Los Cuatro Portentos de Salem

Capítulo 8

DAREK

- ¿Quién es ella? - Pregunta Henry a mi lado prácticamente con la boca abierta. Sólo le falta babear al capullo.

- Mi profesora de clases particulares. - Vacilo.

- No idiota, la otra. La que se mueve como el infierno. - Dice refiriéndose a Claire.

- Ah, es una amiga...

- Preséntamela. - Exige sin apartar la mirada de Claire.

- No. Es que no has esperado a que acabe la frase. - Le reprendo. - Es una amiga... por ahora. - Le guiño el ojo.

- No, si antes te la quito yo. - Dice el niño pequeño y mimado.

Así es mi relación con Henry. Nos vacilamos y nos enfadamos. Competimos un poco y luego bromeamos de la situación. Como si nos importará una mierda todo. Es más, en nuestra biografía de BuzzHub tenemos puesto "Si la vida te da la espalda, tócale el culo". Así de infantiles somos.

- ¿Seguro que con la que está bailando es Calynn? Porque no lo parece para nada. Sabes cómo es ella de inocente. - Dice Henry.

- Sí. - Resoplo.

La verdad es que está muy sexy. Casi ni parece ella. Tiene el pelo revuelto y le brilla la cara del sudor. Sin embargo, estamos hablando de Lynn. La chica que no para de tocarme los cojones siempre que puede y que es tremendamente insoportable conmigo. Así que, todo el atractivo que puede tener para mí, se esfuma de mi mente.

- Está muuuuy caliente.

- ¿Acabas de decir eso de Lynn? - Inquiero con sorpresa.

- ¿Lynn? ¿Y ese diminutivo?

- No creas que olvidaré el comentario que acabas de hacer apenas 5 segundos.

- Y tu no creas que pasaré de ese apodito.

Nos desafiamos con la mirada, hasta que alguien se tropieza conmigo y tira parte de su bebida sobre la parte de atrás de mí camiseta.

- Perdón tío, me acaba de empujar esa loca. - Dice un chico señalando a una rubia alta que pasa tambaleándose por la pista.

Si fuera un chico agresivo, le gritaría un cuantioso número de insultos. Pero, como soy una persona calmada, le doy una palmadita en la espalda y lo dejo pasar. Eso no quiere decir que no me moleste que me haya manchado mi camiseta Chanel regalada por mi cumpleaños.

Cuando me giro para hablar con Henry, no lo encuentro. Empiezo a buscar por toda la sala, hasta que lo encuentro hablando con Claire y Lynn. Voy rápidamente hasta ellos. No me quiero ni imaginar lo que soltará por la boca Henry borracho. Menos mal que soy el único sobrio de esta fiesta, ya que me toca cuidar la integridad de esta casa.

- ¡Aquí está mi profesor favorito! - Grita Henry. - Al parecer no puede separarse ni un minuto de mi lado. Quizás esté enamorado de mí...

Ruedo los ojos y me centro en ambas chicas.

- Hola guapísima. - Me dirijo a Claire con una gran sonrisa. Sitúo mi mirada sobre la chica de pelo corto. - Hola Lynn. - Arrugo la cara de asco.

Ella gruña en respuesta.

- Eres muy infantil, ¿lo sabías?

- ¿Infantil es una nueva palabra para describir a los chicos que son así de divertidos, guapos, carismáticos y sexys? Porque entonces sí que lo soy.

- ¿Alguna vez te has tomado algo en serio? ¿O para eso están papá y mamá? - Contraataca Lynn.

Claire a su lado abre mucho los ojos y Henry emite un "uuuh" bastante alto como para que varias personas se giren hacia nosotros.