Capítulo 13

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Cuando los chicos se marcharon de la sala, los susurros y cotilleos no se hicieron esperar

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Cuando los chicos se marcharon de la sala, los susurros y cotilleos no se hicieron esperar.

—Dios mío, ¿has olido a esa omega? Seguro que ha entrado en celo.

—Es lo más dulce que he olido nunca, ¿crees que aún estará por aquí cerca? Podríamos ir a buscarla....

Un fuerte rugido acalló a los dos alfas, que hablaban en la fila de atrás.

—Vámonos de aquí —bramó Emma, haciendo su mayor esfuerzo por no girarse y arrancarles la cabeza a aquellos que se habían atrevido a hablar asi de Jenna.

Georgie asintió y los dos alfas abandonaron el cine.

—¿Qué narices acaba de pasar?

—Ha entrado en calor.

Emma aún sentía cada nervio de su cuerpo en tensión. Su bestia interior le rugia, exigiéndole que fuera en busca de su omega y pasara su calor a su lado, que la reclamara como suya y que no se separara nunca de su lado. Con un gruñido, golpeó la pared más cercana, sobresaltando a todo el que pasaba por alli

—Ey, Emma, ¿qué te pasa? —preguntó Georgie preocupado.

—Quiero... necesito verla —dijo entre dientes.

—¿Y por qué no vas a buscarla?

Emma rió amargamente.

—¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Por qué iba a querer Jenna pasar su calor conmigo?

Georgie rodó los ojos.

—Eh... ¿porque le gustas? Duh.

Emma miró a su amigo como si acabara de decir la mayor locura de la historia.

—No digas tonterías.

—Oh, vamos! ¡Solo le faltaba subirse encima de ti ahi dentro! Percy y yo no nos lo creíamos. Y, hablando de Percy, ¿tienes su número de...

—Solo estaba actuando guiada por su calor.

—Pues yo creo que estaba deseando que la marcaras.

—¡¿Estás loco?! Nunca le haría eso a Jenna.

—¿El qué? ¿Marcarle? ¿Qué tan malo podría ser?

—Ella es una omega dulce y jodidamente brillante, es la persona más inocente y alegre del mundo y no hay manera de que quiera estar amarrada a mi de por vida. No importa lo enamoradas que estemos mi lobo y yo de ella, nunca me perdonaría. Cada vez que estamos juntas, la gente nos mira como si fuéramos de otro planeta, y susurra. Yo sé lo que es ser el centro de los comentarios, el foco de las miradas de desprecio, que la gente se invente mierda sobre ti; pero ella no. Ella es demasiado buena para eso, demasiado buena para mí. No pienso exponerla a las habladurías de la gente.

intocable ⋆ jemmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora