knowing us;;

109 19 27
                                    

Aprender y conocer es algo que hacemos de forma inconsciente, cada día de nuestra vida lo hacemos sin pensarlo mucho, puede ser adquirido de una experiencia propia, o quizá de una larga plática con alguien más.

Jackson se miró en el espejo, arreglando su cabello, solo un poco para salir a la calle mucho más confiado. Un par de pants deportivos junto con una camiseta blanca, eso era todo, no haría nada importante, más que comprar algo en una tienda de conveniencia.

Salió del pequeño apartamento, sin mucho en mente, más que conseguir algo de comida y YuGyeom se molestaría si volvía a tomar de sus fideos sin pedir permiso. Era muy especial cuando se trataba de comida, o mejor dicho, era especial con todo cuando se trataba de él, algo que realmente a nadie sorprendía.

La tienda quedaba a un par de cuadras, algo retirado si contaba con meticulosidad cada una de las calles, además de medirlas, debido a la longitud única de cada una, pero sentía que debía caminar un poco, después de todo la mayoría de su tiempo lo pasaba vagando en ese pequeño departamento, averiguando nuevos trucos para sobrevivir a la escases de comodidad, no entendía como YuGyeom parecía estar tan cómodo con ello.

Sus pasos se detuvieron a una calle antes de llegar a su destino, escuchó un sollozo que parecía provenir de algunos metros de distancia, no muy lejos. Cualquier otro día lo pasaría de largo, pero hubo algo que lo hizo detenerse y mirar, encontrándose con una imagen muy particular.

—Pensé que llorar no era lo tuyo.

Fue un saludo poco amistoso, pero era lo más carismático que su cerebro pudo idear.

—Cállate –miró como el contrario pasó sus manos repetidas veces por su cara intentando quitar las lágrimas y desastre que conformaban su totalidad.

YuGyeom estaba ahí, sentado en el suelo, luciendo como un desastre.

—¿Todo bien? 

Era claro que nada estaba bien, pero no tenía muchas opciones como respuesta.

Kim, con los ojos rojos y aun llenos de agua se dirigió a él, apretó los labios y hundió la cabeza en el hueco de su estómago y piernas.

Estaba en un pequeño callejón, uno al que no cualquiera entraría y por ende nadie se atrevería a buscar, el olor a humedad y basura era notable, nadie con instinto propio entraría ahí por gusto.

—¿Cómo sabes que estaba aquí?

Jackson hizo una mueca.

—Te gustan los lugares de poca calidad. –bromeó y como premio recibió a cambio una patada en su pierna.

No había mucha distancia, Wang se acercó lo suficiente para reconocerlo, así que golpearlo no fue una tarea difícil.

—Bien, bien, solo fue una coincidencia –aceptó—, no es la gran cosa.

YuGyeom aun con la vista hundida asintió, el castaño no tuvo muchas opciones y pensó que lo mejor sería colocarse a su lado, aun si su ropa se veía afectada o arruinada por la suciedad del lugar pensó que era correcto.

Posó una mano sobre su espalda de forma un poco incómoda y le dio un ligero apretón.

—Todo estará bien.

Y con ese par de palabras el menor comenzó a llorar sin control.

Era un poco extraño fingir como apoyo cuando se trataba de aquel chico de cabellos extraños y oscuros, no le era común. Nunca pensó en brindarle apoyo, mucho menos en sentarse a su lado en un callejón que olía horrible, pero ahí estaba a su lado, tratando de ser empático.

RAMÉ; jinbamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora