𝐖𝐄𝐈𝐂𝐇𝐄𝐍 ⩴ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧

𝟕𝐭𝐡 𝐦𝐨𝐧𝐭𝐡

◡◠◡◠◡◠◡◠◡◠◡☻ 𝐳𝐡𝐚𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐨 ☻◡◠◡◠◡◠◡◠◡◠◡

Escuché ruidos sobre la cama e inmediatamente giré encontrando a Hanbin quien recién se despertaba. Sus ojos somnolientos y su cabello despeinado lo hacían ver más adorable de lo que ya era.

Iba a hablarle hasta que él se me adelantó, apoyándose sobre sus codos para mirar mejor mi cuerpo frente al espejo y mi ropa dispersa por toda la habitación.

─ Amor...¿pasa algo? ─preguntó señalando todas las prendas sobre el colchón y el piso.

Estaba seguro de que se despertó gracias al ruido que hacía mientras luchaba por encontrar algo que me quede bien. Sonreí un poco apenado antes de decirle lo que sucedía con exactitud.

─ Estaba probándome unos pantalones pero me di cuenta de que ya no me quedan.

Y era verdad, gracias a que mi vientre crecía más, iba aumentando unas cuantas tallas haciendo que la ropa que usaba a diario ya no me quedara.

─ No quiero usar pantalones deportivos, no me gustan. ─dije lanzando los buzos que tenía en mis manos. No eran de mi agrado.

De pronto, su risa se escuchó en la habitación y yo lo miré de mala gana. ¿Qué acaso no veía la gravedad de las cosas? Me estaba quedando sin ropa.

─ Te ves muy tierno. ─soltó sonriendo sin dejar de mirarme.

─ Estoy en crisis, Hanbin. ─suspiré para darme la vuelta otra vez, mirando mi pijama sobre el espejo. ¿Tendría que usar esto todos los días para estar cómodo y verme bien?

No estaba molesto, pero si me fastidiaba el hecho de no poder ponerme mis prendas favorita. Los outfits que últimamente usaba eran muy básicos y no me sentía bien.

─ No te enfades. ─de repente sentí como Hanbin abrazaba mi cuerpo escondiendo su rostro en mi cuello, dejando su cálido aliento.─ Te volverás un hombre amargado.

─ Mis caderas se ensancharon, ya no cierran los pantalones.

Él levantó la mirada y apretó mis mejillas a su gusto, haciéndome reír un poco por la forma como jugueteaba. Fácilmente podría ser su peluche si él quisiera.

─ Si sigues haciendo pucheros, te besaré y no podrás escapar. ─dijo mirándome con una sonrisa.

─ Hanbin... ─solté en modo de berrinche.─ Me quedé sin ropa, voy a tener que usar las sábanas como camisetas. ─bien, sabía que exageraba un poquito.

La risa de Hanbin se escuchó por toda la habitación hasta que finalmente se separó de mi cuerpo y se sentó en la cálida cama. Parecía pensar en algo, cosa que me dio curiosidad.

─ ¿Qué sucede? ─pregunté y él me miró con ojos brillantes. Era tan lindo.

─ ¿Vamos de compras?

Tan pronto como terminó de hablar sentí mi vida iluminarse. Al fin podría comprar ropa de mi gusto y talla para sentirme bien.

Inmediatamente me lancé hacia su labios y los besé con rapidez antes de correr para tomar en manos lo primero que estuviera a mi alcance.

─ Hay que desayunar en el centro comercial. ─comenté y él asintió sin dejar de sonreír. Amaba cuando sonreía de esa manera, se asemejaba a un conejito.─ Voy a ducharme primero.

Caminé hacia el baño hasta que me detuve por un momento, girando mi rostro antes de cerrar la puerta detrás de mí, y lo miré con picardía.

─ ¿Quieres ducharte conmigo? ─cuando escuchó mis palabras pude ver como sus orejas se enrojecían lentamente.─ Digo, para ahorrar agua.