DAREK
Creo que... creo que llevo bebiendo dos horas seguidas. Bueno, desde que mis padres llegaron esta tarde para supervisar la organización de la fiesta. Ahí, eran las seis de la tarde. Ahora son las diez de la noche. Entonces... llevo como cuatro horas bebiendo, ¿no? Ni contar puedo...
Desde que llegaron, no han parado de ponerle pegas a todo. Que si la decoración es sosa, que si el discurso no está bien definido, que si la comida es poca, que si el DJ parecía un macarra, etc. Un auténtico suplicio tener que escucharles y aguantarles, así que puse en mi botella de agua todo el ron posible, sin ningún refresco o otro líquido por dentro. Y eso que en mis fiestas no me gusta beber, pero joder... lo necesitaba.
Ahora mismo están hablando con los criados, que son los que se encargan hoy de la barra libre y de mantener un buen clima en la fiesta porque según ellos, yo no sirvo para esa labor.
Mejor, me ahorro las quejas para mañana.
Yo estoy sentado en mi sofá mirando hacia ellos, mientras escucho "World is Spinning Remix" de DMAD y estoy a punto de vomitar. No por la canción, sino porque tengo el altavoz del DJ en mi puto oído izquierdo y no puedo ni pensar con claridad.
Ya son más de las diez y media de la noche y están llegando los primeros invitados. Entre ellos, mi mejor amigo Henry. Lo único bueno del día de hoy.
- Hey. - Me saluda con la cabeza. Seguidamente se tira, literalmente, en mi sofá y se acuesta en él. Pone su cabeza en mis muslos y estoy a nada de vomitarle en la cara.
Él me sonríe y se da cuenta enseguida de lo cambado que estoy.
- ¿Ya estás servido, tío? - Se levanta bruscamente. - ¿Y para tu mejor amigo, qué? ¿No bebe? - Pregunta malhumorado mientras se larga hacia la barra libre.
A veces pienso si Henry es hiperactivo...
Yo observo cómo entra peña a mi fiesta que ni siquiera conozco. Tampoco me importa. Pero, sé que mi madre me está acribillando con la mirada, sólo que no se la devuelvo para hacerme el loco y que no me hable.
Sin embargo, mi técnica no funciona porque ha mandado a mi padre a por mí.
- Darek, déjame eso. - Me pide la botella.
- No. - Respondo. Es de las pocas veces que me he atrevido a llevarles la contraria y es gracias al alcohol, de eso estoy seguro.
- ¿Cómo? - Frunce el ceño al instante.
Se cruza de brazos y se pone a tan sólo un metro de mí.
- No me lo hagas volver a repetir. - Advierte.
Trago saliva y me atrevo a devolverle la mirada. Está enfadadísimo.
- ¿Por qué? Todavía queda un montón... - Arrastro las palabras.
- Joder. - Me quita la botella de las manos y la huele. - ¡Qué asco, Darek! Verás cuando se lo cuente a tu madre.
- No, no... Estoy bienissiiimo... - Niego reiteradamente con la cabeza. Me mareé, joder. Qué tonto soy...
Mi padre mira en dirección a mi madre, que lo está mirando con clara molestia.
- Tu madre quiere que SÓLO hagas una cosa. - Resalta las palabras como si estuviera hablando con un niño de tres años. En realidad, con el nivel de borrachera que llevo encima, podría ser así sin problemas. - Quiere que te pongas en esa puerta... - Señala la puerta principal abierta de par en par donde los invitados están entrando. - Y te dediques a saludar y agradecer a todos los que entren. ¿Entendido?
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Los Cuatro Portentos de Salem
JugendliteraturPalms Creek Globe. 06 de abril de 2024. ÚLTIMA HORA. "Una adolescente de 17 años es interrogada por la policía tras enviar al hospital a una compañera de su clase. La paciente está entre la vida y la muerte". Claire Johnson, una adolescente natural...