El traidor 7-7

5 0 0
                                    

Helena estaba inconsciente aun en el camión, aún tenía sus esposas, así que el último soldado, el jefe decidió tomar una decisión, matarla.

Empezó a buscar la estaca, pero no la encontraba él sabía que si no era la estaca o alguna bala de plata, no podría matarla, aun sin poderes era resistente a las balas normales o golpes. Después de mirar a todos lados, se dio cuenta de que tanto su arma como la estaca, estaban fuera del camión, tal vez por el movimiento de los demás soldados.

Arrastrándose empezó ir fuera, poniendo esfuerzo, hasta que entonces sintió como alguien lo arrastraba fuera

-Muy bien imbécil...!tu eres el ultimo!-dijo Max mostrando sus garras llenas de sangre

Antes de enterrarlas en su cuello, rápidamente el soldado pudo alcanzar su arma para después, dispararle a Max, este al sentir el impacto, empezó a hacerse a un lado del soldado, estaba en el suelo, suspirando por el ardor de esta, su armadura estaba rota en la parte del impacto, el soldado al ver que tenía la delantera, empezó a levantarse, empezando a recargar su pistola.

-jajaja, ¿entonces es verdad?... ¿tú eres su novio?...carajo que tan bajo hemos caído...en fin, me darán mucho dinero por haber matado al traidor...

Antes de que terminara de recargar, helena, que ya se había librado de las esposas, empujo al soldado, haciendo que este cayera al suelo

-¡Ah! ¿Que mierda?!, maldito monstruo ¿cómo te saliste de las esposas?!

-la llave estaba tirada...idiota...-helena dio un vistazo a Max, su mirada se hubiera dirigido nuevamente a con el soldado, pero al ver su herida, ella rápidamente fue con el

-¡¿Max?!...amor, estas bien?!-dijo sosteniendo el lugar donde había impactado la bala-

-Ahhh...mierda...estoy...bien..-sus ojos que antes daban miedo, ahora mismo solo eran de dolor

Helena rápidamente se levantó y empezó a ir por la estaca, quería hacer algo, y lo tenía en mente. Empezó a caminar al lugar del soldado, que aún estaba en el suelo, este al ver a helena con la estaca pensó en lo peor

-¡E-espera!...déjame ir okey!, perdón por lo de tu novio!...podemos, podemos llegar a un acuerdo!, puedo ordenar que no los persigan por un tiempo oh también-

El soldado fue interrumpido por un extremo dolor en la pierna, era la estaca, la cual estaba siendo empujada por helena

-primero fuiste a la aldea de mi hermano y mataste a mucha gente solo porque eran vampiros, y ahora hieres a mi novio?!-decía mientras clavaba más la estaca, hasta que entonces decidió sacarla

-¡Ahhh! ¿Lo siento okey?!...no quería...ahh, déjame ir maldita perra!

Los ojos de helena se pusieron más rojos que de costumbre, esto era por la ira y rabia que sentía, ahora ella era la que tenía los ojos del diablo. Sin pensarlo dos veces, alzo la estaca y empezó a golpear al soldado en el otro ojo, este gritaba suplicando que parara, lo hizo, y otra, y otra vez, no una, no dos, no diez, ya había perdido la cuenta, la sangre que salía de la cabeza junto con trozos de piel y cosas más pegajosas, era indicio de que ella tenía que parar, ya estaba muerto.

Mientras seguía enterrando la estaca, Max, toco el hombro de helena, en señal para que se calmara

-Basta...ya...termino...-dijo Max con su rostro expuesto, este aun seguía sosteniendo su herida mientras se encorvaba

Helena decidió tirar la estaca una vez que escucho la voz de su amado, para después, abrazarlo

-¡Rápido! Tenemos que sacarte la bala y después...

-tranquila jaja...ya lo hice mientras aplastabas...a..ese imbécil...-dijo mientras se recargaba en los hombros de helena

-Dios max...estas hecho un desastre...-helena procedió a tomarlo de ambas mejillas, esto mientras le sonreía-

-..será mejor que nos vayamos de aquí...vendrán refuerzos y..no estas en condición de correr..

Helena empezó a ayudarlo apoyando el brazo en su hombro, tratando de ir lento

-tal vez...tu deberías irte, yo, solo seré una carga para ti...yo...yo te alcanzo...-dijo Max con una voz débil

-no seas tonto...jamás te dejaría aquí...y menos cuando arriesgaste tu vida por mi...-helena paro unos instantes para tomar nuevamente a Max de la mejilla y darle un beso en los labios

Mientras seguían besándose, Max sintió un pequeño pinchazo en su labio, haciendo que rompiera el beso

-A-ah!...creo..que no escondiste tus colmillos..-dijo soltando una pequeña risa

helena al escuchar Max, aparto la mirada algo avergonzada por el hecho

-jajaja perdón por eso amor...aun no necesito practicar eso...

-si si...no es la primera vez que pasa...-dijo Max mientras ambos empezaban a moverse

-jaja si...con la diferencia que la primera vez fue cuando te la estaba chu-

-o-okey ya está...solo, vayamos a casa...-dijo Max ahora mirando al suelo avergonzado por lo que helena iba a decir, esta solo empezó a reírse para sí misma.

La noche era el territorio de la luna blanca, ambos caminaban por los callejones, no podían arriesgarse a que algún oficial los viera, y más que ahora habían hecho mucho escándalo.

Luego de casi cuarenta minutos, por fin habían llegado a su casa, helena empezó a abrir la puerta, mientras Max se sostenía de las paredes, una vez dentro se sentó en el sillón soltando un pequeño jadeo, mezclando dolor por la herida y alivio por estar a salvo.

-ahhh carajo...por fin puedo quitarme esta mierda...-dijo mientras tocaba el circulo en el centro de su traje, al presionarlo, todo su traje empezó a desaparecer y guardarse en una especie de disco, ahora estaba con su típica vestimenta de civil-

-Sabes que pudiste haberlo hecho desde que empezamos a caminar ¿no?...-dijo helena mientras se sentaba a su lado

-uhm...tal vez si eres más lista que yo...-dijo Max, ahora poniendo su cabeza en el hombro de helena

-jaja...cállate...-ahora ambos tenían sus cabezas inclinados uno al otro, era un momento de paz, tranquilidad y por supuesto, amor.

Luego de unos minutos de estar así, helena empezó a sonreír para después, levantarse y empezar a subirse encima de Max, aprovechando que este aún estaba sentado

-e-ey...¿que crees que haces amor?...-dijo Max haciendo una sonrisa y una mirada atrevida

-¿tu que crees amor?...-esta empezó a recorrer su dedo por el pecho de Max, teniendo cuidado de no tocar la herida

-¿que tal si...nos desestresamos un poco?...

-Oh vamos jaja, acabamos de salir de la muerte y, ¿enserio piensas en eso?-las manos de Max tomaban la cintura de helena, era delgada, por lo que se ajustaba a sus manos-

Ella solo procedió a besar a Max, pero no un beso como los anteriores, este era más apasionado y atrevido, ambos soltaban pequeños jadeos

-jaja okey okey...está bien...si prometes tener cuidado con tus colmillos...-dijo Max poniendo su dedo en los labios de helena

-jajaja...bien...lo prometo...-dijo mientras empezaba a quitarle la playera a su amado, y seguir con los besos.

La luna aún era resplandeciente, aunque solo se viera por la ventana, era como si una diosa estuviera mismo viendo la ciudad, y esta misma luna seria testigo del amor de estos dos, un nocturno, y un traidor...

Sombras de engaño: héroes y nocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora