Los Cuatro Portentos de Salem

Capítulo 24

CALYNN

Ha sido la semana más rara de mi vida y creo que nunca nada lo superará. Aún estrellándose un avión al lado de mi habitación, es imposible superarla. Primero, la denuncia contra mis padres. La directora ha estado detrás de mi durante todos estos días para reafirmar mi denuncia contra ellos, ya que aunque yo no pueda hacerlo por ser menor, ella será la encargada de hacerlo. Quiere que este a favor de ella y que no me acobarde en el último momento. A veces estoy segura de mi decisión y otras veces solamente quiero encerrarme en mi habitación y esconderme debajo de la cama para huir de mis problemas. He llegado a la conclusión de que toda mi vida sería más fácil si hubiera tenido una buena cohesión familiar desde pequeña, pero no, la vida me trajo una familia disfuncional que sólo atrae problemas y más problemas.

Dejando esto aparte y entrando a la lista de cosas raras, tenemos la magia. Poderes. Sobrenatural. Brujería. Palabras que estaban en mi vocabulario, pero que negaba a que existieran, hasta que la bruja Claire me las confirmó.

La bruja Claire... Es tan raro decirlo.

Chase Smith es un fantasma con otro tipo de poderes raros y James también posee magia. Al parecer ambos pertenecen a las familias centenarias que creen que sigan vivas por el mundo tras huir de Salem. Un linaje lleno de magia antigua y oscura. Esto es lo que heredó Claire. Cuando me lo contó, obviamente me acojoné, pero después de verle la cara de angustia, quise darle la vuelta al asunto. Ella no tiene la culpa de llevar el apellido Johnson y de que este esté manchado de la sangre de otras muchas familias de brujos inocentes. Todo lo contrario, la animé a que vea todo desde otra perspectiva. La perspectiva de cambiar el recelo del apellido Johnson. De hacer magia buena.

Sin embargo, todo se fue al garete en cuanto fuimos a la casa de Emma el otro día. Claire estaba furiosa y me confesó que esa fue la primera vez que fue consciente de su poder, pero no de su control. Quitó con sólo un simple movimiento de mano (y con mucha magia, me imagino) la puerta del rebencazo. Esta salió volando y justo se quedó detrás de ella. Me dijo que se quedó un poco en shock, que no quería hacer eso, pero por otra parte se fue feliz porque pudo despertar su poder.

Y joder, sí lo despertó... Cada vez que recordaba su encontronazo con Emma, su humor se contagiaba a uno más negro y algo alrededor salía volando por los aires. Era terrorífico. Pero, ella aún más.

Sus ojos se volvían completamente negros y aparecían pequeñas manchas negras en su cara cada vez que utilizaba su poder.

- Tienes que relajarte, Claire. O nos quedaremos sin casa en la que vivir. - Dije detrás de una gran almohada, esquivando la cubertería que salía por los aires sin una dirección determinada.

- ¡No puedo! ¡Estoy furiosa! - Gritaba colérica.

Escuchaba como otras cosas se estampaban contra la pared, así que aproveché y me acerqué más a ella, pero con el sofá de protección delante.

- ¿Pero por qué estás tan enfadada? ¡En serio, no llego a comprenderlo bien!

- ¡Estoy enfadada por Emma! - Chilló y una silla del comedor salió volando hasta el salón y cayó a mi lado echa trizas. Recuerdo abrir mucho los ojos de la impresión. Creo que jamás me acostumbraré a Claire con poderes. - ¡Pero, muchísimo más con Chase! ¡Por mentiroso! ¡Por cobarde!

Esa vez, escuché un sonido seco detrás de mí y antes de percatarme en lo que iba a pasar, Claire me sujetó del brazo y me levantó del sofá, atrayéndome hacia ella justo cuando la televisión decidió explotar y llenar la casa de humo y desesperación por mi parte. Claire se tambaleó hacia atrás y conseguí sujetarla con más fuerza, a pesar de que ambas fuéramos un flan andante. Recuerdo arrastrarla hasta llegar fuera de la casa, ya que el humo empezaba a asfixiarme. Conseguí apoyar en la barandilla del porche a Claire y yo me desvanecí lentamente hasta el suelo porque no podía aguantar ni mi propio peso.