Juego sucio.

1.1K 62 7
                                    

Desde otra perspectiva, Thomas miraba con mucha atención lo que Vanessa hacía con el sujeto, que se hace llamar Max, estas dos personas jugaban tranquilamente en la mesa de billar. Cuando la mujer golpeó la bola blanca, y con esa, metió la bola tres, le sonrió como si fuera un bebé.

Kaulitz no entendía cómo era que ese tipo lograba hacerla sonreír, y él, que se la pasaba horas con ella no lograba que hiciera una mueca. Se sintió inútil, una pérdida de tiempo, se dio cuenta de que todo eso había comenzado con la llegada de Leah. Entonces entendió: Él se la pasaba casi todo el tiempo con ella, el día anterior habían estado juntos, fueron hacía el establo y al corral, él le dio un tour por todo el terreno.

"Está celosa", pensó Thomas, "está celosa y quiere darme celos a mí. Me lo merezco."

Las tres chicas se levantaron de sus lugares, se dirigieron a la mesa de billar. Vanessa fulminó con la mirada a Leah al verla a centímetros de ella, suspiró y volvió a mirar a Max, quién no le sacaba los ojos de encima.

– ¿Podemos jugar? –Preguntó inocente Tara, el muchacho giró y les regaló una sonrisa aceptando su petición.

Cuando todas tuvieron su palo de billar para jugar, se pusieron en marcha. Vanessa se mostraba un poco tolerante, pero eso empezó a desvanecerse cuando las primas comenzaron a hablarle.

–El grupo que pierde pagará las cervezas –Dijo Jasmine mirándola. – ¿Aceptas?

–Bien, es una buena oferta. Tomar agua es para idiotas.

Le lanzó una mirada a Leah, una desafiante. Empezaron una nueva partida, una de las tres chicas tenía que ser la primera. Max y Vanessa hacían un equipo, y las otras hacían otro. El sujeto de cabello oscuro y sonrisa cautivadora abrazó a la cumpleañera por la cintura, ella le dedicó una cálida sonrisa, y fue ahí cuando se presentó alguien en la escena.

–Yo también quiero jugar –Espetó Thomas mirándoles. Vanessa revoleó los ojos.

Max aceptó de manera cortes, entonces el joven de melena larga formó equipo con ellos. Thomas miró fijo a su novia, ella desvió la mirada hacia otro lado. El juego estaba en marcha, por ahora iban ganando las chicas, Leah no participaba mucho, no era de jugar a esos tipos de juegos y menos si se trataba de apostar algo.

En un momento, Max le nalgueó a Vanessa, eso irritó a Thomas, por lo que tomó a la muchacha del brazo en cuanto el turno de Max se presentó.

– ¿Qué demonios estás haciendo? –Soltó Kaulitz enfadado. –Apenas le conoces, hace dos días lo viste por primera vez, ¿Y ya te trata como una zorra?

–Por lo menos él es fiel, y no me deja por una mosca muerta –Volteó sus ojos y los fijó en alguien, Thomas ya sabía de quién se trataba.

– ¿Estás celosa?

– ¿Debería? –Lanzó una risita –Thomas, puedes hacer lo que quieras. ¿Sabes lo que eso significa, no?

Kaulitz negó con la cabeza, Vanessa tomó una bocanada de aire.

–Estoy terminando contigo, supongo que esa Leah es mejor que yo.

Se marchó, sin cederle la palabra a su ex. Acto seguido, Thomas la tomó del brazo y la jaló hacía él, haciendo que los dos se miraran a los ojos.

– ¿Acaso él sabe el problema que tienes? ¿Acaso él se ha quedado despierto todas las noches para que no cometas una locura?

– ¡Déjame! –Se quejó ella mirándole con el ceño fruncido. – ¡Vete con ella!

Se alejó de él y se puso al lado de Max, él le sonrió y ella le imitó. Thomas les dio una mirada y se fue a la barra. Ahora les tocaba a las chicas, por lo que el nuevo intruso aprovechó la oportunidad para apartar a Vanessa de la mesa de billar, y la llevó contra una esquina, ella se apoyó en la pared.

Te protejo, ahora y siempre. [Bill Kaulitz Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora