RAMÉ; jinbam

first date;;

—¿Nuestra primera cita?

Estaba en el teléfono y no evitó sonar entusiasmado.

La primera cita no solo indica que se verá que sucederá entre los dos, sino marca el inicio de una nueva etapa emocional en tu vida, al menos así lo veía YuGyeom.

Jugó con su cabello y suprimió la pequeña sonrisa de sus labios.

—Si gustas verlo así —escuchó por el otro lado de la línea.

—Sí, suena lindo— si era sincero le entusiasmaba decir esas palabras.

Primera cita, primer amor, primera vez, todo era una experiencia única cuando se trataba de la primera vez

—Es una cita entonces.

Colgó el teléfono y lo apretujó en su pecho, ni siquiera le importaba verse ridículo.

—¿De verdad vas a salir con el amigo de ese tipo?

Olvidaba que Jackson vivía en el mismo techo que él.

Aquella ancha sonrisa se borró de un segundo a otro, aún le parecía increíble al menor como ese hombre podía cambiar su humor de forma tan abrupta.

Bajó sus manos y le miró un tanto escéptico.

—¿Del esposo de Bam? —cuestiono como si no supiera la respuesta—, Sí ese mismo, no tiene nada de malo.

Jackson por su lado mostró una sonrisa llena de ira contenida, le molestaba esa actitud que cargaba, pero aún así respondió lo que pensaba de la situación.

—Yo le veo muchos contras —acotó—, ¿No acaba de salir de una relación?

Se movió por la cocina, no necesitaba mirar ese gesto de pocos amigos, podía escucharlo a la perfección incluso si estaba en el baño.

—¿Tiene algo de malo? —cuestionó.

—Vas a ser el sustituto.

Jackson no era bueno con el tacto, era pésimo con las relaciones donde se involucran sentimientos y peor aún cuando se trataba de sí mismo, era obvio que la misma falta de práctica y torpeza con sus palabras nunca podía acertar lo que deseaba decir o decirlo de forma sutil.

—No empieces.

El sonido de la pequeña estufa encendida cortó un poco la escucha de Wang, quien no necesitó de ser un genio para saber que Kim estaba molesto, no era su culpa que este tuviese tan poca inteligencia para poder juntar los puntos cuando se trataba de relaciones.

—No empiezo —replicó—, solo te digo lo que pienso, puedo equivocarme pero es lo que suele suceder.

¿A qué venía ese espontáneo interés a su vida amorosa? Era estúpido, ¿Que le daba derecho de preguntar? ¿Acaso no lo había visto antes?

Se asomó por la sala, miró al castaño quién batalla con la estufa, como era usual, no lo miraba ni esperaba una respuesta solo intentaba entender cómo podía hacer trabajar ese viejo aparato.

—¿De cuando aquí estás tan interesado en mi vida amorosa?

Jackson se encogió de hombros, en realidad, no lo sabía, pero fuese lo que fuese no quería volverlo a ver de ese modo.

Nunca prestaba atención cuando se trataba de Kim, pero aquella única ocasión fue algo que lo dejó sin palabras.

Verlo al borde de sí, con los ojos rojos y la cara llena de sus lágrimas, abrazado, como si fuera un niño pequeño, de verdad Jackson llegó a pensar con cuidado acerca de la vida del otro, que mal tuvo en su vida para creer que ser tratado de esa forma sería algo bueno.