El primer día después del incidente, ni Percy ni Jenna aparecieron por el instituto. Emma se sentía rara sin la presencia de la omega a su alrededor, sin su brillante sonrisa, sin sus mejillas sonrojadas y sin sus dulces palabras. Se sentía vacía e incompleta, y su humor decayó notoriamente. Le dedicaba miradas asesinas a todo aquel incauto que se atrevía a pasar por su lado, e hizo llorar a un grupo de alumnos de primero por estar parados en frente de su taquilla. Por primera vez, la leyenda de la malvada Emma Myers se estaba haciendo realidad.
El segundo día, el puño de Percy rompiendo su nariz le dio la bienvenida. Todo el mundo contempló incrédulo cómo el omega golpeó a la alfa con todas sus fuerzas. El pecho de Percy subía y bajaba con furia, y sus puños permanecían apretados a sus costados.
—¡Tú no mereces ser llamada alfa, Emma Myers!
El encolerizado grito de el omega resonó por todo el instituto.
Emma sostuvo su nariz, sintiendo una fuerte punzada de dolor y la sangre cubrir sus manos. Miró a Percy, el chico parecía realmente capaz de matarla en esos momentos, y ella sabía el motivo. Realmente, no podía culparle.
—Jenna está...
—Mal, está mal —acortó Percy—. La has destrozado, se siente usada y rota. ¡¿Qué clase de persona rechaza así a su pareja destinada?! ¡No eres más que una cobarde!
Pareja destinada. Aquellas palabras golpearon a Emma con la fuerza de un martillo neumático. Jenna también lo había sentido así. Nunca creyó que su propia estupidez pudiera llegar a esos límites.
—¿Ella quería que la marcara? —preguntó incrédula.
Percy empezaba a creer que quizá Emma no era mala, quizá solo era imbécil.
—Oh, pero ¡tú...! ¡Claro que quería que la marcaras, idiota! ¡Está loca por ti, su celo se adelantó por ti! ¡¿Qué te esperabas, un polvo y adiós muy buenas?!
Percy cada vez parecía más enfadado, ni siquiera le importaba la gente que observaba curiosa a su alrededor.
—¿Sabes? Nunca me gustaste, pero pensé que incluso tú serías capaz de ver que Jenna es la persona más maravillosa del mundo. Te había tocado el gordo y tú lo has despreciado y has roto su corazón.
Emma se sentía como la mierda más grande de todo el universo, Percy tenía razón, era una cobarde y un intento fallido de alfa. Aquellas palabras no le dolieron, porque ella sabía que eran ciertas; lo que de verdad le dolía, era saber que había herido a Jenna.
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intocable ⋆ jemma
Romance❛❛Tras meses de silenciosa observación, ¡llegó la hora de pasar a la acción! Emma es la alfa más temida y respetada en todo el instituto, pero no ha podido evitar caer por la dulce omega de cabello castaño y mejillas regordetas. ¿Será capaz de dar u...