Angel Or Devil •Michaeng•

•05•

-¿La estoy matando?

Todo el color en el rostro de Ryujin pareció haber desaparecido en el momento que le contaron lo que estaba pasando.

-Si no te alejas de ella ahora mismo, después será demasiado tarde- Mencionó Chaeyoung quien había sido la encargada de darle la mala noticia.

Sorprendiendo a Mina por la frialdad con que le había contado todo al pobre demonio. Ella esperaba que la castaña tuviera un poco más de tacto al momento de contarle todo pero al final terminó soltándole todo sin ningún filtro.

-Pero ella está bien, los médicos dijeron que se recuperaría- Ryujin retrocedió unos pasos mientras negaba con la cabeza, eso no podía estarle pasando.

¿Por qué cuando había encontrado alguien que la quería por lo que era? ¿Por qué tenía que ser Yuna?

-Si quieres seguir engañándote con falsas esperanzas ya es tu decisión, solo queríamos decirte lo que estaba pasando.

-No, eso no puede ser, Yuna se mejorará- Chaeyoung soltó un pequeño suspiro.

-Borraremos sus recuerdos, todo lo que pasó contigo desaparece para siempre- Intervino Tzuyu haciendo que Ryujin clavara su mirada en ella.

-No voy a permitir eso- La castaña volvió a soltar un pequeño suspiro al escuchar la rápida respuesta de la peliazul.

-No es como si estuviéramos pidiendote permiso, solo estamos avisandote- Ryujin apretó con fuerza los puños mientras miraba con furia a Chaeyoung.

-Así que para eso fue todo ese teatro de ayer, para poder encontrarla- La peliazul no podía creer que había caído tan fácilmente en la trampa.

-Solo estoy cumpliendo una misión- La peliazul miró directamente los ojos de Chaeyoung, esa mirada no le mostraba nada, ni siquiera un poco de compasión.

-Eres una maldita porquería- Se lanzó hacia ella con la intención de golpearla pero Mina detuvo el ataque antes de que pudiera golpear a la castaña.

-Cuida tus palabras- Le dijo de manera firme -Entiende que esto es por el bien de las dos.

Chaeyoung miró la espalda de Mina y no pudo evitar sonreír suavemente.

-Tú debes volver al infierno, y ella debe continuar con su vida ordinaria, no hay manera de que ambas puedan estar juntas- La pelinegra soltó a Ryujin.

-Pero...- La peliazul agachó la cabeza, no quería creer que todo terminaría de esa manera.

-Ella no te lo ha dicho, pero la verdad es que está sufriendo- Sana intervino mientras se paraba al lado de Mina -Debes entender la situación en la que están.

-Ella me olvidará, ¿Entienden lo que eso significa?- Ryujin miró a todas, buscando algo de compasión de parte de alguna de ellas -No podré volver a verla, todo lo que vivimos será como si nunca hubiera pasado.

-Esto es una perdida de tiempo- Volvió a hablar Chaeyoung, llamando la atención de todas -Entiende que es algo que no puedes manejar.

-¿¡Cómo te sentirías tu si supieras que la persona que amas no volverá a recordarte nunca!?- Gritó Ryujin, haciendo que todas dirigieran su mirada a una Chaeyoung que miraba fijamente a la peliazul.

-Sí es por su bien, haría todo lo que estuviera a mi alcance para poder mantenerla con vida, incluso si eso incluye el hecho de que no volverá a recordarme- Respondió tranquilamente -Seguirá viviendo, ¿No crees que eso ya es lo suficientemente bueno? ¿O acaso quieres ver cómo su vida se va apagando? Y que termine muriendo por tu culpa.

Ryujin miró de regreso a Chaeyoung, quedándose en esa posición por varios segundos.

-Ella solo intenta hacerte entrar en razón Ryujin- Trató de aligerar el ambiente Mina.

-La amas, ¿No es así?- Preguntó Chaeyoung.

-Por supuesto que lo hago- Respondió sin titubear la peliazul.

-Entonces déjala ser feliz, aunque no sea a tu lado.

Ryujin bajo ligeramente la cabeza. En realidad estaba pasando, la iba a perder para siempre, el solo pensar en eso hacia que su corazón se doliera, haciendo que las lágrimas que llevaba reteniendo un rato por fin salieran.

-Ryu...- Mina quería acercarse y abrazarla pero Sana que estaba a su lado se lo impidió, negando suavemente con la cabeza.

-Parece que lo has entendido...- Chaeyoung miró a Tzuyu y asintió.

-Por favor...- Habló entre sollozos la peliazul llamando la atención de todas -Dejenme despedirme de ella, por favor.

Mina se giró y miró rápidamente a Chaeyoung, buscando su aprobación.

-Si eso es lo que quieres- La pelinegra sonrió suavemente al escuchar la respuesta de Chaeyoung -Dahyun, espera un momento, Ryujin está de camino.

-Bien, aunque la chica está dormida y no creo que vaya a despertar en un rato, al parecer los medicamentos son muy fuertes.

-No te preocupes por eso.

-Ve- Le ánimo Mina con una pequeña sonrisa.

-Gracias- Ryujin se limpio las lágrimas con su mano y se fue.

-¿Eso estuvo bien?- Pregunto Tzuyu mientras se acercaba.

-Podrá despedirse- Chaeyoung se recostó sobre un árbol y cerró los ojos -Al menos...

(...)

-Yuna~- Ryujin soltó una pequeña risa, claramente la más joven no iba a despertar, pero eso era lo mejor para ella, terminaría rompiéndose si Yuna le sonreía de esa manera tan dulce que tenía para hacerlo -Gracias por todo- Una pequeña lágrima cayó sobre el rostro de la castaña -Gracias por aceptarme- Tomó una de sus manos y la apretó suavemente -Gracias por mostrarme que valgo la pena- Se acercó un poco y dejó un pequeño beso en los labios de la castaña -Te amo- Cerró los ojos con fuerza mientras se alejaba y se dirigía a la salida -Adiós...

-Parece que has terminado- Dahyun que esperaba fuera de la habitación se levantó y la miró.

Ryujin solo pudo asentir, las lágrimas que bajaban constantemente por sus mejillas no parecían tener la intención de detenerse.

-Bien- La pelimorada entro a la habitación.

Minutos después, el dolor desapareció.

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