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En el infierno

-Chewy- Sana apretó suavemente la mano de la peliroja.

Desde que llegaron no había dejado de quejarse, a la par que su temperatura se incrementaba cada vez más.

Sana estaba muy preocupada.

-¿Cómo sigue?- El Rey demonio entro a la habitación de la rubia y miró el cuerpo de la peliroja.

-Su temperatura ha estado incrementando demasiado- Respondió sin desviar la mirada de Tzuyu.

-Mezcle mi magia demoníaca con su magia angelical, estás dos no pueden estar presentes en un mismo cuerpo, por eso su cuerpo está reaccionando de esta manera- Se acercó un poco y colocó su mano sobre la frente de Tzuyu-Pero lo está asimilando de buena manera- Alejó su mano -Por ahora procura mantener su temperatura lo más baja posible, en un par de horas se estabilizará.

-Está bien- El Rey le dió una última mirada a la peliroja antes de la salir de la habitación.

-Sana- Una pelinegra entró a la habitación con varias cosas en sus manos -He traído los paños y el agua fría.

-Gracias Momo, déjalos en la mesa por favor- La pelinegra asintió.

-¿Cómo sigue?

-La temperatura no ha disminuido.

-He estado preparando un medicamento para la fiebre, si quiere puedo probarlo en Tzuyu- Sana la miró de reojo.

-Está bien, tráelo- Momo asintió y salió rápidamente de la habitación.

-Sana- La rubia centro toda su atención en Tzuyu al escucharla hablar -Tengo mucho calor.

-Tranquila, Momo traerá algo para que te sientas mejor, ¿Si?- Le habló con cariño mientras ponía un pañuelo con agua fría sobre su frente.

-Sana- La rubia la miró a los ojos -Te quiero mucho- Susurró antes de caer nuevamente inconsciente.

-Yo también te quiero mucho- Dejó un pequeño beso en los labios de la pelinegra y se dispuso a limpiar todo el sudor que Tzuyu tenía en el cuerpo.

Por otro lado estaba Mina, la cual había ido a ver cómo seguía Tzuyu pero al escuchar que estaban hablando, se quedó afuera escuchando todo y sintiendo la inmensa necesidad de que en algún momento de su vida, esa persona especial para ella se preocupara y la cuidara de la misma forma que lo hacía Sana con Tzuyu.

Aunque las esperanzas fueran mínimas.

-Mina, ¿Qué haces aquí?- Momo había regresado con el medicamento y se había encontrado con la pelinegra.

-Ah, yo estaba de salida- Sonrió nerviosa -Iré a hablar con Papá, tu encárgate de Tzuyu.

La pelinegra asintió, no muy segura de que lo que estaba pasando.

Mina por otro lado, decidió ir a su habitación y dormir, mañana vería a Chaeyoung, era lo único que podía ponerla de buen humor.

(...)

-¿Se encuentra bien?- Preguntó el demonio que caminaba al lado de Mina, al escucharla bostezar como por sexta vez en lo que iba de la mañana.

-Si, eso solo que no pude dormir bien- Respondió la pelinegra mientras caminaba lentamente por los pasillos del palacio.

Se había pasado toda la noche pensando en las palabras que ella misma había dicho, era cierto que en ningún momento le había expresado sus sentimientos a Chaeyoung, pero tampoco es como si ella fuera muy sutil que digamos, su hermana e incluso Tzuyu habían notado que ella sentía algo por la menor, era imposible que la mismísima Chaeyoung no se hubiera dando cuenta.

Angel Or Devil •Michaeng•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora