2.

272 47 8
                                    



Capítulo 2: Corte.


A principios de año, HeeSeung le había dicho a JungWon, el novio de su primo, que la gente era buena ignorando cosas que no querían ver. Parecía que él había sido culpable de lo mismo. Nunca se había preguntado por qué no había visto a GaEul en meses. Nunca le había preguntado a JaeYun dónde estaba ella. Él simplemente había estado contento de que ella no estuviera alrededor.

A HeeSeung no le caía mal GaEul. Ella era una agradable jovencita. Era buena para JaeYun: ella siempre le llamaba la atención de su mierda y le decía cuando estaba portándose como un culo. No, a HeeSeung ella no le caía mal. Pero había una diferencia entre caer mal y odiar. A él, ella no le caía mal.

HeeSeung se llevó la botella a los labios y tomó un gran trago. El vodka incendió su garganta mientras bajaba, pero el entumecimiento que había estado buscando desde que salió de su oficina no llegó.

JaeYun iba a ser papá.

Un papá. Su Jake.

Era surrealista. En muchos sentidos, JaeYun era todavía un inseguro, vulnerable niño, él mismo.

Un hijo.

GaEul iba a darle a JaeYun un hijo. Una familia, algo que JaeYun siempre había querido.

HeeSeung tomó otro trago de vodka. Su mirada perdida en la pared de enfrente, se preguntó cómo era posible sentir la pérdida de algo que nunca había tenido. Siempre supo que iba a terminar de este modo. Siempre supo que no había esperanza. Pensó que lo había aceptado. Pensó que estaba preparado. Él se había equivocado.

El timbre sonó.

HeeSeung miró la puerta y no se movió.

Volvió a sonar.

Suspirando, HeeSeung dejó la botella, se levantó y cruzó la habitación.

Abrió la puerta y no se sorprendió al ver a JaeYun.

—¿Por qué no me esperaste? Te dije que vendría después del entrenamiento—. JaeYun olfateó y entrecerró los ojos. —¿Estabas bebiendo?

—Sí— dijo HeeSeung.

Preocupación cruzó por el rostro de JaeYun. —¿Por qué?— preguntó, empujando a HeeSeung dentro de la casa—. ¿Ocurre algo malo?

HeeSeung rió, cerrando la puerta y apoyándose contra ella. Era un sonido horrible, pero no podía parar. Él se rió y rió y rió, de sí mismo más que de cualquier otra cosa. Sí, algo andaba mal: su vida.

Un estúpido. Un estúpido enamorado.

—¿Hee?— JaeYun dijo con voz insegura.

—Creo que las felicitaciones están a la orden del día.

—¿Felicidades?

—Sí— HeeSeung dijo, mirando a los ojos de JaeYun—. Por la paternidad inminente.

El rostro de JaeYun perdió todo color. Abrió la boca, pero la cerró de nuevo sin hacer ningún ruido.

—¿Por qué?— HeeSeung dijo, haciendo la pregunta que le había estado molestando durante horas—. ¿Por qué no me lo dijiste? Pensé- pensé que sería a la primera persona que le dirías algo tan importante.

La garganta de JaeYun convulsionó mientras tragaba. Él se limitó a mirar a HeeSeung y no dijo una palabra.

—¿Cuán avanzado está?

libro 3 (supe) ✧ heejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora