𝟔𝐭𝐡 𝐦𝐨𝐧𝐭𝐡

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◡◠◡◠◡◠◡◠◡◠◡☻ 𝐳𝐡𝐚𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐨 ☻◡◠◡◠◡◠◡◠◡◠◡

─ ¡Hao!

─ ¡Ya salgo! ─gritaba desde mi habitación mientras luchaba con mi zapato.─ ¡Dame cinco minutos!

─ ¡No te demores!

Sonreí un poco al pensar en como Hanbin era tan atento. En todo este tiempo me di cuenta que se volvió más exigente gracias a la paternidad.

─ Weichen...tu papi será el mejor. ─susurré mirando el bulto en mi vientre con una gran sonrisa. Estaba seguro de que Hanbin sería un padre muy responsable y atento...contando lo apuesto, obvio.

Suspiré aliviado cuando finalmente logré ponerme el zapato y salí de mi habitación, viendo como él me esperaba recostado sobre la puerta.

─ ¿Estás listo? ─preguntó tomando mi mano en el momento que llegué a su dirección. Asentí sonriendo y ambos caminamos hasta su auto.

Eran pocas las veces que usábamos el auto, Hanbin se pasaba la mayor parte del tiempo junto a mí en casa, por lo que no había necesidad de conducir.

Sin embargo, cada que estábamos dentro, siempre sacábamos el tema del embarazo a flote; mucho más ahora que nos dirigíamos hacia el hospital para la tercera ecografía en donde revelarían el sexo del bebé.

─ Pienso que será niña. ─decía Hanbin sin apartar la vista de la carretera.

La verdad que yo nunca me había puesto a pensar en aquello, solo esperaba con ansias ver su rostro y darle todo mi amor.

─ Sea lo que sea, yo seré feliz.

Al llegar, me registré como de costumbre y esperé afuera del consultorio junto a Hanbin, quien jugaba con mi mano como si fuera un juguete; a veces pensaba que él era un nene más.

─ Disculpen... ─una voz nos hizo levantar la mirada, notando como un chico se nos acercaba con nirada dulce.─ ¿Este es el consultorio trece?

Hanbin y yo asentimos al instante y él agradeció antes de sentarse en las sillas frente a nosotros junto a otro chico que estaba en las mismas condiciones que yo, con la diferencia de que su vientre era más grande, como si su bebé ya fuera a nacer.

Ambos se veían tiernos, muy felices, tanto que contagiaban su alegría haciéndome sonreír a mi también. Ellos hablaban sobre su bebé; sería una niña a la que llamarían Chaemin, cosa que me hizo pensar en Weichen al instante.

¿Realmente iba a dejar al bebé con ese nombre? Tenía un significado bonito: alguien gentil y natural. Lo pensé por mucho tiempo sin llegar a un acuerdo conmigo mismo, por lo que decidí preguntarle a Hanbin y tener otras opciones.

─ Bin... ─llamé para captar su atención, hasta que la puerta del consultorio fuera abierta, interrumpiéndome al instante.

Al ingresar, la doctora me recibió sonriente y me pidió que me recostara sobre la camilla, como ya habíamos hecho antes en las dos últimas ecografías que tuve.

Como era de esperarse, Hanbin se sentó a mi lado tomando mi mano, mientras esperaba ansioso por el resultado. Él parecía más emocionado que yo.

Dejé al descubierto mi vientre y ella empezó a esparcir el gel sobre mi piel, haciéndome cerrar los ojos por lo frío que se sentía. Luego, llevó el transductor sobre el gel moviéndolo de un lado a otro, proyectando todo sobre la pantalla frente a mí.

─ Esto que ven es la silueta de su bebé. ─decía la doctora señalando la pantalla. Honestamente solo notaba manchas sin sentido, no distinguía bien la forma del cuerpo de Weichen.─ Veo que todo está en orden, su bebé parece estar sano.

Estaba aliviado, sus palabras me hicieron respirar con normalidad otra vez, tenía miedo de que algo malo ocurriera. Giré para mirar a Hanbin, hasta que noté como lloraba mientras presionaba mi mano; inmediatamente me preocupé.

─ Binnie, ¿qué pasa? ─él me miró y limpió sus lágrimas con prisa, dejando ver su nariz roja que solo me derretía de ternura.

─ Me emocioné al ver a Weichen. Es muy adorable. ─comentó derramando lágrimas otra vez. Solo sonreí ante su tierno acto, acariciando su mano con mis dedos.

─ ¿Quieren saber el sexo de su bebé?

Tan pronto como la doctora terminó de hablar, Hanbin asintió secando la humedad de sus mejillas con rapidez, mirándola con ilusión en sus mirada enrojecida.

─ Veo que están emocionados por saber. ─soltó ella sin dejar de sonreír.

Comenzó a ver la pantalla frente a nuestros cuerpos, inspeccionando cada parte de la diminuta silueta que se movía gracias al transductor, hasta que finalmente sonrió en grande.

─ Felicidades, es un niño.

Apenas dijo aquello, podía sentir a Hanbin besando mi rostro causándome cosquillas. Podía sentir su emoción, yo estaba igual. Al fin podríamos decir que Weichen sería nuestro hijo.

─ No sabes lo feliz que estoy. ─su voz era suave pero alegre al mismo tiempo. Parecía que rompería en llanto otra vez en cualquier momento.

─ Yo también estoy muy feliz. Deseo con ansias conocer a nuestro hijito.

Sin importarle mucho que la doctora estuviera presente, Hanbin se acercó a mis labios y dejó un corto y dulce beso que me hizo sonreír ingenuamente.

─ Te amo demasiado. ─dijo entre risas para luego separarse nuevamente.

Yo no podía describir lo que sentía con certeza. Lo único que sabía, era de que tenía el corazón latiendo a mil por hora, y todo era debido a Hanbin y a mi pequeño Weichen.

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𝐖𝐄𝐈𝐂𝐇𝐄𝐍 ⩴ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora