La presidenta

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Wednesday siguió amándola hasta que Enid alcanzó su cuarto orgasmo de la noche. La pelinegra se había encargado de haberla recorrido entera y de que no quedara centímetro de su piel sin reclamar como propio. Pero ahora, en un tiempo de descanso, la pelinegra estaba sorprendida por lo que Enid le estaba diciendo - ¿Nunca, nunca? - Preguntó incrédula mirando a la ex rubia que descansaba en su pecho. Enid todavía agitada y con los ojos cerrados, agitó la cabeza para mirar- ¿Nunca más de un... nunca más de un orgasmo? - Hizo la pregunta completa y volvió a tener la misma respuesta - ¿Estás seg....

-Weds - Enid no quería escuchar más la misma pregunta - Bésame, por favor - Pidió.

Se fundieron en un abrazo de piel ardiente, muslos entrelazados, bocas sedientas y con los ojos cerrados y manos sin vergüenza. Enid deslizó su propia mano entre sus cuerpos y sorprendió a la pelinegra al sujetarle el miembro. Wednesday se arqueó y gimió como si la hubieran herido de muerte. Su pene creció en la mano de Enid mientras el beso se profundizaba y los dedos de Wednesday separaban los labios de la vagina para hurgarla. No hallaban la saciedad, no existía fin.

-Quiero ponerme sobre ti- Le dijo la ex rubia.

Wednesday sonrió - Puedes hacer conmigo lo que quieras - Le dijo entregada.

Con mucho esfuerzo se levantó del sillón y buscó otro condón agradeciendo haber estado preparada para esa noche. Volvió a Wednesday y le colocó el preservativo bajo su atenta e intensa mirada. Cuando se acomodó, volvió a sentirse nerviosa por el tamaño de la chica - Ayúdame - Le dijo suavemente a la pelinegra y esta no dudó en seguir su indicación. La ayudó a acomodarse y a deslizarse sobre su pene duro y caliente hasta que el cuerpo de Enid lo tragó por completo, el rostro de Enid pasó del dolor al placer en milésimas de segundos. Poco a poco Enid se iba meciendo sobre Wednesday e iba encontrando el vaivén correcto.

Por su parte Wednesday no atinaba a nada, se limitaba admirar la mujer que estaba sobre ella. Con sus enormes pechos resaltando le recordaba más que nunca al dibujo que había hecho sobre la pared de la oficina. Su Enid. Su amor. Su autoritaria y dulce mujer sin vello, pelirroja y con marrones ojos. Su dama. Ella nunca había estado en los planes de Wednesday, pero solo tuvo que abrir una puerta para encontrársela. En verdad la pelinegra nunca había buscado enamorarse, pero Enid le provocaba una clase de pasión que jamás había sentido, ni siquiera con sus dibujos. Sin duda su vida había cambiado y ya no la podía pensar sin Enid en ella. El sentimiento que salía de Wednesday, el amor que sentía por la mujer que estaba moviéndose sabrosamente sobre ella la emocionó. La pelinegra se incorporó para quedar frente a ella. Enid se acomodó y la recibió en su nueva postura.

-Mírame, por favor - Le pidió la pelinegra a Enid. Por unos instantes se contemplaron en silencio - Eres lo más hermoso que he visto en mi vida- Le dijo sincerándose.

- Tú eres lo mejor que me ha pasado en mi vida. Hiciste que naciera de nuevo, que volviera a recuperar esa Enid que perdí y tanto. quería que volviera - Confesó.

El placer las sorprendió con los labios unidos y ambas gimieron en la boca de la otra hasta que se desarmaron sobre el sofá. Se quedaron quietas mientras recuperaban el aliento. Para malestar de la pelinegra, Enid salió de ella y bajó del sillón para después caminar hasta la pared pintada por Wednesday. La pelinegra se incorporó sobre sus codos para contemplar a la ex rubia. 

-Adoro lo que hiciste - Le dijo desde su lugar - Podría pasarme horas mirándola- La pared era una pintura en sí misma.

La pelirroja se perdió en los detalles hasta que sintió como Wednesday la abrazaba por detrás. El pene de Wednesday se coló entre sus nalgas haciendo que Enid se mordiera sus labios, estaba cansada pero el deseo nunca cesaba - Este es el primer día feliz de mi vida desde hacía mucho tiempo. Y es gracias a ti - La voz de la pelinegra hizo que un escalofrió la recorriera de punta a punta. Pero no era una mala sensación, al contrario, era una sensación de placer.

No Soy Para Ti  (WenClair Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora