El tirador 4-4

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-Carajo mierda no! ¡Ahora no! -dijo en voz baja mientras empezó a dar pequeños golpes al francotirador-

Mientras le daba de golpes la bala por fin salió, solo que ahora había golpeado el suelo. Los héroes al escuchar el disparo empezaron a apresurarse a ir al camión y empezar a ver a todos lados, hasta que decidieron ver arriba, viendo el destello del arma.

-Allí! ¡Allí esta! ¡Vayan a por ese imbécil y protejan al objetivo! -dijo uno de los héroes mientras se ponía enfrente de Clifton.

-Carajo me cago en-dijo acomodando el arma nuevamente-

Mientras empezaba a seguir con la mira a Clifton, se dio cuenta de que algunos héroes empezaron a dispara en su dirección, el arma soportaba balas, no seria un problema, pero no lo dejaban concentrase. Clifton subió al camión con la cabeza agachada y siendo cubierto por lo héroes, el camión estaba a punto de partir cuando entonces, a Carlos se le ocurrió una idea. Aun con la mira del francotirador, empezó a ver por los espejos del camión, viendo puntos importantes e inclinados, suspirando sabiendo que era arriesgado, deicidio disparar aun punto especifico del autobús, la bala reboto en una barra de metal de enfrente, seguido a eso, reboto en el techo hasta que finalmente, el punto final de esta fue el cráneo de Clifton, cayendo en el suelo del autobús desangrándose, se podía ver en el espejo.

-Adiós imbécil-dijo Carlos achicando el francotirador y volviéndoselo a poner en la espalda-

Los disparos de los demás héroes empezaban a hacerse mas precisos y fuertes, estaban acercándose, era hora de escapar.

Comenzó a correr, su corazón empezó a ir aun mas rápido, esta vez mezclando el miedo y la adrenalina no de morir, si no de ser atrapado con vida y ser torturado, en estos tiempos estar muerto mas que un miedo, era una esperanza.

Seguía corriendo puesta abajo, sin pensar que, por ir corriendo rápido, empezaría a rodar producto de la inclinación, se golpeo un par de veces en la cabeza, pero no había daños, no internos al menos, mientras Carlos se quejaba del dolor y comenzaba a ponerse de pie, se dirigió al museo, para poder perder de vista los héroes, héroes que aun seguían tras el.

Después de seguir corriendo ahora jadeando por aire y tomándose unos segundos para descansar, miro alrededor y noto que ya estaba afuera del museo, la gente lo miraba con un aire extraño, aún tenía la armadura y el casco así que era obvio. Sin pensar, Carlos saco su espada y comenzó a agitarla hacia arriba

-Muy bien malditos, corran antes de que escoja quien será el siguiente! -dijo aun moviendo la espada-

Rápidamente todos en el lugar empezaron a correr y a gritar despavoridos, algunos comenzaron a irse a sus carros, otros simplemente corrieron lo más lejos posible, Carlos había hecho esto para que hubiera un disturbio que bloqueara el campo de visión de los héroes, una ves hecho esto soltó una bomba de humo, y comenzó a correr en dirección de un gran edificio que estaba cas al lado del museo, para cuando se había ido de ese lugar, los héroes apenas habían llegado mirando de un lado al otro

-Carajo, quiero que encuentren a ese hijo de puta, ya!-dijo uno de los héroes

Carlos con ayuda de un gancho proveniente de su brazo izquierdo, empezó a escalar el edificio, tardo algunos minutos en llegar hasta la cima, hasta que por fin, yacía descansando en la azotea.

Se recargo en una de las paredes para poder tomar aire, estaba cansado y su cuerpo adolorido. Mientras recuperaba el aire, empezó a quitarse el traje y sacar su celular para informarle a Max de que el trabajo estaba hecho.

-Ey, ya está-dijo Carlos con la voz entre cortada mostrando su cansancio-

-Perfecto, por un instante creí que, te iban a atrapar, en las noticias están transmitiendo todo lo que hiciste, incluida la muerte de Clifton-

Sombras de engaño: héroes y nocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora