IS IT TIME? - GAVI +18

¿Juntos, no? +18

Una vez que todos estuvieron listos nos repartimos en los coches para ir a algún restaurante. En un principio queríamos ir al de Fer, pero estaba todo reservado, de hecho él se tuvo que ir porque estaban a tope.

Los chicos se decantaron por uno al que solían ir bastante, ya que no solía haber gente y decían que se estaba a gusto.

Mar se las ingenio para que me sentase al lado de Gavi, el cuál no dejó de rozar mi muslo durante toda la cena, lo cual me estaba poniendo nerviosa y a la vez me estaba gustando demasiado.

Cenamos mientras que comentaban el partido y me convencían para después ir a casa de Pedri y Gavi a la piscina, me encantaba la relación que tenían de hacer todos los planes juntos, y sobretodo que nos incluyeran en todos ellos.

Mar tenía algunos bikinis en casa de Pedri por el tiempo que se tiraba allí, así que no tenía excusa para no ir, aunque me apetecía demasiado.

- Hola guapa - sonrió Gavi cuando se sentó conmigo en el bordillo.

- Hola - sonreí.

- ¿Me he ganado que duermas conmigo hoy? - preguntó.

- Mmm - dudé y me miró con la ceja alzada - sí, tonto - reí.

- ¿Qué excusa le decimos a tu hermano? - preguntó riendo.

- Creo que algo se huele - alcé los hombros.

- Pues se lo digo - dijo haciendo el amago de levantarse.

- Espera - reí agarrándolo - estás loco, ¿qué le vas a decir?

- Que su hermana me vuelve loco y que está noche va a ser mía - dijo inocente.

- Te mata - reí.

- Bueno, pero que sepas que antes o después habrá que decírselo - afirmó encogiendo sus hombros.

- Em yo me voy a ir ya - dijo Nick.

- Espera - dije yo.

- Quédate, tonta - me sonrió.

- ¿Cómo? - pregunté confusa.

- Mañana hablamos, pero te recuerdo que te conozco más que tú - rió.

No sabía dónde meterme, pero sabía que efectivamente me conocía demasiado, así que besó mi frente y se fue.

- Bueno - rió Gavi - ha sido fácil.

- Sí, verás mañana la charla - resoplé.

- Em, me gustas, lo sabes y él también, no hay que poner etiquetas, no por ahora, pero si estamos a gusto no tenemos porqué esconderlo, menos a ellos - admitió mirando al resto.

Sonreí dándole un pico, olvidándome completamente de que no estábamos solos.

- ¿QUÉ? - gritó Ansu.

- ¿CÓMO? - lo siguió Balde.

- LO SABÍA - dijo Ferrán.

- Por fin - dijeron Mar y Pedri casi al unísono.

- ¿Lo sabía todo el mundo menos nosotros o qué? - dijo Ansu haciéndose el ofendido.

- Si son tal para cuál - rió Mar.

Les contamos un poco por encima todo, aunque ni nosotros sabíamos lo que éramos.

- Nos vamos a dormir - dijo Gavi pasando su brazo por mis hombros.

- Ya, a dormir - dijo Ansu haciendo comillas, llevándose un cojinazo de mi parte.

Subimos a la habitación besándonos por todas las esquinas.

- Nos duchamos antes de dormir eh, que huelo a cloro - aseguré.

- Que directa - dijo y lo miré confusa - ¿juntos, no?

Me miró con cara pilla y escondí una sonrisa, sin poder negarme a su propuesta.

Enredó mis piernas en su cintura, llevándome sin dejar de besarme hasta el baño, donde me sentó encima del lavabo.

Me pegó a él y pude notar su erección, haciendo que yo también estuviese muy húmeda, para después quitarme la parte de arriba del bikini y bajar sus labios hasta mis pechos.

Absorbió, lamió y mordió mis pezones mientras que yo no paraba de retorcerme, me iba a volver loca.

Me miró sonriendo de lado y creo que nunca una mirada me había puesto tanto. Bajé su bañador y envolví su longitud con mi mano, haciendo que él echase la cabeza para atrás, y aproveché para dejar besos húmedos por su cuello.

- Joder Emma - gimió.

Me apretó a él, y cuando me quise dar cuenta estaba en mi interior. Empezó suave, mirándome directamente a los ojos, sentía que me podía correr en ese mismo momento.

Aumentó su velocidad y sus estocadas eran cada vez más fuertes, apretando mi culo y besándome intensamente.

Sentía que estaba en las putas nubes, arañando su espalda y viendo su cara llena de placer.

Vi como iba cada vez más rápido y como estaba a punto de explotar, llevó sus dedos a mi punto debil mientras que seguía penetrándome, haciendo que poco después nos corriésemos los dos a la vez.

- Madre mía - suspiré.

- Eres increíble - dijo dejando un beso suave sobre mis labios.

- Tú más - sonreí - vamos a ducharnos anda.

Nos duchamos sin dejar de besarnos y acariciarnos en ningún momento, disfrutando de nosotros.

Salimos de la ducha y nos envolvimos en las toallas para tirarnos directamente en la cama. Cubrimos nuestros cuerpos con la sábana y nos quedamos dormidos a los pocos minutos.

Al día siguiente desperté sobre su pecho, y sonreí como una tonta al verlo dormido, con su brazo rodeando mi cintura, desnudos. Los rayitos de sol le daban en la cara, y no podía creerme cómo era tan guapo dormido, y lo tranquilo y relajado que estaba a mi lado.

NARRA GAVI

Me despertaron besos por el pecho, y sonreí al ver a Emma y recordar todo lo que pasó anoche.

- ¿Dónde firmo para que me despiertes siempre así? - pregunté sonriendo.

Alzó su cabeza y me miró con los ojos brillantes, y juro que el corazón casi me estalla en ese mismo momento.

- Buenos días guapo - dijo estirándose para darme un beso.

- Qué mona pareces con lo que fuiste anoche - reí.

- ¡Gavi! - gritó dándome un pellizco en el brazo.

- Me quedaría aquí toda la mañana, pero tengo que entrenar - dije haciendo un puchero.

- Y yo tendré que ir a casa y dar la cara - rió.

- ¿Quieres que te deje algo de ropa? - le pregunté.

- Sí, algún chándal o algo porfa - respondió ella.

Le di una camiseta larga y unas calzonas, y después de muchos besos bajamos a desayunar, donde ya estaban Mar y Pedri sentados en la terraza.

- Buenos días parejita - dijo Emma sonriendo.

- Hombre, ya pensaba que iba a tener que ir a despertaros, nos tenemos que ir al entrenamiento - dijo Pedri.

- Eso, que vamos tarde - confirmó Mar, que iba con ellos.

- ¿Te vienes? - pregunté a Emma.

- No, tengo que ir a casa - respondió mirándome.

- ¿Nos vemos luego entonces? - le volví a preguntar.

- Claro - sonrió y me dió un pico delante de Mar y Pedri.

- No me acostumbro - rió Pedri.

- Pues te vas a tener que acostumbrar - contesté dándole muchos besos seguidos.

- Luego somos nosotros los empalagosos - dijo Mar negando y soltando una risita.