20. YO SOLO QUERÍA SER FELIZ.

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Santa Biblia Reina Valera 1960 - Proverbios 10
22 La bendición de Jehová es la que enriquece,
Y no añade tristeza con ella.


Me quedé mirandolo, atónita sin saber que decir, este hombre tiene una muy extraña aura.

De alguna manera me siento conectada con él, es lo mismo que sentí cuando ví a aquel chico.

No pude resistir su mirada sobre mi, la cual estaba atenta a mi respuesta.

—esto yo...—bajo la mirada sin saber que decir.

—¿Tu que? —vuelve a hablar.

—yo...—la verdad es que no sé que decir, estoy muy nerviosa.

—sabes —me dice —no tengo tiempo para verte pensar, así que me retiro primero.

Comenzó a caminar en dirección contraría.

Me quedo simplemente mirandolo, con la necesidad de volver a alcanzarlo, pero sin saber qué rayos decirle.

Posiblemente crea que soy una rara o algo así.

Llega a un carro blindado que por cierto se ve muy costoso y abre la puerta con la intención de subir e irse.

—espere, espere —corro hacia él.

El descansa su brazo sobre la puerta y me dedica una mirada que a mí parecer es dulce.

Al llegar frente a él, el dolor de cabeza se comienza a intensificar.

—¿Usted es él que le mataron toda la familia? —pregunto.

Puedo ver su incomodidad al escuchar esa pregunta.

Posiblemente me dirá que soy una metiche.

Fue muy imprudente de mi parte preguntar ello, pero no sabía que más decir.

—yo...lo siento —digo apenada —no debí preguntar aquello.

El sonrió.

Fue una sonrisa muy tierna.

Pero supongo que son suposiciones mías.

—siempre has sido muy curiosa —me dijo sin dejar de sonreír —pero, ¿Qué te hace pensar que todo lo que dice la internet de mi sea verdad?.

Habla como si me conociera.

Es como si fuera parte del tiempo que no recuerdo.

—osea que usted no perdió toda su familia —hable lo primero que se me vino a la cabeza.

Sentía que el corazón se me iba a salir.

El levanto su muñeca y miro el reloj.

—el tiempo se acaba Linda —me dijo.

Esperen.

Yo en ningún momento le dije mi nombre.

O ¿si?.

—¿Cómo así que el tiempo se acaba? —pregunte —¿Y como es que sabe mi nombre?.

El suspiro mientras una fuerte punzada en mi cabeza me hizo sentir un poco mareada.

—para nadie es un secreto que eres una modelo reconocida —responde —y en cuanto a que él tiempo se acaba, solo escucha.

Me quedo en silencio y entonces lo escuché.

—Linda, Linda —es la voz de York que me llama a la distancia.

Volteo en dirección de dónde lo oigo.

—aquí estoy —le grito porque no le veo.

—¿Dónde? —pregunta.

—aquí —vuelvo a gritar.

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