PRESENTANDO ; el casamiento de scott & kira

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MARZO DE 2016


Miró a su hermano fijamente, acunando su vientre mientras Scott parloteaba sobre sus votos matrimoniales, regañándose al olvidarse y confundirse palabras. 

Su hermano se estaba casando. Scott Gregorio McCall se estaba casando, ella estaba embarazada de su segundo hijo con Stiles, y por fin Beacon Hills se volvía un recuerdo cada vez más lejano.

Cada uno de ellos había cambiado; Scott se estaba dejando crecer el cabello y la barba, pero Amelia lo había obligado a recortarse un poco para mantenerse alineado. Había tenido su fase de adulto joven y se había hecho un aro en la nariz; no le quedaba mal, Amelia halagó la argolla plateada. 

—¿Me estás escuchando?

—No —contestó con simpleza—. Odio que balbucees. Te ves tonto. Sabes los votos, sabes que la amas, ¿qué más necesitas? 

—¡Aprenderlos bien! —exclamó exasperado—. Me trabo al hablar.

—Porque te presionas mucho —Amelia chasqueó la lengua, acercándose a su hermano mientras lo hacía girarse hacia el espejo—. Eres un Delgado. Los Delgado no tememos al compromiso. Los McCall, ¿qué eres ahora, Scotty? ¿Un Delgado? ¿O un McCall?

—Quiero ser un Delgado —murmuró.

—No te escucho.

—Quiero ser un Delgado.

—No te escucho.

—¡Quiero ser un Delgado!

—¿Por qué quieres adelgazar? —preguntó Isaac confundido, entrando al cuarto donde los hermanos se encontraban. 

—No quiere adelgazar, quiere ser un Delgado. 

—Aaaah —asintió el rubio—. ¿Por lo del compromiso?

—Esperen, ¿por qué todos saben que los Delgado significamos compromiso? —preguntó Scott, girándose a verlos.

—Quizá porque todo Delgado terminó comprometido en su vida, sin temor; la abuela con el abuelo, mamá con Chris, tú con Kira, yo con Stiles, y bueno, Isaac ya seguirá el legado también.

Isaac, que no deseaba otra cosa más que casarse con Malia y pasear por todo el mundo junto a ella, asintió brevemente, apretando los labios en una forma de pato. 

—Soy un Delgado, soy un Delgado.

—¿Por qué quiere ser delgado? Eres musculoso, jamás vas a ser un palito, Scott —dijo Allison, entrando.

—No, no, no delgado. Un Delgado —aclaró Amelia, por segunda vez. 

—Ah —Allison asintió, chasqueando la lengua. Se acercó a ella, acariciándole el vientre.

𝐬𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚, saga: merakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora