ONE SHOTS - GHOST ( call of duty )

Perdon parte 2 + 18

Habían pasado dos días, los dos dias más eternos que habías tenido. Seguías llena de emociones no querías volver a ver a Simón nunca. Era como si no te conociera, realmente estabas pensando que llegarían incluso a formalizar.
"Quien diría que fallar en una misión me costaría tanto." Te repetías una y otra vez.
Era desesperante saber que no tenías a nadie cerca de ti, habías arriesgado tu vida en tu país para trabajar en la base, no podías llamar a mamá, a tus amigas, a nadie, nadie podía estar ahí físicamente y eso te atormentaba.
Decidiste borrar el número de Simón, y eliminar todo. No valía la pena estar ahí para él si no sería recíproco.

Tratando de dejar los sentimientos de lado comenzaste la cena, era una pasta con albóndigas y un jugo de uva que era tu favorito.

Diste un pequeño suspiro, no habías podido comer bien estos días.

Alguien tocó la puerta de la casa haciendo que involuntariamente dieras un pequeño brinco.
Abriste con lentitud la puerta y para tu horrible sorpresa era Simón, vestido con el uniforme y obviamente un pasamontañas yacía parado totalmente quieto detrás de la puerta.

— ¿Qué quieres?— la frialdad de tu parte hacían que Ghost te viera atentamente, en sus ojos podías ver la vergüenza.

— Déjame entrar. — ordenó, pero negaste completamente.

— Lo que sea a lo que hayas venido puedes decirlo aquí. — lo mirabas de arriba hacia abajo con desprecio. No pensabas dejar si quiera entrar a tu casa, no lo merecía.

— No debí hablarte así...lamento haberte tratado de esa manera tan miserable. Fue tu primer trabajo en campo. —

¿Qué pretendía?

— ¿Y qué quieres? ¿Que te perdone? "teniente"— la hostilidad en tus palabras eran agujas al corazón de Simón.

— No solo vengo a pedir perdon, vengo a reconocer mi error. Fue una mentira lo que dije. — miro hacia abajo, por primera vez no estaba dando la misma mirada fría y arrogante que solía dar.

— ¿De que hablas?— frunciste el ceño con confusión.

— Realmente no estaba detrás de ti, te perdí de vista y si no hubieras disparado probablemente él si. No lo tenía en la mira, no tenía el control de la situación, fui yo quien no hizo su trabajo. — bajo el tono de su voz en la última parte, en sus palabras podías notar el arrepentimiento, sin embargo eso no bastaba. El daño estaba hecho.

— Hubiera sido bueno que dijeras eso en la oficina y no me hubieras tachado de inservible. — sentías el vuelco en tu corazón. Simón cerró sus ojos un momento antes de continuar.

— No debí hablarte así. Me frustre y me cegué por el enojo de haber fallado. — movía sus manos mientras explicaba.

— ¿Solo a eso viniste?—
Ghost se quedó callado, mirándote con profundidad, se sentía inútil sin saber cómo solucionar el problema. A pesar de todo si le importabas a Simón.

— Discúlpame, y antes de que me azotes la puerta... en el trabajo no hay amores ni amigos, pero si eres una de esas dos. — su voz era tan suave y ronca que parecía otra persona totalmente.

— A veces es tarde para decir las cosas. — cruzaste los brazos mirándolo despectivamente.

Diste la vuelta para dirigirte a la cocina. Ghost se quedó allí quieto.

— Entra...— ordenaste casi en un susurro.

Sin preguntar serviste un plato para aquel no tan bienvenido invitado.

Ghost tomó asiento un poco vulnerable o quizá mucho...

— No hace falta que me sirvas — dijo exponiendo sus palmas en un ademán para que no continuaras.