11. Mi dulce flor.
Margaery se recargo en el borde del gran barco, inhalando el olor a mar. Faltaba alrededor de un día para que llegaran a Roca Dragón. Sonrió al ver el cielo, podría ver el cielo por horas y jamás aburrirse.
"¿Disfrutas de la vista?". La voz de Aegon se hizo presente. Vio de reojo como el príncipe se colocaba a su lado.
"Si, es un hermoso cielo". La cobriza le sonrió. Habían pasado más de una luna viajando en tierra y llevaban dos semanas en barco. Ambos habían recuperado todo el tiempo que no se vieron, volviéndose más cercanos. Como los viejos tiempos.
"Es del color de tus ojos". Aegon la miro directo a los ojos, causándole un escalofrío por el cuerpo. "Es por eso que me gusta tanto mirar el cielo".
El sentimiento de mariposas en su estómago no tardó en aparecer, y sintió el sonrojo aparecer por su cara.
"Aegon". Robb lo llamo haciendo que rompieran el contacto visual. "Después cortejas a Marg, ahora ven ayudarme con esto". Dijo señalando a los lobos que se comían un balde entero de pescados.
Margaery soltó una risita al ver como el príncipe corrió hacia su lobo. Sonrió de satisfacción al ver que todo iba a su favor. Durante el viaje se había ganado el cariño y confianza de Robb, Sansa y Theon. Y Aegon había comenzado a responderle sus comentarios de cortejo sutiles. Solo esperaba a llegar a Rocadragon y hablarle de su enamoramiento a la princesa Visenya así, ella también me ayudaría. Y comenzaba a creer que quizá, solo quizá, Aegon respondía sus sentimientos de la misma manera.
Sansa llego a su lado con expresión de cansancio. "No se como puedes disfrutarlo tanto, los mareos me están matando". Dijo cerrando los ojos mientras disfrutaba de la brisa contra su cara. Margaery vio con pena a la dulce chica, llevaba su rojizo cabello en una larga trenza, y nada mas que un vestido simple color perla. Tenía la cara sonrojada y el cuerpo con gotas de sudor. Las últimas noches los mareos de Sansa por el olaje habían empeorado.
"Oh, ven dulce niña". Margaery la cubrió en un abrazo. "¿Ya viste al maestre?". Ella y el príncipe Brandon casi ni habían salido de sus habitaciones por culpa de los mareos.
La pelirroja asintió. "Después de este viaje, jamás volveré a poner un pie en algún barco". Dijo con un puchero. "Oh Dioses, viene de nuevo". Dijo tapándose la boca, antes de asomarse por la borda para poder escupir su vomito.
"Tranquila". Margaery le acarició la espalda. "Haré que te den algo para dormir". Hizo una mueca al escuchar el sonido de las arcadas pero no la abandonó, Sansa en verdad se había ganado el cariño de Margaery. Más que una amiga, la castaña la veía como la hermana menor que siempre quiso, y la pelirroja la veía como la hermana mayor que siempre anhelo.
Margaery se encargo de que Sansa tomara un baño frío, pues tenía temperatura por el mal estado, superviso que se tomara todo el té para dormir que el maestre le trajo. Y no abandonó la habitación hasta que comprobó que la Stark estaba completamente dormida. Al salir, se encontró con Robb quien parecía que estaba por entrar.
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La muerte del amor | Game of Thrones
FanfictionRhaegar Targaryen venció a Robert Baratheon en el tridente, Lyanna era más fuerte de lo que parecía. Pero los Dioses no los dejarían tranquilos después de la sangre derramada. Pero sus hijos serían los castigados. Sus hijos se encargaron de reconstr...