Inesperado II (Daniel y Jesús)

Capítulo 28. Helados

- Venga que invito yo, ¿que queréis?.- Pregunta Jack, mientras saca su billetera.

- Yo helado de chocolate.- Digo con una sonrisa en la cara, simplemente por las ganas que tengo de ese delicioso helado.

- Yo igual.- Dice Alba saltando como una niña pequeña.

Se estaba muy bien, como siempre. La única diferencia es que tengo una hermana gemela y tengo novio, y un mejor amigo increíble (Los cuales tienen una prima insoportable, pero bueno...)
Volvimos al apartamento, y nos encontramos a los tres en la piscina de la comunidad de vecinos.

-Con que no la gustaba el agua, eh.- Dijo Alba, claramente molesta.

- Chicas a esa es mejor ignorarla.- Dijo Finn

- Ya pero es que está con nuestros novios.- Volvió a responder Alba.

- Bueno venga vamos arriba.- Dijo Jack cambiando de tema

- Me apetece ver una película.- Pidió Bea, y nos pareció muy buena idea para todos... Así que encendimos la televisión y nos pusimos a ver una comedia romántica.

Cuando llevábamos media hora de película, llegaron los gemelos y Lorena, sonriendo, muy felices. Nosotros nos quedamos mirándoles, mientras el odio nos recorría por dentro, no tenía derecho a estar enfadada y aunque suene egoísta me duele que se hayan olvidado de nosotras tan rápidamente y se lo estén pasando tan bien los tres mientras yo no he dejado de darle vueltas al tema... ¿Cómo es posible que tengan los mismos genes? Ella es odiarle, caprichosa y repelente. Mientras que ellos son amables, honestos y simpáticos.

-Salgamos a dar una vuelta.- Propuso Lorena al acabar la película.

-Pero...- Comenzó a quejarse Alba, pero Dani la interrumpió

-Porfavor.- Le suplico Dani al oído, Alba le miró molesta. Bueno más que molesta dolida, estaba claro que la ha dolido que ni siquiera la halla escuchado, que sólo se preocupe por su prima. Las lagrimas comenzaron a salir por sus ojos, ella se dio la vuelta y salió corriendo de la habitación.

Salí corriendo detrás de ella, Eva y Bea me siguieron por detrás. Bajamos las escaleras para llegar a la calle, y la vimos sentada en unos columpios para niños. Nos acercamos a ella.

-Gracias chicas, pero necesito estar sóla.- Nos pidió, nosotras asentimos, la dí un beso en la mejilla y volvimos al edificio.

Cuando subimos estaban Finn y Jack en la cocina y Lorena llorando abrazada a Dani y Jesús. Miré a estos últimos alzando una ceja y después negué con la cabeza.

-Es que se ha ido por mi culpa, seguro que me odia, es que siempre es todo mi culpa.- Dijo Lorena llorando.

-Lorena nada de esto es tu culpa.- Dijo Jesús calmando mientras la acariciaba el pelo.

-Bueno nosotras nos vamos.- Digo Bea incomoda ante la situación, agradezco que me cogiera de la mano para irnos, porque ahora mismo odio a Lorena con todo mi ser y mis ganas de matarla aumentan cada vez más.

-Esperad vamos con vosotras.- Dijeron los gemelos alcanzándonos en la puerta.

-Venga vamos a la playa.- Dijo Eva, así que cogimos las toallas, los bikinis ya los llevábamos puestos de esta mañana. Le mande un mensaje a Alba para cuando se encontrara mejor que viniera con nosotros.

NARRADO POR ALBA

Después de lo que acababa de pasar hace un rato sólo me apetecía estar llorando todo lo que quedaba de fin de semana, pero esto no podía seguir así. Intenté despejarme dando una vuelta por la desierta orilla de la playa descalza.

En éste rato en el que sentía la suave arena bajo mis pies, me dio tiempo a recapacitar y a saber que a pesar de que hoy no se halla comportado como mi novio... A todo el mundo hay que darle segundas oportunidades y más a alguien como Dani, que siempre ha estado ahí.
Recibo un mensaje de Sandra... Pero podrá esperar, ahora es más importante mi relación con Dani.

- "Podemos quedar en el parque que esta en frente del apartamento? "

Le mandé el mensaje y comencé a caminar hacia el parque en el que había Estado hace unos momentos.
Cuando divise el parque a unos pocos metros de mí, le vi sentado en el mismo columpio en el que estaba yo.
En cuanto me vio, se levantó del columpio y sin pensárselo dos veces, corrió a abrazarme como sí no nos hubiéramos visto en años. Sin dudarlo cuando se acercó me deje caer sobre sus brazos, con los que él rodeó mi cuerpo fuertemente. Apoyé mi cabeza sobre su hombro, mientras el me acariciaba el pelo con cuidado.

- Lo siento.- Me susurro al oído, rozando sus labios junto a mi oreja.

Me separé de el, lo justo para poder mirarle a los ojos. Sin poder aguantar más la tentación besé sus labios desesperadamente, el besó los míos y nos fundimos en un gran e inolvidable momento.

Nos sentamos de nuevo en los columpios y se disculpó también por el comportamiento de su prima, me ha dicho que está muy arrepentida... Pero eso me cuesta creerlo.
Me invitó a un helado - Tanto helado se va a comenzar a notar - Estuvimos tomándonos el helado. Al acabar decidimos acercarnos a la orilla, nos sentamos en el lugar donde rompían las olas. Encerré los pies bajo la arena y la noche cayó sobre nosotros. Estuvimos jugando con el agua y la arena. Ya se nos hacia costumbre así que acabamos los dos en el agua helada. Me subí encima suya y nos volvimos a besar, como tantas habíamos hecho hoy. Después de un ratones dimos cuenta de que ya era tarde así que decidimos volver al apartamento.
Entramos dados de la mano, con una sonrisa y allí estaban todos mirándonos. Sandra sentada sobre Jesús mirándose tiernamente, mientras estaban los primos de Sandra, Bea y Eva hablando animadamente. Ni rastro de Lorena.

- ¿Dónde esta Lorena?.- Preguntó Dani

- Pensaba que estaba con vosotros.-Responde Jesús.- Salió detrás de tí

- Seguramente se fue a dar una vuelta no os preocupéis.- Añadió Bea uniendose a la conversación

- Sí, seguramente sea eso.- La apoyó Eva

Nos despedimos de los chicos y las chicas nos fuimos a nuestra habitación.

- Sandra ¿Cómo ha sido vuestra reconciliación?.- Preguntó levantando una ceja.

- Sabéis que Jesús es un cielo ¿no? Bueno pues me ha llevado a un sitio parecido al de Mairena, al que te llevó a tí Dani, ese en el que se ve el amanecer y todo es precioso. Pues aquí hay uno parecido, no tan bonito, pero es genial. Y nos hemos pasado allí la tarde

- Alba ¿Y la tuya?.- Me preguntó Sandra curiosa. Las conté todo el relato y estaban todas sonriendo.

La puerta se abrió de golpe y entro Finn preocupado con su móvil en la mano.

- Lorena no contesta las llamadas, ni está por aquí cerca.- Su rostro cambio a una mirada sería.- Lorena ha desaparecido.