C A P I T U L O Q U I N C E

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Los aplausos cesaron cuando las puertas del comedor se abrieron de golpe. Todas las personas presentes se giraron hacia la entrada.

Aegon se soltó de la mano de Margaery. Y desde su lugar intercambio miradas con su padre.

"Hermana." Aegon saludo.

La princesa Rhaenys le sonrió. "Hermano". Respondió ella.

"Sobrino". Una voz detrás de ella. Su tío Viserys entró tomado de la mano de la princesa Arianne, quien llevaba a un bebé con cabello rubio en sus brazos.

"Hermano". El rey avanzó hacia ellos.

"Padre." Rhaenys pronunció en valyrio, las únicas personas que podían entender ese idioma eran el rey, Aegon, Visenya, Daenerys, Viserys y ella.

Rhaegar trago saliva. Su hija era dolorosamente parecida a su madre, era como si Elia fuera quien estaba parada frente a él. La princesa llevaba un vestido al estilo dorniense, mostrando abdomen y hombros. Era color naranja con rosa. Y su cabello negro alaciado cayendo libre, con una especie de joyas adornando su frente. Hizo una reverencia.

Todos estaban mirado expectantes. "Todos por favor, recibamos a la princesa Rhaenys, el príncipe Viserys y su esposa, la princesa Arianne." Lyanna se acercó a ellos aplaudiendo, salvando el momento.

Todos se unieron a ella en un coro de aplausos. "Gracias mi reina." Rhaenys le dio un corto abrazo. "Pero creo que me perdí de algo importante." Dijo mirando hacia Aegon.

Aegon trago saliva, le daba miedo esa mirada. "Así es." El intento sonríele. "El anuncio de mi compromiso." Dijo tomándole la mano a la cobriza que estaba a su lado.

"Una bonita pareja." Arianne habló detrás de la princesa. Aegon pasó sus ojos hacia ella. Era hermosa, lo era. Pero rápidamente devolvió su mirada a su hermanastra.

"Bueno si me permiten." Dijo mirando hacia la mesa Baratheon. "Haremos que sea festejo doble."

Visenya se levantó de su asiento. Daenerys trago saliva cambiando su mirada de una princesa a otra.

Nadie, nadie lo esperaba, por que nadie sabía, más que el rey, la reina, y Ned Stark.

Orys Baratheon se levantó de su asiento, la morena le estiró la mano desde donde estaba. El Baratheon camino hasta ella, la tomó de la mano, y levantó su mirada hacia la de Visenya. Compartieron una rápida mirada por unos segundos antes de que el se dirigiera a los reyes.

"Majestades, quiero pedir la mano de Rhaenys."

Visenya se dejó caer en su asiento. Era un mal sueño, era un mal sueño. No entendía, hace unas horas estaba en su habitación, diciendo que la quería de verdad, y luego su hermana perdida aparece de la nada y pide su mano. Que mierda estaba pasando.

Rhaegar sonrió. Fue una jugada inteligente, no podía negarse, no frente a toda la gente noble. No frente a los Baratheon, sería una ofensa para ellos y no podía hacerlo, matar a su hermano había sido suficiente. Sintió la mano de Lyanna apoyada en su hombro.

"Festejemos por las dos jóvenes parejas." Dijo con una gran y falsa sonrisa, pero no todo el mundo se dio cuenta.

Si el ambiente en el castillo ya era alegre, se había multiplicado toda esa alegria. El rey sonrió y tomó a su hija en un abrazo.

"Tu y yo hablaremos luego." Le dijo en su lengua materna.

Pero Rhaenys solo le sonrió. Tomó de la mano a su prometido y se dirigió a la mesa real. Mientras Viserys y Arianne se quedaron con los reyes.

La muerte del amor | Game of Thrones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora