to forget and start;;

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—¿Crees que sea una buena idea que vaya a trabajar? —relamió sus labios, inseguro de salir de casa.

—Sí —aseguró—, ya puedo moverme, un par de horas solo no me harán daño.

JinYoung asintió con cierta duda, no quería dejarlo solo.

—Ven.

Cómo las últimas cuarenta y ocho horas lo obligaba a acercarse y el otro no se negaba de ninguna forma, así que se colocó a su lado y esperó por la misma acción que realizaba.

BamBam aún con cierta timidez colocaba sus manos sobre el rostro del contrario y lo acercaba para depositar un beso en sus labios.

Ninguno había dicho o hecho algo más, no conversaron nada desde la primera vez y solo estaban dejando que la misma situación se diera.

El menor no decía nada, no se animaba a hacer algo más allá, incluso si sentía que podía convencerlo con solo besarlo, había una extraña necesidad propia de querer hacerlo solo por gusto pero su propia vergüenza no le permitía llegar a más.

JinYoung se acercó por primera vez y lo besó de vuelta, un ligero y pequeño beso.

—No me tardaré mucho —habló con una sonrisa, aún cerca de los labios del contrario—, si necesitas algo me llamas.

BamBam asintió, reservándose el deseo de volver a acercarse.

Se levantó de la cama no sin antes depositar un beso sobre su frente y acariciar su rostro.

Relajarse de tanta gente a su alrededor sería bueno, los últimos días estuvo con Jackson a su lado y el chico, como era de esperarse nunca lo dejaba un segundo solo.

Si le preguntaban Jackson era un buen chico, pero los últimos días se portaba de una forma extraña, al menos estos días que parecía tomar cualquier oportunidad para cuestionar a su esposo tanto como opiniones o actitudes, quizá porque no tenía mucho de conocerlo, pero de cierta manera le preocupaba, porque Jackson era su amigo de años y le gustaría que lo aceptara.

Los comentarios ajenos no solían preocuparle de más, porque la única opinión que tomaba en cuenta era la suya, pero cuando se trataba de YuGyeom o Jackson siempre resentía un poco sus palabras, incluso si el día que YuGyeom se presentó lo contradijo en cada palabra, aún así había algo que lo hacía dudar.

Para el momento que se quedó solo, se animó a levantarse, sus músculos y cuerpo se sentían mucho mejor que hacía un par de días y el único resentimiento que quedaba eran los dolores por no mover su cuerpo y estar en cama la mayoría del tiempo.

No iba a pensar de más el asunto pasado, de eso estaba seguro, no iba a hacer memoria por su propio pie y hacerse más daño, porque con la culpa que ya sentía era más que suficiente.

Miró alrededor de la habitación mientras se estiraba con cuidado, tenía curiosidad de ver más detalles de la habitación de la persona que le gustaba.

JinYoung era un hombre con una imagen establecida, limpia y pulcra, pero bien decían que la habitación de una persona hablaba mucho de ella, y JinYoung no era tan organizado ni limpio como podría pensarse.

A veces dejaba las cosas en otro lado, otras podía tomar un par de calcetines impares como si nada.

En los últimos días que gastó en la misma habitación que él pudo aprender mucho de su personalidad y costumbres y eso le encantaba.

Algo que le gustaba era verlo despertarse cada mañana, algunas veces se despertaba de golpe, con el cabello enmarañado y asustado por el sonido de su propia alarma, otras apagaba el sonido y se removía con suavidad sobre su espacio, pero le gustaba cuando se tomaba su tiempo para mirar el techo y dejaba que los rayos de luz pegaran sobre su rostro de una forma… que le daba pena admitir pero amaba.

RAMÉ; jinbamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora