Sombras de engaño: héroes y nocturnos

El tirador 1-4

Luz, día, amanecer, era lo que se podía apreciar en la ciudad. Los grandes edificios junto con las personas caminando a su alrededor, claro, todas las personas andaban con cuidado y más luego de que la guerra aun estuviese activa, había demasiados héroes en cada esquina, vigilando cualquier acto sospechoso.

Entre los callejones de aquellos grandes edificios, había un hombre, un hombre corriendo de alguien o algo, estaba agitado, su respiración era demasiado pesada por lo que se podía suponer que tenía un rato corriendo, después de unos cuantos minutos, llego a un camino sin salida, el hombre solo se indignaba en ver de arriba abajo dicha pared sabiendo que su vida había llegado a su fin y más, porque podía escuchar pasos provenientes de atrás.

-Por fin te cansaste...sabias que odio correr?...-dijo una voz mientras los pasos se empezaban a acercar más y mas

Cuando el hombre volteo para ver quien era el que hacia dicha voz, era el, era el tipo que iba a terminar con su vida

-espera! ¡Podemos arreglar esto!, ¿cuánto te da ese cabron?! ¿Ah?

El tipo solo veía al hombre recargado en la pared, tenía una armadura roja mezclado con algunos colores plateados, no, no era un héroe ya que estos no podían portar armas, no cualquier arma al menos y el, tenía una pistola común en sus manos, en su espalda tenia lo que parecía una espada, su rostro no se veía para nada, ni un rastro de sus ojos, solo era un casco, rojo completamente.

-Me ofrecieron una buena cantidad por tu muerte, así que lo siento, pero no puedo cambiar-dijo el tipo con armadura mientras alzaba su arma en dirección al rostro el hombre

-N-no no no espera! ¡De verdad, todos tienen un precio!

-Si...y yo ya eh llegado al mío

Después de eso, solo se escuchó un disparo, un disparo que ahora tenía sentido al ver el rostro del hombre ahora sentado en la pared, un agujero de bala en medio de sus ojos, su sangre se esparcía como una cascada hasta llegar a su abdomen, estaba hecho.

El enmascarado solo procedió a tomarle una foto al cuerpo para después, caminar fuera del callejón, mientras caminaba empezó a mandar un mensaje, seguido de la foto, adjuntando un texto "Esta hecho. Paga"

Al mandar el mensaje, rápidamente recibió respuesta "Bien, ahora deposito"

El hombre siguió caminando, ahora cuando veía la gente pasando fuera del callejón, empezó a poner su mano en el centro de su armadura, mientras lo hacia su traje empezó a guardarse dentro del símbolo, así como también sus armas, era una especie de disco, algo así como lo de los héroes, por fin salió a la luz de la ciudad, hacia calor, mucho calor, la luz del sol lastimaba los ojos del hombre que ahora tenía su mano enfrente de estos, era un hombre de una edad ya grande, ¿cuarenta? Si, tal vez, pero para su edad tenía buena condición, tenía una pequeña cicatriz por su boca, una marca de garra, posible enfrentamiento con un vampiro, el hombre simplemente empezó a caminar por la multitud mientras miraba alrededor, algunos comprando en tiendas, otros hablando, otros simplemente sentados, besándose. Veía muchos héroes alrededor, era obvio el porqué.

Luego de casi una hora de estar caminando en completo silencio, por fin llego a casa, era un departamento, no era tan grande, pero tenía todo lo necesario, además, con el dinero que portaba podía comprar otro departamento, pero prefería pasar desapercibido.

Almeter su llave y girar la perilla, se percató de algo, el refrigerador, queestaba a su vista no estaba del todo cerrado, empezó a mirar alrededor cuandoescucho un pequeño ruido, parecían pasos, así que, sin pensar, saco su arma delbolsillo, y empezó a caminar lentamente a la sala principal donde provenía elruido. Empezó a caminar lentamente, se recargo en la pared aun sosteniendo suarma, hasta que finalmente, salió y apunto su arma.