C A P I T U L O D I E C I O C H O

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18.Lobo.

Aegon se había encargado de que los cuerpos de los atacantes fueran quemados hasta las cenizas

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Aegon se había encargado de que los cuerpos de los atacantes fueran quemados hasta las cenizas. Tenía un raspón en su mandíbula y vestía de negro mientras caminaba hacia la puerta sur para despedir a los Tyrell.

Tenía una expresión sombría, "un semblante de un buen norteño" le había dicho su tío Benjen, pero no estaba feliz de tenerlo. Había discutido con su padre la noche anterior, y había dicho cosas de las cuales se arrepentía. Lo había llamado un "rey incapaz, e inútil". Y que no se sentía seguro en su reinado, como hacerlo, su hermana había sido envenenada, la esposa de su tío atravesada con una espada y su mejor amigo herido en el hombro, todo eso a plena luz del día, frente a sus narices.

Pero le dolía más la mirada de su madre, cuando les dijo que el dejaría la corona por irse a vivir feliz y libre al norte.

Y era verdad, su padre lo había llamado dragón y Targaryen, pero su sangre era helada como la de un lobo, y la de un Stark.

"Príncipe." Ser Willas le estiró la mano cuando lo vio.

"Ser." Le dio un apretón. "Espero su viaje resulte bien." Lo miro con sus ojos grises, con disgusto. Odiaba apartarse de Loras.

Se separó de él y le besó la mano a Olenna Tyrell. Ella lo miro esperando algunas palabras pero el se limitó a darle una sonrisa.

Margaery lo miro con los ojos brillosos y la nariz rosada. Llevaba su cabello ondulado libre, el cual se movía ligeramente por el aire.

"Pensaré en ti cada noche, flor." Le acuno la cara con sus manos. "Pero sabré que estarás a salvo." Le dio un beso en la frente.

"Te amo, Aegon." Sus ojos azules lo miraron suplicando por el.

Aegon trago saliva, "yo..yo también." Le dio un abrazo para que ella no pudiera ver su cara de confusión. Estaba aterrado del por qué se sentía tan extraño ante esas palabras.

Se separó de ella sin mirarla de nuevo y no dijo nada solo tomó en un abrazo a Loras.

"Hermano." El rubio le dijo con voz apagada. "Siempre seremos hermanos, Egg." "La distancia no podrá borrarlo."

Aegon se aferró mas a él. Loras había sido su compañero, su espejo, su fuerza. En el norte, lo había tenido a él, había soportado la capital por el, y siempre al final del día, Loras haría que una sonrisa apareciera en su cara.

"Nos volveremos a ver, pronto." Aegon se separó de él. "Pronto." Chocaron las manos con una sonrisa triste.

Todos se despidieron y Margaery y su abuela subieron a la litera, al igual que Loras con su hombro mal herido, y Willas con su bastón.

Una lágrima escurrió por la mejilla de Aegon y pudo ver de reojo la cabellera platinada de Visenya acercarse a él y abrazarlo del brazo.

"Volverán." La voz de su hermana se escuchó, en un intento de reconfortarlo.

La muerte del amor | Game of Thrones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora