𝗹𝗼𝘃𝗲 𝘆𝗼𝘂 𝘁𝘄𝗶𝗰𝗲. yeongyu

b de: beomjun y yeongyu choi.

— creo que me gusta minjeong.

cuando abrí el empaque de gomitas, no pensé que tendría adjunto una confesión de parte de beomgyu. yo ni siquiera había tocado el tema. estábamos hablando de cuál era nuestro sabor de soda preferido, al parecer el suyo debía estar asociado con la tal minjeong.

— ¿quién es minjeong? — mete la mano en la bolsa y se lleva un puñado de ositos coloridos a la boca. por ende, se tarda un momento en contestarme, pero yo soy impaciente y repito. — ¿quién es minjeong?

— kim minjeong, de la clase de artes mixtas. — contesta con una tranquilidad que hace temblar la cama, la casa y toda corea por completo. pero yo no tiemblo, ni siquiera me muevo, apenas aparto la mirada de él un momento.

— ah. — decido no hacerle saber que en mi cabeza kim minjeong de la clase de artes mixtas no era representada por nadie más que la madre de la protagonista del drama que estábamos viendo recién; cuyo nombre era kim min ah, y que era una mujer gorda de unos cuarenta y tantos años.

— ¿estás molesto?

— ¿por qué debería estarlo? — me encojo de hombros. — no soy tu dueño.

acto seguido, él también se encoge de hombros, quitándole la cabeza a un osito de goma con los dientes.

— ¿desde hace cuánto?

— ¿hm? — quizás hablé muy bajo, no medí mi tono de voz porque podía escucharme. él me escuchó.

— ¿desde hace cuánto te gusta?

— no sé. he dicho que creo. — asiento. aunque sé que dentro de las leyes de la atracción escolar no existía un creo. una vez "creías", tu subconsciente entraba en una revuelta total y finalmente ese creo desaparecía de tu diccionario. — me parece que lo he hecho raro.

— ¿lo dices porque es la primera vez gustándote alguien después de mucho tiempo o porque se lo confesaste a un chico con el que te vas a acostar esta noche? — se ríe, su risa grave y ligera haciendo el ambiente menos tenso.

— la primera.

— está bien. por ley te tiene que gustar alguien al menos una vez en tu vida mientras estés en el instituto. — ladea la cabeza.

— ajá.

— y minjeong es ardiente.

— ni siquiera recuerdas cómo se ve.

— no creo que te guste porque es fea. — rueda los ojos y mira por un momento el televisor. el tercer capítulo de esta serie cuyo nombre no recordaba porque era muy largo sigue en pausa a mitad del opening, cuya canción no valía la pena ser escuchada en ningún otro lugar que no fuera estrictamente un drama.

se acuesta en la cama, muy pegado a mí por lo pequeña que era. como su hombro estaba encima del mío, yo me muevo y lo pongo arriba del suyo, luego él lo vuelve a poner encima y decido dejarle el gusto de dormirme el brazo con su peso.

— no me gusta sólo porque sea ardiente.

— aunque lo es.

— aunque lo es. — por encima de la sábana que nos cubre a ambos se podía ver como los dedos de sus pies palmeaban los míos. aunque tiene los calcetines puestos, su piel se siente fría, como siempre. soobin y yo bromeábamos diciendo que beomgyu descendía de los reptiles. — pero me gusta también porque es inteligente.

— ¿por eso? — aunque no lo puedo ver, siento como su cabello me hace cosquillas en el mentón cuando asiente. — creo que no entiendo por qué alguien te debería gustar sólo porque es inteligente.