Embarazada parte 2

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El camino hacia la casa de Price se había vuelto menos tenso, aunque ciertamente era difícil afrontar que de ti saldría un pequeño Simón.
Divagaste en tus pensamientos, mirando hacia la ventana.
— Y debo... ¿ir comprando una cuna?— pregunto curioso reprimiendo una pequeña sonrisa.
En secreto a Ghost le asustaba la idea de ser padre, sobre todo porque jamás supo cómo era tener uno. Su única figura paterna era Price, era lo más cercano que tenía.

Trataste de aguantar un risa por aquella pregunta.
— Creo que primero hay que esperar un poco.—
— Cierto. Tendré que hacer una nueva habitación otra vez, para el niño. —
¿El Niño?
— ¿Y como sabes que será un Niño?— volteaste a verlo juguetona, Simón formó una curva en sus labios para darte otra sonrisa.
— Solo es una suposición... sentiré lástima si es una niña. —
— ¡No digas eso!— golpeaste suavemente su hombro, haciéndolo soltar una risa.
— No quiero tener que desaparecer más hombres por coquetearle a mi hija de los que ya desaparezco contigo. —
Abriste los ojos como platos para reírte junto a él.

El aire de la carretera corría por el interior del carro, y el olor a pino y tierra mojada invadía todo. Amabas ese olor. Dejaste salir un pequeño suspiro, te sentías bien. Todo iba a estar bien.

Simón movió entre la pantalla de la camioneta para poner algo de música, puso: Jackie Brown de Brent.
A Ghost le gustaba ese tipo de música relajante, que justamente iba bien con la vista de la carretera y el paisaje que formaban los pinos y arbustos.
— ¿Crees que le guste?— dijo Simón dejando una mano del volante para acariciar tu vientre. Diste un pequeño salto ante la acción, el hormigueo en tu estómago y los latidos cada vez más fuertes te hicieron ruborizar.
— Yo...si, creo que si— reíste nerviosa.
— ¿Te sientes incómoda si te toco?— te miro durante unos segundos para volver a colocar su vista en la carretera.
Negaste con la cabeza — Solo me puse nerviosa —

Ghost soltó una pequeña risita, que te hizo fruncir el ceño.
— ¿Te sigo poniendo nerviosa?— bajo su mano a tu pierna.
La piel se erizo al instante.
— Un poco... o mucho quizá — volviste a reír, no podías sostenerle la mirada, así que decidiste ver la ventana otra vez.
— Tú me encantas cada vez más. — su voz era una sustancia adictiva y tan atractiva que hacía que todos tus sentidos volaran.
Las mejillas te iban a explotar de lo enrojecidas que estaban.
— Ya basta...— contuviste una sonrisa.
— ¿Qué? No tiene nada de malo que le diga a mi mujer que me encanta. ¿O si?—
— ¿tu mujer?— alzaste una ceja incrédula, entre cerrando los ojos para mirarlo de arriba abajado.
— Pronto lo serás. — murmuró.

Siguieron el camino, hasta que reconociste unos señalamientos, habían llegado.

Estacionó el auto frente a casa de Price, al
Bajar rápidamente se dirigió a tu puerta para abrirte.
— Gracias. — sonreíste cálidamente para el teniente.
Caminaron hacia la puerta, se escuchaban voces riendo y otras hablando.
Ghost tenía puesta una mano en tu espalda baja mientras entraban.
Te hacía sentir segura. Pronto las miradas se posaron en ambos, dándoles enormes sonrisas de bienvenida, todo el equipo estaba allí.

— No te recordaba tan guapo. — dijo Soap acercándose eufóricamente a Ghost, estrechando sus manos y dándole un abrazo. Simón solo río
— Yo no te recordaba tan enano—
Soap rodó los ojos para dirigirse hacia a ti.
— Tn__, es bueno verte — le correspondiste ese abrazo. Soap era de la familia, ahora que sabías que serías madre te encantaría que Soap fuera su padrino. Aunque esos pensamiento quizá eran muy pronto para tenerlos.

Después de saludar a todos se dirigieron con Price, tú llevabas un pequeño presente en tus manos. Era un gorro nuevo color negro, el mismo estilo que él usaba.
Estaba envuelto en una caja.

— ¡Mis hijos!, bueno, mi hija porque Simón casi es de mi edad— soltó una carcajada abrazándolos a ambos. Ghost lo miro fulminante — Yo todavía no tengo 50 años — Price le devolvió la mirada horripilante.

Tomaron asiento en la mesa junto a todos para disponerse a comer, había carne y pure, junto con pastas y mucho alcohol al parecer.

Ghost tomó un plato para servirte, solo te miraba y asentías para hacerle saber que si querías un poco de lo que él señalaba. Simón siempre te había tratado así, cuando podía hacia todo por ti.
— Déjala que se sirva, se hará malcriada como los niños del pueblo— dijo Alejandro mirando aquella acción.
— Cállate Imbecil. — lo interrumpió Valeria. Haciendo que Alejandro le hiciera un gesto de molestia.
Solo reíste.
— Tn__ no es un soldado como nosotros, y mientras pueda yo le voy a facilitar todo, pendejo. — dijo Simón mirando penetrante a Alejandro, embozando una pequeña sonrisa burlona.
— Era broma teniente, Tn__ se lo ha ganado, no como Valeria, cree que maldiciéndome le daré algo. —
— ¿Y de ti que puedo necesitar? Frente solamente. — soltaron una carcajada todos los de la mesa, Soap estaba rojo de la risa y Ghost solo lo miraba burlon.

— Váyanse a la mierda, pásame otro pedazo de carne Price. — apuntó a un platillo a la izquierda de Ghost.

Valeria comenzó a servir las bebidas, hasta qué pasó a tu lado, quiso verter un poco de vino en tu copa pero Ghost detuvo la acción bloqueando con su mano, Valeria frunció el ceño
— Mueve tu mano soldado. — antes de decir algo más la interrumpiste.

— Ya no puedo beber alcohol —
Susurraste. Pero al
Parecer todos escucharon, en especial el capitán.

— ¿Tn__? ¿Por qué no quisiste de mi vino?— pregunto Price haciendo que todos por inercia voltearan a verte.
— Lo qué pasa que estoy enferm...—
Ghost interrumpió.
— Está embarazada. —
La cara de todos era inexplicable, el rostro pálido de Price y la expresión de sorpresa en Soap eran algo por lo que pagarían por ver.
— ¿Esto es en serio?— grito Mctavish poniéndose de pie y yendo hacia a ti.
Solo asentiste.
El brusco abrazo de Soap te sorprendió, cuando menos lo pensaste te tenía en sus brazos, tus pies ya no estaban tocando el piso. Aún cuando Ghost le decía enano, realmente Soap era bastante alto también. Todos comenzaron a ir hacia a ti.  Pronto te rodearon en un cálido y lleno de sentimiento abrazo, las ganas de llorar por sentir todo el cariño se apoderaron de ti. Buscaste con la mirada a Ghost, pero no estaba.
Trataste de ubicarlo hasta que luego de unos segundos  lo visualizaste.

Simón estaba en una esquina con Price, observando todo.
Estaban charlando seriamente.
Te acercaste con lentitud hasta que Ghost se percató de ti, te hizo un ademán con su cabeza para acercarte.

— Price... — lo miraste ruborizada y limpiando tus lagrimas por aquel momento — Disculpa por haber interrumpido tu cumpleaños así—

— ¿De qué hablas pequeña? ¡Creí que este era mi regalo!— sonrió ampliamente.
Reíste y le entregaste la caja. Price miró extrañado pero Simón le dijo que lo abriera.

El tiempo comenzó a pasar más rápido de lo esperado, Ghost se quedó en esa esquina observando a todos, y en especial a ti. Con el tiempo entendiste que era la manera del teniente de apreciar lo bueno que tenía, no era de convivir o demostrar tanto como su mejor amigo que era un extrovertido a muerte, pero amaba ver lo que había formado con el tiempo. El nudo en su garganta por el sentimiento de saber que ese bebé que esperaban tendría una familia lo invadía, aunque no era muy propio de Ghost Riley ponerse sentimental.

Price se puso su nuevo gorro y comenzó a presumirlo con Rudy y Alejandro que se reían de él, haciendo chistes de que mejor se fuera a pescar.
Soap en cambio comenzaba a pelear con Valeria ya que decía que ella sería la madrina  y no él.

Tu solo estabas riendo con todos, continuaron la comida, esta vez con mucho más temas de conversación.

ONE SHOTS - GHOST ( call of duty ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora