Mi Secretaria - SUPERCORP (G!p)

EL PLAN

Abrazadas se encontraban al despertar. Habían tenido una buena noche. Lena se veía tan tranquila y en paz durmiendo. Kara se levantó despacio para no despertarla. Se dio una pequeña ducha, se cepillo los dientes y volvió a salir. La pelinegra aún estaba plácidamente durmiendo.

La ojiazul observó una carpa debajo las sábanas, era temprano, era obvio que tuviera una erección matutina. Levantó la sábana sin hacer ruido ni movimiento brusco qué pudiera despertarla.

Observó aquel miembro grueso, venoso y grande. Al ver el destello de su excitación filtrarse y brillar en la punta, se le hizo la boca agua. Necesitaba sentir su circunferencia estirar sus labios. La idea de lamerlo como un helado la tenía goteando impacientemente. Quería agarrarlo, sentirlo palpitar, contraerse en su palma, goteando liquido preseminal para ella. Disfrutar del sabor de Lena.

Estímulo su tronco de arriba abajo, la respiración de Lena subía y bajaba. Sus manos la acariciaron como si fuera delicado. Besó su punta y lo introdujo dentro. Sus labios chuparon jugosamente. Lo introdujo hasta el fondo de su garganta, despacio, llevo su lengua abierta hasta la cabeza del pene y la rodeo. Jugueteo lento y constante, utilizo sus manos y dedos para acariciarlo. Su mano envolvió el pene mientras su boca lamia y chupaba.

Lena ya comenzaba a despertarse. Ver a Kara en esa posición, hizo tensar su cuerpo. Sobre todo, porque estaba por llegar al clímax. La rubia aumento la intensidad y el ritmo para darle más placer.

Chupando y acariciando, lo hizo con un poco más de presión y más rápido. Lena la tomo por la cabeza para empujar más profundo.

El aroma de su excitación cargado con el deseo en ella, y su gruesa circunferencia palpitante en su mano, la cabeza hinchada reluciente, asomando el líquido preseminal, antes de envolverlo, estirando sus labios alrededor de él y dándose un voraz festín con su carga. Bebió su líquido gustoso.

—Aaaahhh... que ha sido eso... estuvo... ahhh...increíble...

—Buen día —gateo hasta llegar a los labios de Lena y darle un pequeño beso.

—Buen día corazón...

—A dónde vas? —Kara se levantó de la cama para ir a la cocina

—Tengo que ir a preparar el desayuno... estamos llegando tarde al trabajo

—Que? Pero si me toca ahora a mí...

—Ya tenemos tiempo para mi después... ahora ve a darte una ducha y luego ven a desayunar...

Hizo un puchero —de acuerdo... —le dio un beso y se metió al baño.

Mientras Lena se bañaba, Kara preparó el desayuno con entusiasmo. El aroma del café recién hecho y el sonido de los huevos revolviéndose en la sartén llenaban la cocina. Kara no podía evitar tararear su canción favorita mientras movía con destreza los utensilios de cocina.

Media hora después, Lena se unió a Kara en el comedor. El sol de la mañana brillaba a través de las cortinas, creando un ambiente cálido y acogedor. El desayuno estaba dispuesto sobre la mesa, con tostadas crujientes, jugosas frutas frescas y una variedad de mermeladas caseras. Sentadas alrededor de la mesa, Lena y Kara disfrutaron de un desayuno tranquilo y apacible. Intercambiaban sonrisas y conversaciones alegres mientras saboreaban los alimentos deliciosos.

—Kara...

—Si cariño

—Tomaste la pastilla?

—Mjm... si la tome...

—Deberíamos probar con otro método, estas tomando muchas pastillas.

—Claro, probamos otro método en ti