ONE SHOTS - GHOST ( call of duty )

2:00am (+18⚠️)

—¿Así? — repetía Ghost mientras tomaba tus piernas en sus hombros, eran las 2:00am.
Los gemidos y jadeos llenaban el apartamento, sumándole los golpes de la cama en la pared y las oraciones que murmuraba Simón para sí mismo.
La fina capa de sudor que los envolvía se hacía presente.

Tus piernas temblaban al igual que tus brazos, podías notar como el cuerpo de Ghost estaba lleno de marcas de tus manos y alguno que otro rasguño por esas embestidas despreocupadas del teniente.
De un movimiento Ghost te coloco a ti arriba de él, le encantaba que fueras arriba, amaba verte desnuda enfrente de él y admirar tus pechos cuando brincoteabas encima de Simón.
Tu cuerpo estaba completamente desnudo, solo se podía apreciar aquella cadena fina de oro que te había regalado Riley, cada que salía a misiones te regalaba algo, en especial joyas, adoraba vértelas puestas, sobre todo en esas ocasiones.

El fantasma te tomo de los muslos para apretarte más hacia su miembro, no pudiste evitar emitir un gemido al sentirlo tan dentro de ti, ¿Cómo era posible que todo eso cupiera en ti?

Comenzaste a saltar encima, solo por provocar, Simón tiró su cabeza hacia atrás cerrando los ojos, sus jadeos se hicieron más fuerte.
— Qué rica estás, puta Madr... — seguido de otro Jadeo que interrumpió su icónica frase.
Sonreíste victoriosa, a pesar de estar arriba, Ghost siempre era el que dominaba en la cama, el era quien te movía a su placer, y por ende al tuyo también.
Seguían dando brincos y de vez en cuando movías en círculos, jugando con el miembro de Ghost, pareciera que las manos del teniente estaban incrustadas en tus piernas y cintura.
La piel de ambos se veía levemente brillosa por el sudor, las respiraciones agitadas y las nalgadas que Simón soltaba en ti cada que sentía que estaba por terminar.

Te detuviste en seco, solo para admirar la expresión de desespero de Simón.
— ¿Qué haces? Sigue...— dijo entre cortado, bastante agitado de hecho.
— ¿Por qué?— soltaste una risita
Ghost te fulminó con su penetrante mirada, estaba notablemente molesto.
Los nervios te inundaron.

Nuevamente y de manera fácil te cambio el lugar, estaba vez siendo más brusco.
Ahora tú estabas debajo de Ghost, sonrió burlón.
— Conmigo no se juega así... Aprende tu lugar—
Dijo con seriedad, con esa voz tan áspera y profunda. Ghost no jugaba.

Comenzó a penetrar nuevamente, sin piedad alguna y como si su misión fuera partirte en dos comenzó sus embestidas más fuertes que nunca.
Definitivamente los vecinos escuchaban eso.
Tus gemidos eran ruidosos y fuertes, la cara del teniente era oro puro, su cara de placer y gloria eran imperdibles, amaba verte vuelta loca y sobre todo si era por el.
— A ver si así aprendes— dijo y coloco una de sus manos alrededor de tu cuello, haciendo presión, evidentemente vaya que estabas disfrutando aquel momento, de ahora en adelante lo retarías más seguido.
Con tus piernas nuevamente en sus hombros, y tu completamente mojada estabas a punto de correrte.
Tus pechos y cuerpo entero se erizo, Ghost noto eso y volvió a sonreír malicioso, sabía que terminarías, fue disminuyendo la velocidad, hasta parar por completo.
Esperabas que volviera a embestir, sin embargo salió de ti.
La sensación de frío y esa corriente eléctrica que te haría llegar a tu clímax se esfumaba.
— Una lástima no haberte provocado ese órgasmo preciosa. — claramente era sarcasmo.
Maldito.
Con el ceño fruncido lo miraste enfadada, Ghost no aguantaba la carcajada.
Sin nada que decir te pusiste tu ropa interior. No ibas a rogarle.

— Eres un hij...— dijiste a la brava.
— ¿Al parecer jamás quieres volver a tener un orgasmo verdad? — te interrumpió inmediatamente, estabas sentada en su cama, así que Ghost se puso de cuclillas para estar a tu altura.
— Si tú no lo harás yo puedo provocarmelo sola— amenazaste.
Simón río nuevamente — Eso es algo que yo pagaría por ver —
Lo miraste molesta, -maldito egocéntrico- .

Aunque estabas tan caliente como para hacerte la digna, realmente querías acabar.
Con cuidado jalaste a Ghost hacia a ti nuevamente, haciendo que se posara arriba.
La sonrisa tan burlesca del teniente era irritante.
— ¿Qué me harás?— pregunto con ese aire de grandeza aún.
Pasaste tu mano por el torso de Simon, que se tensó al tacto. Manteniendo tu boca justo en sus oídos.
Los músculos y el abdomen de Simón eran como rocas, a pesar de todo lo que hace, de su entrenamiento y misiones su piel era suave.
— ¿Me vas a decir que no te quedaste con ganas de acabar? ¿No te gustaría hacerlo dentro de mi?— susurraste sensual, dando besos en tu oreja y cuello.
Ghost gruñó — Lo haré cuando me supliques perdón dulzura. — se apartó de ti.
Era difícil y había que admitirlo.
Le diste un leve empujón y te recostaste dándole la espalda Ghost.
— Si me vuelves a dar la espalda te lo haré hasta que me supliques llorando que ya no puedes más de tanto correrte— Jalo de ti nuevamente, Ghost era un amor de persona y no dejaría que su amaba se fuera a dormir sin su respectivo final feliz.

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El olor a perfume te invadió, ¿Tan rápido había pasado la noche?, volteaste a un lado esperando encontrar al teniente, sin embargo no estaba.

Estaba detrás de ti vistiéndose y arreglándose para ir al cuartel, tenía que revisar los planos y estrategias de la siguiente misión.
Trataste de incorporarte sentandote en la cama.
— Buenos días— dijo Ghost mientras terminaba de colocarse su máscara.
— Holaaa...— susurraste, aún con demasiado sueño ¿Y cómo no? Si toda la noche no dejo que durmieras y él parecía fresco y como si hubiera dormido 10 horas.
Simón soltó una carcajada mirándote atento
— ¿No dormiste bien?— dijo juguetón
— Dormí de maravilla — sonreíste.

Ghost se despidió de ti con una palmada en tu trasero, que romántico era.
Te dijo que te vería más tarde.
Aprovechaste para darte un baño y volver a dormir un poco más.