañarían como medida de seguridad, por si la amenaza era más grande de lo que se creía. Sasuke sabía que, si sus hombres iban, tendría que dar muchas explicaciones, pero concordaba en que era lo mejor.


Cuando la reunión terminó, todos se habían ido a excepción de Shiro y Kenji, quienes se quedaron revisando los informes de la gente a la que habían rescatado. Revisando su número, géneros, si estaban lastimados o de dónde provenían. En el hospital se habían encargado de obtener la información, y era impresionante que no pertenecieran a un solo lugar, sino que eran personas que venían de diferentes países y aldeas. Secuestrados por los renegados para hacer sus labores domésticas, y en ocasiones utilizarlos como espías dentro de las aldeas.


-Deberíamos someterlos a un estudio de sus mentes, no podemos arriesgarnos que entre ellos haya algún espía fiel -Comentó Kenji, cuando leyó de ese punto en el informe.


-Tienes razón, y se tendrá que organizar la siguiente zona residencial para estas personas... si es que se quedarán -Corroboró Shiro.


-Primero debemos comprobar su honestidad, y si están dispuestos a llevar una vida ocultos del mundo -Esta vez fue Sasuke, quien suspiró cansado dejando los papeles a un lado- Quiero que mañana se aseguren que los escuadrones estén listos para partir, en dos días más nos iremos hacia La Hoja, y quiero que todos estén listos por si se presenta la oportunidad de una batalla.

La Sombra del SonidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora