For Ness

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Mucho tiempo después...


Las luces del marco del espejo iluminaban su inigualable rostro, esa belleza natural que poseía era sumamente hipnótico, te cautivaban aquellos ojos café y esa sonrisa cálida que te brindaba hacía ablandar hasta al más maligno ser de la tierra.

Se colocaba el labial transparente para hacer brillar sus labios, al tiempo que rememorizaba el éxito que había tenido arriba del escenario. Había sido el show número dieciocho en lo que llevaba de la segunda gira de su carrera, y daba la coincidencia de que ese día también cumplía dieciocho años. Pero no por eso quería cancelar el show, ella decía que estar con sus fans era un regalo incomparable.

Tocaron la puerta y ella dio el permiso para que entrara. No había visto quién entraba pero suponía que se trataba de su manager. Giró y no se encontró con él, sino con su padre. El padre de Vanessa estaba frente a ella, en una de sus manos sostenía una caja blanca con un lazo que lo envolvía de color rojo, y un moño sobre la tapa para dar un aspecto más pintoresco. Se acercó a ella con un andar particular y le tendió el regalo.

— ¡Feliz cumpleaños! —le decía impresionado de verla después de unas semanas. Ella lo tomó entre sus manos y lo dejó sobre la mesa, volvió a su padre para abrazarlo.

A pesar de que los años pasaron, Bill se mantenía, solo podías ver unas pequeñas arrugas sobre su frente. Pero eso no le impedía la sonrisa que siempre tenía para su hija. Y se mantenía debido a que, de vez en cuando, hacía ejercicios para mantenerse en forma y practicaba boxeo para perdurar sus cualidades de guardaespaldas.

Vanessa había soñado toda su vida con ser cantante, al igual que su tía, así que Thomas le cumplió el sueño y ahora era la número uno en ranking de cantantes con éxito mundial antes de los veinticinco años. Su padre cada que podía la iba a ver en sus shows por el mundo, aunque siempre se mantenía bastante ocupado con la investigación por buscar a su esposa. Habían pasado más de quince años desde la desaparición pero no quería darse por vencido, él tenía la esperanza de encontrarla algún día.

—Qué bueno que viniste. —le decía ella mientras se separaban y se miraban a los ojos. —Pensé que estabas en viaje de negocios.

—Lo estaba, pero es tu cumpleaños así que no puedo decirle que no a mi hija. —sonrió. —Además, me han informado del departamento de policia que...

Ness suspiró y se separó de su padre, revoleó los ojos y fue en dirección al regalo. Sabía que su madre estaba desaparecida, pero ese cuento de "La vamos a encontrar", se estaba quedando corto con el pasar de los años. Abrió la caja y encontró un álbum de fotos con las imágenes de ella cuando era bebé y aún no había sucedido lo del secuestro. También cuando ella recuperó su vida al lado de su padre, las fotos eran como una cronología de su vida hasta ahora.

—Papá, deja eso, ¿Si? —Dijo poniendo el álbum de fotos dentro de la caja y le colocó la tapa, se giró para ver a su padre. —Mamá, tal vez, ya no está...

— ¡No voy a permitir que digas eso! —Alzó la voz, y eso hizo asustar un poco a su hija. —Lo siento, es que yo sigo con las esperanzas de que la voy a encontrar, y no voy a descansar hasta tenerla con nosotros.

Su hija tragó saliva, le apenaba ver así a su padre. Ella creció sin ninguna figura materna y con poca atención por parte de su padre, debido a que siempre iba de un lado a otro en las reuniones, y en otras ocasiones, debía correr por pistas que lo conducían a un callejón sin salida.

—Entiendo, y lamento todo eso que sucedió pero... Tienes que olvidarlo ya, hazlo por ella. Tal vez ella está en un mejor lugar, tal vez eso fue lo mejor para ella. —Sintió que no debía decir eso pero siempre se lo guardaba cuando iniciaban ese tipo de conversación. —Tal vez ella hubiera querido que así fuera, digo, que te olvidaras de ella.

Te protejo, ahora y siempre. [Bill Kaulitz Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora