El traidor 2-7

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El hombre empezó a caminar por los callejones, cada uno peor que el otro, pues no había nada de luz y lo único que brillaba eran sus ojos, todo aquel que tuviera de desdicha de ver sus ojos pensaría que era el mismo diablo. Después de caminar por fin encontró al callejón y con él, allí estaba, un hombre con un maletín, recargado en una piedra, es el, era el, tenía que ser el, el hombre solo empezó a caminar lentamente, tratando de no verse intimidante, aunque obviamente, no era muy bueno con eso

Ey...-dijo el hombre acercándose a David –

-Ah!-este dio un pequeño salto, sus ojos se postraron en los de la armadura

- Carajo... ¿porque diablos vienes con la maldita armadura?...ya había dicho que solo tienen que venir con ropa normal...

-uhm...no me dio tiempo de quitármela... -oh vamos si solo basta con...ah olvídalo..-empezó a abrir el maletín, mostrando toda la mercancía, obviamente, era el

- Y bien?...cuánto vas a querer?..

-de donde sacas tanta heroína?...

-las hago yo idiota ya lo había comentado a tus demás amigos...ahora cuánto vas a querer?

-lo suficiente...como para matar a una niña de seis años...-dijo el hombre de armadura sin apartar la vista de David-

-Q-que?!..de que mierda...-el hombre procedió a tirar el maletín

- sabes qué?!...lárgate, no tengo tiempo para tus estupideces...-

David, confiado de sí mismo, hurto en sus bolsillos para sacar un arma, pero obviamente, aunque le hubiese dado tiempo de sacarla, no le iba a dar mucha ayuda, rápidamente el hombre de armadura saco una navaja proveniente de sus brazos, una navaja larga que tenía demasiado fijo, lo suficiente para poder cortar a una persona, y David lo había comprobado, pues este yacía en el suelo sosteniendo su pierna producto del corte que el hombre le había hecho

-A-ah!... maldita sea.. ¡¿qué quieres de mí?!...las drogas?... adelante...llévatelas...

- o-oh no...crees que esto es por drogas? ¿dinero?...-el hombre se arrodilló y tomo a David de la playera

-Tu... asesinaste a tu propia hija...le diste heroína para que se tranquilizara porque no dejaba de llorar...y la mataste... -David empezó a mirar abajo, tratando de no verlo a los ojos

-e-eso fue un accidente!... y-yo no quería...-fue interrumpido por un puñetazo-

-Es increíble que un idiota como tú haya tenido hija...y su madre?...que paso con ella?..

-...-

David seguía mirando abajo enojado, sostuvo a David del cuello, esperando respuesta alguna

-la mate okey?!...la mate esa...esa zorra me engaño y yo..tenía que...parecer que la habían matado en un callejón!

-...el hombre soltó a David, contrayendo sus navajas

-¿sabes?...mi idea era Matarte con mi cañón de plasma...pero...me hiciste recordar una pregunta que un día me hice...-los ojos del tipo de agrandaron más-

-...cuánto tiempo sobrevive el humano con las entrenas de fuera?...

-dijo mientras sacaba sus garras, afiladas, las cuáles estaban hechas para escalar, pero ahora, David se enteraría de su otro uso.

-N-no! E-espera!..no me puedes hacer esto! Hice un contrato con...-david empezó a asimilar toda la situación

- N-no.. t-tu...tu eres el trai- -el hombre, incrustó una de sus garras en su estómago, no tan profundo, pero si lo suficiente como para que David gritara del dolor

- ¿El traidor?...así me conocen...pero no saben que ustedes...son los traicionados...-el hombre empezó a clavar la otra garra, ahora siendo más profundo –

- a-ahhh!.. n-no porfavor!...déjame..vi-..ahh! -el hombre empezó a clavar más y más..hasta que finalmente, este empezó a desgarrar su estómago-

la sangre junto con los coágulos y por supuesto, las entrañas empezaron a esparcirse por el suelo, sus garras sin querer, se enredaron con lo que parecía ser alguna tripa, por lo que una vez que había terminado, empezó a sacudir sus manos, David grito, mucho, gritaba por piedad cuando aún tenía la fuerza, poco después de que su estómago estaba abierto, lo único que se podía escuchar, era aún la sangre recorriendo de su cuerpo, las entrenas cayéndose. Una vez hecho el trabajo, el hombre empezó a caminar fuera de ese callejón, no sin antes destruir la mercancía, las drogas no le importaban mucho, pero ya que estaba allí no podía desaprovechar el momento.

Empezó a caminar, pensado en varias cosas, ¿había hecho bien? ¿Fue duro? No sentía asco, pues ya había visto y hecho muchas otras cosas, ¿peores? Tal vez... lo único que sabía era que había dejado fuera a una lacra menos

-ahh..mierda...tengo que pensar en que le voy a decir a ella cuando llegue a la casa, si es que ella ya llegó de su visita...-dijo el hombre para sí mismo-

Mientras caminaba por un callejón, pudo sentir un ligero escalofrío, un pequeño frío por su armadura, y esto solo podía significar una cosa, vampiro. Ya había luchado con varios, no luchaba con todos, solo con aquellos que le hicieran daño o fueran una amenaza, tenía que estar preparado. Empezó a mirar a su al rededor, arriba, izquierda, derecha, inclusive, activo su mira térmica, pues los vampiros podían hacerse invisible, mientras miraba, por el rabillo del ojo pudo verlo...si...lo era...lo es..un vampiro, solo ellos se podrían mover tan ágiles.

Rápidamente, el también empezó a poner el comando en su traje para después, hacerse invisible. Él tenía la delantera, era invisible y el vampiro no podía verlo, pero el si podía, pues junto con su mira térmica, era pan comido.

Se refugio en una pequeña esquina hasta que finalmente, puedo verlo...sí..era el, no era tan alto, estaba tapado por alguna capucha negra, solo podía verlo de espalda pero por su complexión podía jurar que era de sexo femenino. Finalmente empezó a acercarse lentamente, hasta que entonces, estaba detrás de ella...estiró sus brazos y saco sus garras, para su desgracia, el traje empezó a fallar, por lo que entonces, su invisibilidad se acabó, y ella, lo podía ver.

Rápidamente se volteo y tomo al hombre de la armadura para lanzarlo a la pared, está misma amortiguó el golpe, pero era obvio que le había dolido, el vampiro se abalanzo al hombre, este la sostenía de los hombros, no podía ver su rostro completo, pero si sus colmillos, así que sin pensar dos veces, saco las las navajas y empezó a tratar de quitársela de encima, el primer movimiento logro cortarla un poco en el brazo, las navajas eran de plata, ya que los vampiros solo pueden ser asesinados con ciertas herramientas, la vampiro al ver su herida, siguió luchando con el hombre, lanzando arañazos, mordidas, tirándose en cima del hombre, este solamente hacía lo mejor que podía, pero su resistencia se estaba agotando, el cañón de plasma no le servía mucho, finalmente, cuando la vampiro dio un salto arriba de él, este pudo quitarle la capucha, la vampira trato de ocultar su rostro, pero era tarde, ya lo había visto.

Elhombre se quedó anonadado, sus ojos de color rojo, el collar de corazónazul...una pequeña cicatriz en la mejilla derecha...era ella...era helena. 

Sombras de engaño: héroes y nocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora