📲 Adri: Xavier xfavor perdona por no habértelo contado antes
📲 Adri: Contesta
📲 Adri: Di algo
📲 Adri: Necesito hablar contigo
📲 Adri: Llámame cuando veas los mensajes
Obviamente ya los había visto. Pero estaba claro que no le apetecía lo más mínimo contestarme a ninguno de ellos.
-¿Estás segura de que no quieres volverte conmigo?
Miré a mi prima que estaba terminando de hacer la maleta. Su amigo con derechos había vuelto ya de las vacaciones así que se volvía a la ciudad unos días antes de que empezaran las clases para pasar tiempo con él. Sonreí amargamente.
-Estaré bien.
-¿Xavier sigue sin contestarte?
Me encogí de hombros dejando el móvil sobre la cama y me acerqué para ayudarla a empaquetar.
-Se le pasará.- dijo tratando de animarme. -Te quiere mucho.
El teléfono sonó en ese instante y me abalancé sobre la cama para cogerlo. Era Irene. Adiós a mis dos segundos de felicidad. Mi mejor amigo seguía odiándome.
📲 Irene: te recojo a las 4?
📲 Adri: ok. Van los chicos?
📲 Irene: no...😔
📲 Adri: Xavier te ha dicho algo de anoche?
📲 Irene: no x? No hemos hablado
📲 Adri: nada. Te veo a las 4
📲 Irene: 😘😘
📲 Adri: bss
-¿Xavier?- preguntó mi prima desde el otro lado de la habitación.
-Irene.- contesté tumbándome boca arriba sobre la cama.
Cerré los ojos y aspiré profundamente para luego dejar salir todo el aire despacio. Estaba bien. No pasaba nada. Al fin y al cabo esto era un pueblo pequeño, no había muchos sitios a los que ir. Puede que Xavier no quisiera contestarme al teléfono pero no podría evitarme a la cara. Y entonces tendría mi oportunidad para explicarme.
🖤🖤🖤
-¿Qué pasa?
-Ey.
Irene me saludó efusivamente con un beso. Demasiado efusiva. Algo raro pasaba. Miré a Fran que estaba con ella y me devolvió una sonrisa fingida. Genial más gente comportándose rara conmigo.
-Parecía que discutíais.
-No discutíamos.- se apresuró a decir Fran.
-Sí discutíamos.- replicó Irene.
-Vale. Esto es raro. Estáis siendo raros. Y no me gusta. ¿Alguien me quiere explicar qué está pasando?- dije mirando a uno y a otro alternativamente para ver cuál de los dos se atrevía a hablar primero.
Fran apartó la mirada.
-Mario se ha ido.- Irene escupió las palabras como si le quemaran en la boca.
-¿Cómo que se ha ido?
-A casa de una de su uni.- añadió.
No entendía nada.
-Con más amigos.- se apresuró a añadir Fran.
Miré mi teléfono. No sé por qué lo hice. Sabía perfectamente que no tenía ningún mensaje suyo, no desde la noche anterior. Y ahora se había ido. La cabeza empezó a darme vueltas. Sentía que me faltaba el aire. Oía las voces de Irene y Fran cómo un lejano murmullo discutiendo sobre la semántica de si se había ido con una tía o con amigos. Me daba igual. Me importaba una mierda. Se había ido y punto. Después de lo de anoche el muy gilipollas se había ido y ya está.
-Adri, ¿estás bien?
La mano de Irene sobre mi brazo me hizo volver a la realidad.
-Sí, estoy bien.- sonreí disimulando mi corazón roto.
-Lo siento, es...
Ni siquiera su amigo encontraba las palabras.
-¿Un capullo?
-Complicado.- sentenció dedicándome una sonrisa para intentar quitarle hierro al asunto.
Asentí devolviéndole la sonrisa, como si no me importara. Cómo si no me doliera cada centímetro de mi cuerpo que antes él había besado. Me sentía estúpida. Joder. Me sentía tremendamente estúpida. Me había creído todas sus palabras bonitas. Me había hecho sentir especial. Llegué a creer que era la única persona capaz de atraparlo. Porque eso era lo que él me repetía constantemente. Que yo lo había atrapado. Menuda idiota. Había caído en sus redes, y ahora yo era quien me sentía como una mosca enredada en una telaraña para acabar siendo devorada por una araña mucho más inteligente.Estaba claro que me confundí. No me quería. Nunca me había querido. Yo sólo había sido una más de sus conquistas de verano. Efímero. Pasajero. Irrelevante. Para él, claro. Para mi nuestra historia había significado más, mucho más.
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Amor y otras drogas - ADRENALINA [Completa]
Roman d'amourDicen que en la vida todos tenemos tres amores. El primero es el que llega en la adolescencia, inocente, te llena de ilusiones. El segundo te enseña el dolor y te aferras a él aún sabiendo que no es para ti. Ese amor que hubieras deseado que fuera p...